Cuentos de la abuela. (bebe1-3)

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 Recién cumplidos 10 años,  saliendo al encuentro de su gran amigo Unicornio llamado Joss,  escucho un gran estruendo dirigiéndose a él, cuál fue su sorpresa encontrándose  con un “Lamasu”.

--Abuela  ¿eso qué es?, preguntándole uno de los nietos.

--Cariño es un poderoso ser místico, inaccesible para cualquier ojo, incluso para los seres místico. Son seres con cuerpo de toro gris, cabeza de un  ser  humano varón, las alas  de un Águila, inteligencia del hombre. Es un verdadero protector, de todas las antigüedades de templos, santuarios y de todo lo sagrado, lucha contra el mar. Sabe de leyes, orden y diplomacia, ofreciendo sus conocimientos ancestrales a quienes lo necesitan. Poseen capacidades mágicas, pueden curar y regeneradoras. Son los más altos en el gremio de lo místico incluso los más malvados delante del, son dóciles corderitos.

--Abuela sigue, abuela.

-- Todos en el bosque escucharon el estruendo, asustados y preocupados por Anjara salieron corriendo, pues cual fue su sorpresa cuando vieron a la niña acariciando a  este ser, quitándole del ojo una astilla y curándole una ala.  El ser místico se encontraba inconsciente de la caída, despertándose en los brazos de la niña se quedo prendado al descubrir lo que había hecho por él. Sintiendo su alma pura y sus poderes, se quedo sin habrá. La niña empezó a hablarle telepáticamente y el ser le pidió que se alejara un poco. Lamasu, con sus poderes termino de curarse y al terminar el bosque estaba lleno de seres mágicos y animales, pues se había corrido la voz de lo que estaba pasando ahí. Después de curarse y delante de todos le dio las gracias a la niña por lo que había hecho por él, diciéndole;

-- De agradecimiento mi joven vida te daré un gran poder,  (dirigiéndose a la niña) poniéndole las manos en la cabeza y delante de todos le dijo, te daré el don de la sabiduría, te daré el don del conocimiento infinito, serás el protector de todos los bosques de la existencia del ser humano, cuidándolos  y  serás  consejera del que lo necesite, dándote todos el lugar que este poder determina, sin dejar de ser humana ni perdiendo tu esencia. Y dirigiéndose a todos los que se encontraban allí, les dijo, y a vosotros   como misión  os dejo, protegerla  y permitiendo  dentro de lo que podáis  que siga siendo humana, porque en verdad os digo; no hay mas gozo que quererse  siendo lo que uno a nacido. Dicho esto desapareció, no sin antes desearle a la niña felicidad eterna.

Pensando la abuela que se habían quedado dormidos, cuando iba saliendo de la habitación uno le dijo;

--abuela  sigue no te vayas. Ella se volvió y dándole un beso en la frente le respondió;

--cariño todos tus hermanos duermen, cierra los ojos y duérmete tu también, mi vida ya es muy tarde. El niño con lagrimas en los ojos le dijo;

--abuela tengo miedo de los duendes, ¿y si vienen a por mí? La abuela con una sonrisa y secándole las lagrimas le respondió;

--hijo son cuentos, leyendas y nunca antes un duende le hizo daño a un niño, cierra los ojos,  ven abrázame, durmamos juntos.

Diciendo esto los dos cerraron los ojos y se quedaron dormidos tanto la abuela y su querido nieto. Al despertarse al día siguiente, viendo los niños que la abuela dormía con ellos, se pusieron alrededor en la misma cama y les dijo;

--abuela sigue con el cuento, por favorrr, sisisi.

La abuela les pidió desayunar, lavarse y les prometió seguir cuando terminaran de hacer sus obligaciones. Habiendo desayunado, ducharse, vestirse y lavado los dientes, todos se sentaron alrededor de la chimenea a escuchar a la abuela. Así la abuela siguió con el relato.

La  niña fue creciendo y con ello todos los problemas que conlleva ser adolescente,  pues tenía ya 16 años. Se escapaba y toda su obsesión era asomarse en lo alto de una montaña para ver las luces a lo lejos que provenían del ser humano, ella nunca había visto un ser como ella, pensaba que era única en su especie. Un día decidió escaparse y bajar al pueblo, viendo a todas las personas que estaban paseando por sus calles, se fue corriendo, dirigiéndose a la ninfa que la crio, preguntándole por lo que había visto. La ninfa no sabiendo como explicárselo, llamo al consejo y le conto que estaba ocurriendo. Todos allí reunidos decidieron hablar con ella y explicárselo. La niña lo entendió, pero lo que no entendió es que ¿por qué no podía llevar una vida dentro de un orden, lo más normal posible a su especie?, como así lo dijo  ese ser mágico hacia ya algunos años.  Ella quería ir a la universidad, quería ser médico para curar a todos, pues era el único don que no tenía.


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