LA VISITA DE UN TAL DIOS 2 (FINAL)
Por franciscomiralles
Enviado el 02/05/2025, clasificado en Cuentos
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-Buena pregunta- admitió el Jefe-. ¿Y de qué os sirve la inteligencia emocional; vuestra capacidad de comprensión? Porque vosotros no soís una isla perdida en el oceáno. Soís una sociedad. Me preguntaste sobre el sentido de la vida. Yo os he creado sí, pero vosotros soís los responsables de que las cosas vayan mejor o peor.
En aquel instante en la Capilla Sixtina irrumpió el Secretario General del Papa con apremio y se dirigió a éste sin atreverse a mirar de frente al Jefe Supremo el cual le informó:
-Santidad. En la entrada hay una gran cantidad de fieles enfermos de todas clases que solicitan ser visitados por...por el Señor Dios para que éste obre un milagro en ellos y los libre de sus dolencias. ¿Qué hago? ¿Les dejo entrar.
- Ya lo habéis oído Señor. Tened misericordia de estos desgraciados. Si lo hacéis la gente creerá más en vos - le suplicó el Papa a su Jefe.
- Ya me gustaría hacer milgros. Pero mi mayor milagro es la vida misma en la que va iimplicita la sabiduría humana y yo no puedo alterar el curso evolutivo de la Ciencia. Que los enfermos sigan las prescripciones de los médicos- respondió Dios, dejando a todos pasmados.
Posteriormente el Secretario General del Vaticano volvió a dirigirse al Papa y le dijo:
- En la entrada hay los representantes de todas las televisiones del mundo que quieren tener una entrevista con... el señor Dios - volvió a titubear el Secretario.
-¡¿Cómo la televisión?! No los quiero ver. ¡Que se vayan! - saltó iracundo la Entidad-. En la tele no hacen más que bobadas sin sentido, para alentar el morbo y la ignorancia de la gente. Por otra parte, sus editoriales cobran de los partidos políticos y manipulan al espectador. Parece mentira que haya sujetos con estudios superiores que se dejen deslumbrar por estas patochadas. La televisión es un gran invento, pero su programación es una bazofia.
Pero Señor, tenga piedad de los medios de comunicación. Si hay programas basura es porque hay mucha gente sencilla, que los ve y hay que respetarla - le dijo el Papa a su Jefe, quien en sus ratos libres y a escondidad veía el canal más populista que había en el que emitían cotilleos del corazón.
Seguidamente, el padre Robert anunció que en la entrada había políticos de todo el mundo que deseaban saludar a su Creador.
. - Me niego a recibirlos. Ellos con su demagogia y su odio hacia el adversario son los que crean la bipolarición en la sociedad para satisfcer sus propios intereses.
- Pero Señor. En el Vaticano somos diplomaticos. ¿No dice su Excelencia que hay que estar bien con todo el mundo? - dijo el Papa.
- Bueno. Recibidlos vosotros, ya que también soís políticos.
Tras aquella penosa revisión de Dios al Vaticano éste se fue a dar un paseo por la ciudad, y se adentró a un bar a tomar un refresco. En la barra del mismo había un cliente que se le acercó.
- Su cara me suena - le dijo el cliente-. ¿Cómo ha dicho que se llama? - quiso saber.
- Le seré sincero. Me llamo Dios.
Huy, que gracia. Pues yo soy James Bond. ¿Sabe qué? Yo pienso que todos somos chispas de la misma hoguera.
- Pues eso mismo digo yo. Pero parece que hay mucha gente que no lo entiende.
FRNCISCO MIRALLES PÉREZ
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