El juego ardiente del ingeniero reservado del trabajo
Por Afrodita iluminada
Enviado el 07/10/2024, clasificado en Adultos / eróticos
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Ok… Debo ponerte en contexto para que entiendas un poco sobre mí.
Siempre he sido de esas chicas extrovertidas, con mucha fuerza y determinación al momento de expresarse. Básicamente tengo una personalidad arrolladora y me hago sentir donde llego, por lo que necesitaba con urgencia a alguien que tomara control de mí, me pusiera una cadena y me tratara como una perra sumisa… Lo pedía a gritos, pero aún no había encontrado al AMO ideal. Hasta hace poco…
Jaden, el ingeniero reservado que tantas veces me ha reventado el coño en su oficina en pleno horario laboral, se convirtió en mi maestro perfecto.
**CONVERSACIÓN POR WHATSAPP**
TÁBITA ¡Hola amor! Espero que te recuperes pronto. ¡No te llegas a imaginar todo lo que extraño tu verga taladrando mi coño! ¡Me pones tan húmeda! ¡En serio necesito chupártela y que me ahogues con ella!
JADEN ¡Y yo extraño darte duro en ese culo!
TÁBITA Sabes… Estaba pensando proponerte un jueguito por si te aburres durante tu incapacidad. Déjame saber si te interesa.
JADEN ¿Qué tienes en mente? Tengo curiosidad…
TÁBITA Consiste en lo siguiente:
Aquí tú eres el AMO.
Tú me puedes ordenar acciones sexuales a cualquier hora, en cualquier momento, sin importar día, ocasión o situación.
Entre más sucias, retadoras y perversas, más delicioso (pero eso te lo dejo a tu imaginación).
Yo tengo que cumplir tus órdenes sin refutar y enviarte pruebas (fotos, videos o lo que quieras).
No hay excusas, no hay filtros… TÚ MANDAS, QUIERO QUE MANDES en mi placer.
Tu placer es el mío y me pone tan húmeda que tengas control sobre mí
¿Qué opinas?
PARA TI, MI LECTOR: debo confesarte que en cuando mandé las indicaciones y reglas sentí como una corriente invadió toda mi concha y casi al instante una descarga deliciosa de mis jugos empapó mis muslos… Mientras escribía mi perverso juego, yo me daba dedo pensando en cómo sería su reacción.
JADEN Interesante…
TÁBITA ¿Te interesa ser mi AMO
JADEN ¡Claro que sí! Pero… ¿Te puedo pedir tareas a cualquier hora? ¿Estás segura?
TÁBITA Si no lo estuviera, no lo propongo… Eso es lo delicioso del juego… ¡Quiero que me lleves al límite! ¡Quiero mucha creatividad, exijo perversión! Quiero hacer realidad todas tus fantasías…
PARA TI, MI QUERIDO LECTOR: fueron los tres minutos más eternos de mi vida…
JADEN ¡Excelente! Tengo tu primera tarea y la quiero para hoy. Quiero un video donde te chupes las tetas mientras te metes un pepino en tu conchita.
PARA TI MI QUERIDO LECTOR: quedé perpleja… ¡No lo podía creer! La primera tarea de mi ingeniero reservado, lejos de darme miedo, me arrechaba de forma única. ¡Sólo podía pensar en hacer realidad su fantasía!
TÁBITA ¿Cómo sabes que tengo uno en mi refri? ¡En serio me asusta la forma en la que conectamos! En seguida inicio su pedido.
**FIN DE LA CONVERSACIÓN**
Me tomó 20 minutos exactos preparar todo para aquel espectáculo. Escogí lencería de encaje de dos piezas color blanco que acentuaba mi piel color canela. Solté mi largo cabello castaño oscuro y me maquillé resaltando mis labios carnosos con un tono rojo que hiciera lucir ese pepino.
El escenario fue el sofá de la sala de mi casa. Me senté a horcajadas y le di play a la opción ‘video’ de la cámara de mi celular. Empecé con un juego sutil con mis manos recorriendo mis piernas, caderas y apretando mis tetas talla 36B. Liberé la derecha y comencé a jugar con mi pezón, lo jalaba y mordía, recibiendo pequeños corrientazos de placer que contribuían a la humedad de mi sexo.
Era hora de subir de nivel. Tomé el pepino con ambas manos, aún frío por el refrigerador, y pasé mi lengua por uno de sus extremos. Lo sentí delicioso, escurridizo… Seguidamente, lo llené de besos y tomé aire. Llegó el momento de probar la profundidad de mi garganta. Lo metí tan adentro de mi boca que podía sentir como me ahogaba. La saliva se derramaba de mi boca y bañaba mis tetas. Aumenté el ritmo, subiendo de arriba a abajo, pasando mi lengua por todo su grosor, imaginando que era la polla de Jaden y saboreando la idea de convertirme en la puta sumisa de aquel ingeniero, el objeto de su deseo, su perra sucia.
Mi corazón latía a mil y yo quería más. Era el momento de darme duro con ese pepino. Sí, debo aceptar que su tamaño me asustó, pero yo moría por complacer a mí amo. Primero lo babeé lo suficiente para que estuviera bien lubricado… Bajé lentamente y lo puse en mi clítoris. El frío fue un toque refrescante y electrizante. Me lo restregaba mientras miraba a la cámara y le demostraba al ‘Inge’ lo cachonda que estaba.
“¿Te gusta lo que vez”, “¡Quiero complacerte en todo!”, “Eres el dueño de todos mis orgasmos”, susurraba para él ante la cámara, mientras dejaba escapar varios gemidos.
Llegó el gran momento. Mi coño estaba listo para recibir al esperado invitado. Al primer intento, se resistió. Estaba demasiado apretada y estrecha. No sentí un dolor incómodo, pero sí una sensación de placer con energía. NECESITABA seguir intentando. Para facilitar su acceso, acariciaba mi clítoris con mi mano libre y ahora sí. Una parte de ese pepino grueso y verde estaba dentro de mi concha. ¡Qué satisfacción, qué delicia!… Qué arrecha estaba… Me tomó unos segundos asimilar su tamaño. Cuando ya estaba lista inicié movimientos de adentro hacia afuera intercalando la velocidad. ¡Me daba duro y sin piedad!
“¿Esto era lo que quería mi amo?”, “¿Te gusta cómo me lo meto?”, “¡No quiero parar!”, “¡Quiero que seas tú el que me parta mi cuquita”, eran las frases que acompañaban aquel escena que me volvía loca de placer. Al final, la recompensa a mi gran victoria fueron dos maravillosos orgasmos captados en video para mi pervertido maestro.
Cuando volví en sí, me compuse, dejé de grabar y abrí nuestra ventana de conversación.
CONVERSACIÓN POR WHATSAPP
TÁBITA Ingeniero buen día. Mi tarea fue completada. Espero instrucciones.
JADEN Puede enviar la evidencia.
PARA TI, MI QUERIDO LECTOR: ¡Qué nervios! Pero también me sentía poderosa y muy arrecha.
TÁBITA Tábita envió un video: Sólo para sus ojos ingeniero. Ansiosa y atenta a su próxima tarea.
JADEN ¡Ufff maldita perra que rico! ¡Quiero poner mi verga en tu boca y que la chupes como a ese pepino!
TÁBITA ¡Con muchas ganas de que así sea! ¿Sabes qué es lo más delicioso?
JADEN ¿Qué?
TÁBITA Que hoy, con ese pepino que me hizo venir como una desquiciada, me voy a preparar una ensalada…
JADEN Ufff… Que la disfrutes. Ahora puedes volver a tus actividades. Mientras tanto, yo me haré una paja con ese video. Te voy a comprar un collar y una cadena de perro para amarrarte y ahorcarte mientras te la meto en cuatro.
TÁBITA ¡Por favorrrrrrrrrrrr!
**FIN DE LA CONVERSACIÓN**
Mi segunda tarea llegó y vaya que el ‘Inge’ tiene mucha creatividad. Por lo pronto, sigo haciendo realidad TODAS sus fantasías, como contarte mi experiencia…
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