Tus manos son el baile

¡Que poco usamos los sentidos en el día a día!

Escuchando ayer una canción, me di cuenta, que estando en una sociedad en la que parece prohibitivo tocar, estamos necesitados de ello. Nos tocamos muy poco o nada y hablamos mucho, de más, y a veces hay que hablar menos y sentir más. Tenemos miedo de tocar, acariciar, sentir.... reprimimos esa parte, que a veces deseamos, de besar a una persona, de acariciar su cara o simplemente de sentir su tacto y oler su perfume, de agarrarla por la cintura o masajear su espalda y lo sustituimos por bromas, a veces hasta de mal gusto, palabras y más palabras, cuando lo que nos apetece es no hablar nada, estar callados y solo sentir su tacto, oler su piel, mirar sus ojos, escuchar su respiración, mientras saboreas ese momento de paz, de calma, de encuentro con la otra persona.

Hemos perdido el baile, el baile en el que dos personas se tocan, se acarician, se sienten, se abrazan y se besan y no hablan porque solo  escuchan sus sentidos.