La choza (Final)

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-X-

Nada más salir de aquella choza Astuk pudo darse cuenta de que sus fieles y peludos amigos le ignoraban, sin saber por qué. Su presencia era inadvertida para ellos, aunque creyó observar en el inteligente Talum, a medida que se desplazaba a su alrededor, ciertas miradas perdidas hacia donde él se encontraba, como si detectara un recuerdo lejano de lo que un día fue su dueño. Sus pisadas no se marcaban en la nieve, y esa fue prueba suficiente de que aquello no había sido un mal sueño.

La sentencia de Sedna se había cumplido; ahora era “media alma”, errante, un cuerpo inmaterial condenado a vagar entre las sombras de la llanura ártica con el único destino de recuperar su otra media y con ello su materialidad.

-XI-

Astuk llegó al poblado caminando sin la compañía de sus perros. No sentía dolor ni frío, sus padecimientos corporales habían desaparecido por completo y se notaba tan liviano como una pluma.

Estaba a punto de amanecer. Los perros habían decidido volver al poblado y, nada más llegar, hicieron notar su presencia con sus ladridos provocando con ello que sus habitantes salieran alarmados de entre el calor de sus pieles preguntándose la razón de aquella algarabía canina.

Astuk vio a Kalaac salir corriendo del iglú y él también corrió para abrazarla… ¡La quería tanto…! Pensó -iluso de él- en sentir por fin el calor de su tierna compañía. La abrazaría con tal fuerza que, de sólo pensarlo, le entró miedo de hacerla daño, de ahogarla en el empeño…

Cuando la figura de Kalaac traspasó su inmaterial fantasma sintió un dolor lacerante en todo su ser, cayó de rodillas en la nieve y se maldijo por su mala suerte y el destino que le había sido asignado por la implacable diosa. Volvió la cabeza y observó con horror cómo su joven esposa rasgaba sus vestiduras y se arañaba el rostro con un llanto desgarrador ante la visión de los seis cazadores que volvían de batida portando en parihuela el cuerpo inane del pequeño hombre.

Pasados los primeros minutos, después de besar repetidamente el recuperado cadáver, Kalaac volvió sus pasos hacia el hogar de ambos… y Astuk la siguió.

Ella se acuclilló en la litera y, conteniendo el aliento, destapó con ternura un pequeño bulto que (a su contacto inesperado) comenzó inmediatamente a lloriquear y patalear nerviosamente. Astuk reconoció al instante a su hijo de apenas unas horas de vida.

Kalaac rompió a llorar en silencio y comenzó a ejecutar en su vástago el antiguo ritual. Su estrenada viudedad marcaba el inicio de un calvario y sus manos comenzaron a aferrarse alrededor del cuello del recién nacido buscando su muerte, inconsciente, sin dolor. La impotencia ante la horrible visión se apoderó de Astuck y gritó llorando desconsolado sin que nadie pudiera oírle…

 -¡No, Kalaac, no…!

Pero, quiso la implacable Sedna reírse una vez más del pequeño esquimal, e introduciéndose en su atormentada mente le ofreció una alternativa para cambiar las cartas en juego marcadas por ella misma:

-¿Qué eliges, hombrecillo, tu alma completa… o la vida de tu hijo en plenitud?

El eco de esa pregunta le fue lacerando el cerebro…

-¿Qué eliges, hombrecillo, tu alma completa… o la vida de tu hijo...?

-¿Qué eliges, hombrecillo: tu alma completa o...?

 -¿Qué eliges… hombrecillo…?

 

-Epílogo-

 

Viernes. Catorce de noviembre. Año 2003.

Hoy ha habido una reunión de urgencia en el Observatorio Palomar.

Las últimas observaciones realizadas en lo más profundo de nuestro Sistema Solar han dado como resultado el descubrimiento de un pequeño planeta cuyo color rojizo recuerda mucho al de Marte. Su temperatura puede ser extrema, superando (según los científicos responsables de su descubrimiento) los doscientos grados bajo cero.

Sedna, la hermosa diosa inuit de los océanos, le ha prestado su nombre y lo ha elegido como morada de sus almas condenadas.

Se ha detectado en su órbita un cuerpo extraño, una especie de “media luna” con movimientos imprevisibles, erráticos. Es realmente misterioso, algo nada común, como si vagara eternamente alrededor del planetoide en búsqueda de su otra mitad…

 

 


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