Mirando desde arriba (1-3 Final)

Por
Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
370 visitas

Marcar como relato favorito

Sentía el dolor de su madre en la tierra. De la que sería su propia madre. De ese bebe que anhelaba y ansiaba, se apagara definitivamente, para no tener que entrar en ese ciclo del olvido. En la rueda de la incertidumbre de que pasara mañana.

Pero al mismo tiempo, deseaba que ese cuerpo que la engendro la tocara, la besara y le hiciera ver cuánto la quería y necesitaba. Empezaba a sentir una nostalgia hacia esa persona. Empezaba a tener unos sentimientos hacia su madre, como nunca antes había sentido. El verla llorar mirando por un cristal, le trasmitía una melancolía como nunca antes había sentido por ningún ser vivo de la galaxia.

--Dime una cosa. Si bajo y me uno a ese diminuto cuerpo y me mezclo entre los seres del planeta Gaia, ¿A dónde perteneceré entonces, de donde seré estando en la tierra como humana? ¿Nunca más seré una hija de las estrellas o de la Fuente también llamado Nebadon?

El funcionario del registro la abrazo diciéndole;

--Tú pertenecerás en ese momento a la tierra, al mismo tiempo que a  las estrellas. Tu cuerpo hecho materia orgánica pertenecerá a la madre tierra y a ella se lo devolverás algún día. Tu cuerpo etéreo, hecho de luz pertenece a la fuente y algún día tendrás que volver aquí. Pero hasta que eso ocurra lloraras, reirás, sufrirás y te enamoras. Tendrás hijos si lo deseas. Te casaras e incluso nos negaras a nosotros. Porque estando dormida, no tendrás memoria, ni recuerdos. No podrás vernos, ni verificar que existimos. Te volverás como cualquier humano del planeta. Solo creerás y darás por hecho, todo lo que se pueda demostrar con la ciencia o palpando e incluso vivirlo como experiencia en propias carnes, en propia persona. Pero una cosa si te voy a decir. Todos dicen que volverían a andar entre los humanos, porque aunque algunos tienen unas aptitudes muy oscuras, cuando dejáis ese planeta y volvéis a vuestra esencia, siempre venís con hermosos recuerdos de ciertas personas que han caminado a vuestro lado.

Adela lo escuchaba mientras hablaba. Mientras no dejaba de sentir a su madre terrenal llamarla por su nombre. Una enfermera le había permitido acercase al bebe y tocarla. Cogerle su manita diminuta y acariciarle su barriguilla. Sentía que esa mujer la necesitaba, sentía como la amaba.

Adela como de la nada, noto en su cuerpo etéreo, como la madre le pasaba los dedos por su mejilla. No dando crédito, ¿cómo podía sentirlo si ella estaba en otro lugar?. Pero cada vez que esa mujer la acariciaba y le demostraba un amor incondicional a ese diminuto cuerpo, ella sentía que algo tiraba de ella. Era algo desconocido, algo que no sabía describir. Como de la nada empezó a notar que estaba entrando en ese cuerpecillo pequeño.

La madre al ver que su bebe empezaba a moverse, salió corriendo llamando a la enfermera. Cuando entraron en la habitación donde se encontraba Adela, vieron que la niña sonreía mirando a su madre, como si deseara que la cogiera entre sus brazos. No dando crédito a tal milagrosa escena, porque lo normal es que al despertarse hubiera roto en un sonoro llanto, como cualquier bebe nacido.

 La enfermera saco la bebita de la cuna y dándosela a la madre, la abrazo entre su pecho dándole las gracias por no dejarla sola y desaparecer de la vida. Adela la miro a los ojos y con sus deditos pequeños se agarro a un mechón de su cabello que le caía por la cara. Dándole un gran beso la madre en la mejilla.

 

 

                                           FIN

 

 

  

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed