De lo que había antes del Principio

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Al principio solo hubo Caos ,¿pero qué hubo antes del Principio?. Nadie lo sabe porque de lo que hubo Antes nada ha quedado salvo yo y sólo yo puedo contarlo porque En el último Momento subí  a mi nave y escapé a otra dimensión.

 Éramos nueve planetas y nueve civilizaciones.: Las más avanzadas del Universo, pero también las que primero abandonaron a sus Dioses. Por ello, los Dioses se fueron desvaneciendo poco a poco hasta desaparecer  y el Caos se aprovechó de ello.

  Escudriñabamos los cielos nocturnos  con avidez y anotábamos todas las estrellas que había en el firmamento. Las catalogamos todas y les pusimos nombres de forma metódica , obteniendo un  gran regocijo con ello, ya que antes que nada éramos Seres Racionales, y nos encantaba contar y clasificar. Mientras ,  los templos fueron desmoronándose y cubriéndose de vegetación, nadie nunca más acudió a ellos.

Una noche apareció una Estrella más brillante que las demás , una nueva estrella.

¡Viva! Gritamos en los nueve planetas, y nos enviamos mensajes a través del espacio felicitándonos por la Buena Nueva .Una nueva estrella que estudiar .¿De dónde venía? ¿Cuál era su Masa?¿Tendría atmósfera?.  Para responder a tantas preguntas se organizaron comités a lo largo de los Nueve Planetas: Lo que nadie sabía  es que esa nueva estrella era el Caos.

 Por aquel entonces ninguno sabíamos que era el Caos en realidad. Pero el Caos ha existido siempre y  ha recibido muchos nombres: El Final de Todo, La Devastación Suprema.. y uno mucho más esclarecedor por encima de los demás: El Devorador de Mundos. Algunas de las mentes más sabias de otras dimensiones aseguran que el Caos es un dios, un dios hambriento y que éste viaja a través de las dimensiones y el tiempo , como una hoja de otoño que pasa de un arroyo a otro , o como un cuchillo que va cortando el aire y la carne. Cuando el Caos llega, si los dioses son jóvenes y fuertes, y si, lo que es aún más importante, los habitantes en Ese Universo creen fuertemente en Ellos, entonces el Caos se manifiesta débil y pequeño y salta huyendo rápidamente a otro Plano, a otros mundos. Pero nosotros ya  no teníamos Dioses.Ni siquiera uno pequeñito..

  Solo unos pocos meses después comprobamos con terror a través de nuestros telescopios que aquella Estrella se había convertido en un terrible remolino de fuego que iluminaba funestamente toda la galaxia y que crecía día a día, por lo tanto en los nueve planetas jamás volvió a ser de noche. Aquel Ser hambriento , girando y girando, fue devorando todo lo que iba cayendo en sus tentáculos de fuego. El Caos , cuanto más engullía más grande se hacía y su apetito insaciable crecía a la par sin fin.

  Presas del pánico, las nueve civilizaciones se unieron por primera vez y montaron otro comité. No eran precisamente humildes, porque creyeron que  con su poderosa tecnología serían capaces de parar aquella espiral ignominiosa que amenazaba la supervivencia del Universo que conocían y por ende de todos los que vivían dentro de él. Un pequeño anciano que vivía en un pequeño planeta apareció un día en el Gran Comité del planeta central , y dijo ante el Gran Consejo de Filósofos :

-“Preparad las naves para huir, ya que no hay ni Esperanza ni Salvación para todos nosotros: Hemos dado la espalda a nuestros dioses, los únicos que podrían haber hecho frente a La Gran  Aberración ( otro nombre más para el Caos..)”

Ni que decir tiene que una gran risa generalizada estalló entre todos los miembros del Comité.

 El anciano se encogió de hombros y se fué por donde vino. Yo fui el único que no se rió. Abandoné la Gran Sala por la puerta de atrás y comencé a construir un cohete en el patio de atrás de mi casa. Mis vecinos creían que estaba loco.

Solo unos días antes de la gran Devastación, después de lanzar misiles termonucleares y otras mil locas ideas contra el Caos (.. una de las ideas incluía una gran aspiradora espacial en un intento absurdo de aspirar al Caos) , los grandes Gurus de los nueve planetas se dieron cuenta del Grave Error: el Devorador de Mundos no podía ser destruido. Hubo gritos y desesperación. Mucha gente rasgo sus ropas y salió a las calles tirándose de los pelos, envueltos en lágrimas. Otros la emprendieron con los sabios del Comité y quemaron y sembraron la destrucción en el Palacio del Gran Consejo.

Sólo unos segundos antes, la gran Boca de Fuego, se abalanzó sobre los nueve planetas. Y sólo un segundo antes monté en mi cohete y escape del Caos. El Mundo que había conocido había desaparecido para siempre.

  Pero el Caos no se detuvo ahí, siguió devorando con avidez y creciendo desmedidamente. Y engulló el último planeta, el último asteroide, el último cometa, la última estrella y la única luz que quedó  fue la de su propio ígneo fulgor. Aun así , el hambre seguía rugiendo en su interior, un hambre atroz, insaciable, por lo  que empezó a  devorar la materia de la que estaba hecha el mismísimo Universo.

 Finalmente solo quedo una cosa: el Tiempo. Cuando comenzó a devorar el Tiempo mismo, notó como mientras iba engulléndolo Su propia Fuerza iba disminuyendo, y sus llamas terribles iban apagándose.. y sentía que se ahogaba..pero no podía parar.. Sólo entonces , en un pequeño y recóndito rincón de su ser, donde había aun una pequeña chispa de inteligencia,(de aquella inteligencia que era enormemente astuta y preclara en aquellas ocasiones en la que el Caos era un ser pequeñito pero que Ahora apenas tenía el tamaño de una nuez),en aquel rinconcito se hizo la luz y supo que se estaba muriendo..que la fuerza más poderosa del universo no era el Caos, sino el Tiempo, porque sin el Tiempo Nada Puede Existir.

Sintió como todo su ser se iba congelando , ahogando, porque el Tiempo iba estrangulándolo con sus frios dedos. Apenas tenía ya fuerza para dar un bocado más, (tampoco quería ya dar más bocados) y cuando estaba al borde del colapso y la desaparición, reunió las pequeñas fuerzas que le quedaban y pego un salto terrible haciendo estallar en pedazos lo poco que quedaba de aquel Mundo y huyendo así a otro plano.Y el tiempo, tras dos tic tacs parado, se volvió a poner en Marcha y nuevo Universo surgió. Uno aun pequeño, casi un bebe.. y de aquellos pedacitos que quedaron flotando del anterior aparecieron dos pequeñas llamas. Dos pequeños dioses acababan de nacer..


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