Otra historia de navidad parte 9

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Santiago diciembre de 1995 

La noche se había cerrado, después de cenar, Osvaldo Vidaurre su esposa Aurora y sus hijas Nathaly y Verónica hacían la sobre mesa las chicas de dieciséis y catorce años miraban con gran asombro al invitados de esta noche.

  - y bueno Claudio debo decir que en esta mesa hay una gran alegría por tu llegada, así se cerrará un ciclo con tu familia que ha llevado dolor y angustia a tu padre y tu hermano- Claudio respiro hondo y miro al techo, después miro a la mesa.

  - dejemos las cosas claras yo no vengo a reconciliarme inmediatamente con mi familia - todos lo quedaron mirándo 

  - pero si llegaste antes la invitación quiere decir que estas dispuesto hacer las pases- dijo Aurora 

  - mi padre le debe una disculpa a mi madre-

  - pero si se arrepintió -

  - se arrepintió ante ustedes y además si no lo recuerdo mi madre no era de su religión así que el arrepentimiento fue solo para ustedes 

  - para Dios, fue para Dios -

  - lo que sea no importa, el asunto es que mi madre esta muerta y mi padre nunca se arrepintió ni siquiera el el lecho de su muerte-

  - pero tu madre esta en el cielo y se que lo perdono-

  - repito mi madre no era de su religión- los dos dueños de casa se quedaron mirándo con desilusión.

 

Santiago jueves 24 de diciembre de 1992

 

El reloj pasaba de las 20:40 hrs y las familias se aprestaban para celebrar noche buena, el sonido de la motocicleta indians scout color verde oliva llegaba al inmueble ubicado en la calle los plátanos de la puerta aparece Nicole vestida con un pantalón de cuero negro ajustado a su delgado pero curvilíneo cuerpo esto acompañado con un peto color blanco y una casaquilla de cuero sin mangas, Claudio quedo impresionado no solo por la silueta muy seductora ni por la vestimenta si no más por la forma de maquillarse que provocaba una explosión incontrolable de belleza " si existiera la belleza en todo el mundo toda esta se concentro en el cuerpo de Nicole " pensó Claudio, Nicole se sube en la parte trasera de la moto.

  - Buen ahora vamos- dice Nicole 

  - bien pero ¿ a donde?

  - donde sea, solo quiero pasar esta noche contigo- dijo Nicole mientras pone los brazos al rededor de la cintura del metalero apretando los pequeños pechos sobre la espalda de Claudio, este quedó paralizado como si alguien le tirara agua fría.

 

Santiago 21 de diciembre de 1992 

 

Después de el primer encuentro de Claudio con Nicole, el metalero se subió a seis microbus donde rescató más de siete mil seiscientos pesos, el calor se hacía sentir ya llegando el medio día y Claudio no había tomado agua, así que hizo un alto y busco una bebida, caminando por avenida 11 de septiembre doblo por avenida Pedro de Valdivia de pronto se escucha

  - ¡ Claudio, Claudio! Al girar se encuentra con Michelle que caminando rápido da alcance al metalero 

  - oye te estoy siguiendo desde unos metros atrás, iba saliendo del panorámico cuando te vi descender de la micro- Claudio quien trataba de poner atención a las palabras, solo se quedó pegado en la minifaldas de mezclilla color celeste donde le marcaban los glúteos como unas semi- esferas y si eso no dejaba sin aliento a nadie también estaba vestida con un peto color blanco que se ajustaba al contorno de sus pechos, Claudio estaba enloquecido de lujuria-

  - Hola Michelle, tanto tiempo- 

  - Si poh espero tus llamadas-

  - es que cuando me contesto tu madre decidí esconderme unos dias-

  - Perdón pero mi madre se ha quedado unos días despierta hasta pasada la media noche-

  - Bien ¿ entonces? 

  - pasada la navidad todo volverá a la normalidad- dicho esto Michelle quedó mirando fijamente a Claudio jugando con uno de dos mechones y moviendo la cadera de un lado a otro 

  - Estoy sola en casa, si quieres te invito a almorzar- acotó la rubia 

  - Bien vamos- dijo Claudio 

 

Ya en casa de Michelle todo se veía en calma, la vivienda era muy vieja, quizás de los años setentas, paredes color celestes, techo color blanco y puertas entre blancos, azules y café, el piso de parquet color rojo ciruela y muebles de madera muy antiguos, un reloj mural de gran tamaño y un péndulo que hacia que sonará muy alto a cada segundo que marcaba, en las paredes muchos cuadros de paisajes y ciudades tanto del sur de Chile como de Europa y también una gran cantidad de retratos familiares en el living en el muro al frente del gran reloj un gran retrato quizás por las indumentarias podrían ser los abuelos de Michelle ya que la mujer que estaba sentada en una gran silla de estilo Luis XV con un vestido verde el cabello rubio tomado dejando un peinado que parecía una aureola o una boina sobre la cabeza la cara redonda y la mirada de sorpresa delataba la familiaridad con Michelle, " sinceramente Michelle heredó el rostro de su abuela " pensaba Claudio, al lado de ella estaba el abuelo de pie al costado de la mujer vestido con traje plomo obscuro, una camisa blanca y una corbata ancha color guindas cuales estaba cubiertas por una chaqueta bajo el chaquetón todos gris obscuro , la mano derecha pasaba detrás de su esposa y afirmaba el hombro derecho de ella y en la otra mano tenia un puro, su cara era redonda y el cabello negro engominado para atrás dejando en evidencia grandes entradas al costado de la cabeza.

  - ¡ hay mierda ! Se escuchó desde la cocina seguido de un jarro que cayó al suelo, Claudio corre y se asomarse ve que Michelle tenía el pero blanco mojado en un jugo rojo.

  - ¿ estás bien?

  - si solo que se me cayo el jarro- cuando Michelle quedó mirando frente a frente al metalero, este ve que el líquido hacia que se le trasluciera los pechos de la rubia inclusive los pezones, Claudio la miraba como si una descarga eléctrica lo dejo inmóvil, Michelle al ver lo que sucedía dijo

  - voy a cambiarme, permiso- dicho esto pasa por el costadode Claudio. Pasado los minutos Michelle que mantuvo su minifalda de mezclilla solo se cambio el peto por una blusa blanca y sus zapatillas converse de lona azul por unas sandalias de cuero tipo franciscana, al acercarse a la cocina ve que Claudio terminaba de limpiar el piso, Michelle sonrió 

  - pero ¿ por que lo hiciste?

  - bueno debo por último ayudarte-

  - bueno, ahora déjame preparar otro jugo- dijo la rubia pasando por delate de Claudio, la minifalda pasó rozando la parte delantera del jeans del metalero sintiendo la pequeña ereccion de Claudio este antes de salir de la cocina le pega un agarrón a los glúteos duros y tonificados de Michelle, esta lo mira con una sonrisa pero Claudio salió sin mirarla, la rubia empezó a limpiar las frutillas mientras sonreia se mordía el labio inferior.

 


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