Vivíamos una vida llena de la parte espiritual, en una comunidad de la costa de Colombia, allí estábamos haciendo los trabajos de la iglesia y atendiendo a las personas que tenían necesidad espiritual, el tiempo transcurrió en ese sitio, que al inicio era como una penitencia para nosotros, pues al llegar todo el mundo era de piel oscura, y todo el mundo tenía una máquina de sonido poderosa que hacía imposible la convivencia normal en familia, y cosas como ver televisión etc. etc.
Para nosotros todo era raro y veíamos a la gente como personas feas, los modos de vestir, sus apariencias toscas, y todo el tiempo mal vestidos y tomando licor, era un choque cultural.
Pero con el tiempo las cosas fueron tornándose normales y empezamos a ver a la gente más agradable cada vez, yo me sentía bien y confiado pues mi mujer es una joven rubia que resaltaba entre todos en ese lugar, y no veía atractivo a nadie.
Después de estar allí un tiempo noté que por ser tan jóvenes en realidad todos nos deseaban, las mujeres me deseaban a mí y tuve muchos ataques, me decían cosas en doble sentido, inventaban sueños conmigo, me pedían visitas a sus casas y cosas semejantes, con mi esposa era diferente, ella era solo mía y a mi lado siempre, o en la casa, hasta que tuvimos la oportunidad de tener un celular, allí noté que muchos hombres estaban tratando de conquistar la, era muy morboso tratar de estar con una mujer limpia, blanca, diferente a todas las demás y sobre todo muy recatada, un día descubrí algo que no esperaba, mi mujer tenía un par de amigos por la red.
Y con uno de ellos se mandaba fotos y chateaban incluso le decía amor, y le contaba de mis viajes, y de cuánto me demoraría en regresar, y lo peor.... ya habían tenido sexo, algo que jamás me imaginé de ella.
Mi vida quedó en choque, no sabía que hacer, siempre la vi como una mujer tipo ángel, pero se me olvidó algo, ella es una persona que tiene deseos y sensaciones.
Yo llegaba a la casa después de trabajar de un viaje de 3 días en adelante y la encontraba como un ángel linda sin manchas ni arrugas, normal pero no.... ya había aprovechado mi ausencia para descargar con su amigo sus ganas de experimentar su sexo con alguien más y yo ignorante de todo solo llegaba y le daba un beso tal vez ella acababa de chuparse la verga del amigo.
Mis pensamientos me mataban al enterarme del hecho, y pensaba como Dios iba a permitir que a mí me sucediera eso?
Si yo estaba en su iglesia?
Las cosas se tornaron difíciles cuando yo me enteré de todo, ella me contó cómo sucedieron las cosas, iniciaron chateando y tomando confianza, y después acordaron ir al apartamento de él, donde la desnudó, le chupó las tetas, luego la chipó abajo (cosa que yo no hacía porque ella se negaba y le daba pena ofender al señor) entonces yo no dejaba que me chupara el pene porque era igual, pero me contó que a él amigo le chupaba el pene por largos minutos por que a él le gustaba, y a ella también, me contó de sus cogidas, y que el tipo le daba hasta una hora de verga sin descansar y sudando demasiado, mientras yo a veces discutía con ella porque no demoraba nada en la cama... me sentía humillado y trate de salvar mi matrimonio, peor estaba muy confundido, decidí guardar en secreto mi momento no le dije a nadie, soporté hasta que todo pasó.
Un día el marinovio de ella, tuvo un accidente y no se pudo reponer de eso, ella sufrió en silencio su perdida y yo también al ver que ella sufría por otro.
Pero me atreví a pensar diferente, y dije si ella quiere ser una puta, le voy a ayudar, así que me decidí a hablar con ella de tríos y encuentros secretos, y fue así que contactamos a una persona desconocida, era un chico llamado Luis, era grueso y el doble de tamaño que ella, hacia contraste con su piel blanca pues era un negro, parecido a los de las películas, ese día la llevé al hotel, estábamos vestidos de ropa elegante y el negro llego con un jean y un suéter, al inicio fue suave y la desnudó y la chupo por todas partes, sacó su verga y era grande y torcida hacia arriba, y muy cabezona, yo aun pensaba que cuando el tratara de meter le la verga a mi mujer algo pasaría y no entraría pero eso no pasó, el tipo le puso algo de saliva en la entrada de la santa cuca de mi mujer y la agarró por las santas caderas y se lo puso hasta el tallo dentro, yo gravé y solo veía las pelotas grandes del negro colgar y ella a gemir como una mujer normal, ella me miraba con timidez y sonreía mientras yo le decía al negro dale más duro por favor, más duro que ella sienta que esta por estallar, así que ese día le dieron como a rata en valde, con el repetimos dos veces, luego cambiamos de negro, y un día me dijo no quiero estar más en la iglesia, me gustan mucho los hombres, en especial los negros que la tengan grande, así que debes decidirte por otro trabajo porque no me siento cómoda en esto.
Y decidimos trabajar en otros asuntos.
Desde allí me propuse a que tenía que hacerla una mujer normal, libre sin prejuicios, y después les cuento lo del segundo negro.
bye
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