NUESTRO JUEGO

            NUESTRO JUEGO DE HOY

Acordamos nuestro juego de hoy. Es solamente un juego de roles. Lo propusiste tú. Yo me voy al baño y espero sentado en el w.c. Tú entras de repente. Tus senos están desnudos. Sólo llevas el pantalón vaquero. Al abrir la puerta tus tetas se balancean. Yo te miro y pregunto: "¿Qué haces aquí? No debes entrar sin llamar". Tú: "¡Ay, perdona; yo no sabía!". "Muy mal", respondo levantándome de la taza del inodoro. "Bajate los pantalones", ordeno. "No, disculpa. No sabía..." Señalo con el índice tu cintura y repito: "Quítatelos, ya". Bajas la cabeza y te desabrochas el pantalón hasta los pies. "Déjalos ahí, caídos; no te los quites del todo". Te miro y añado: "La braguita, también". Tú obedeces. Sinuosamente te bajas la braga. Tu felpudo negro brilla entre tus muslos. "Ve al lavabo y date la vuelta", ordeno de nuevo. Tú simulas llorar y te vas andando con dificultad, con el vaquero y las bragas por los tobillos. Tus nalgas se mueven seductoramente. Te giras. Yo me acerco por detrás y te digo: "Abre las piernas". Tú imitas un gritito y respondes teatralmente: "No, por favor, no".  Veo tu monte de Venus, tu brillante y ensortijada mata de vello púbico hermosa y fascinante. "Date la vuelta", digo con voz ronca y alta. Haces caso y te apoyas en el lavabo. Me bajo los pantalones y saco mi verga, dura por la emoción satisfactoria de verte y anticipar el sexo, en tu sexo.
Tomo un poco de gel de manos y me mojo los dedos. Te paso los dedos por la raja del culo. Te lo abro, abro tu ojo del culo, el estrecho ojete prieto, y lo lleno del gel jabonoso. Introduzco un dedo y lo abro como un frutito maduro. Tú gimes; no es una simulación: gimes de placer. Cojo más jabón con la mano mojada y me cubro la polla con él. Mi tranca está dura, enhiesta; la punta brilla rosada, el glande cimbrea. Te agarro por la cintura y te meto el miembro por el ojete. Entra suave; tu gimes a cada empellón. Mi verga te penetra firme pero suave mientras te voy follando el culo. "Te voy a romper el culo. Te voy a llenar el ojete de leche, así aprenderás y harás las cosas bien", el lenguaje procaz te encanta. Te jodo el ojo del culo hasta que me corro dentro.
Me quedo en tu interior mientras los dos jadeamos. Te sobo las nalgas y las acaricio. Te doy unas palmaditas en cada lado. Vuelvo a meterla y a sacarla, hasta que comienza a endurecerse otra vez. Te la meto; la saco. Te la saco, la meto. Tú te coges las dos lunas del culo y las abres. Mi polla entra y sale ligera. Así, me vengo dentro, en el fondo de tu culo, por tu ojete abierto. Tú gimes de placer. Cuando la saco sale por el ojo del culo un reguero de leche caliente y resbala hacia tu chochito, mojando el felpudo negro. Te giras y nos besamos. Tú con la mano agarrando la verga. Yo acariciando tu coño. Manises la polla y te la vas introduciendo en la boca. La saboreas sonoramente. Como haces siempre que me la mamas, la entras hasta el fondo, hasta que tus labios chocan con los pelos de mi vientre. La sorbes. Ya se ha endurecido otra vez. Sigues la felación hasta que gimo desesperado y llego al nuevo orgasmo dentro de la caverna cálida de tu boca. Me vacío en ti.
Cuando te la sacas, te echas a reír y me preguntas: "¿Te ha gustado?". Afirmo con la cabeza. Vuelves a preguntar: "¿Mucho?" Dejovescapar un "ufffff" largo y nos besamos. "Mañana me toca a mí; ve pensando en tu juego, pero quiero que me hagas correr tres veces". Nos reímos con nuestras cabezas unidas por la frente. Por hoy hemos acabado nuestro juego pactado, y yo voy pensando ya cómo satisfacerte al día siguiente.