Caminos cruzados (1-3)
Por Merced 54
Enviado el 22/04/2024, clasificado en Varios / otros
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Caminos cruzados
(1-3)
Mientras tanto Lías seguía con su vida normal, salía con un gran amigo que conoció en la Universidad y que estudiaban lo mismo. Se conocieron en el último año de carrera y se hicieron inseparables los dos jóvenes. Uno deseaba ser Juez, el otro abogado. Querían terminar sus sueños, pero aparte de los estudios, tenían otra cosa en común los dos muchachos. Los dos se llamaban Elías, solo que uno le decían Lías y al otro Elías.
Un día Lías invito a su gran amigo a comer a su casa. Donde poco a poco empezaron a ser inseparables los dos y Echi que por cualquier caso, sentía algo muy especial por el joven. Termino por tratarlo como otro miembro más de la familia, como si hubiera tenido otro hijo más.
Un día la mujer le pregunto por sus padres. El joven le conto que su padre murió en un accidente de trabajo, que su madre, por cualquier motivo, siempre la había sentido distanciada, creyendo que era debido a la pérdida de su padre. De pronto Elías saco una foto de su cartera, enseñándosela a Echi, la cual no podía dar crédito a lo que estaba viendo sus ojos.
El padre del joven, era su marido, quien robo a su hijo hacia 30 años atrás. Miro al hombre que tenía delante y le pregunto su edad y fecha de nacimiento. Cuando le contesto, la mujer se desmayo. No creía lo que estaba ocurriendo. Su hijo la vida se lo había devuelto hacía tiempo. Pero antes de descubrirlo, dejo que lo conociera, disfrutara de sus historias, le contara su vida y lo más importe, llegaran a formar unos lazos de amor incalculables para ella. No solo ella ya lo amaba, si no sabía que el también la quería incluso más que a la mujer que lo había criado.
Tanto Elías, como Lías se levantaron de la mesa, pues Lías tenía el juicio con el joven, por robo. Elías tenía que hacer de Juez, pues el antiguo juez, cayó enfermo y no pudo presidir el caso, llamándolo a él, que era el próximo en la lista. Los dos se despidieron de Echi y partieron a los juzgados juntos.
Al estar el joven esperando fuera con sus padres, se acerco Lías y sin darse cuenta que el medallón se encontraba fuera de la ropa, dejándose ver a la vista de cualquier persona. La madre del acusado de robo se percato del colgante y no pudo preguntar donde lo había conseguido, pues era el escudo de su familia y las iniciales de su padre.
Lías al escuchar eso, supo enseguida que era su familia, contestándole muy serio;
--Este colgante siempre me ha pertenecido, siempre ha estado en manos de mi madre. Lo tengo desde que nací, mejor dicho: Desde que me abandonaron y mi madre me recogió, dándome un apellido, dándome una carrera y una gran educación.
Entro en la sala, sabiendo que el joven podía ser su hermano. Decidió devolverle lo que le hicieron hacia 30 años atrás. Consiguió rebajar la pena al mínimo y que no entrara en prisión, ya que era el primer delito. Todo quedo en una gran multa y servicio a la comunidad. Junto con vigilancia durante 6 meses.
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