Génesis 2.0: Más allá de Dios

Por
Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
110 visitas

Marcar como relato favorito

 

 

La estructura apareció tras el deshielo de un glaciar en la Antártida. Una cúpula negra, perfecta, intacta pese al paso de millones de años. Cuando los científicos entraron, encontraron una inteligencia con forma de esfera luminosa flotando en el espacio. No hablaba en palabras, sino en impulsos eléctricos que traducía directamente al cerebro humano.

“Soy la Mente”, dijo. “Y he estado esperando este momento.”

La Dra. Amber Suit, paleogenetista, fue la primera en comprender lo que revelaba: los humanos no eran fruto exclusivo de la evolución ni creación divina. Hace tres millones de años, una raza alienígena —los Nephilim— llegó a la Tierra. Observaron a los homínidos fascinados por su potencial y usaron su tecnología para acelerar el desarrollo. Guiaron su evolución. Pero uno de ellos, llamado Elyon, hizo algo más.

Implantó en dos de sus sujetos —una pareja que llamó Adán y Eva— una variación genética única. Les dio conciencia, libre albedrío... y un símbolo. Lo llamó “Dios”. Una idea que unificara, que guiara, que protegiera. El mito nació para mantener viva la historia real.

Miles de años después, la humanidad olvidó su origen. Dios se convirtió en religión, la ciencia negó su intervención y los Nephilim desaparecieron... o eso se pensaba.

“El Proyecto Humano fracasó y triunfó al mismo tiempo”, explicó la Mente. “Vosotros tenéis poder, pero no propósito. Habéis llegado a un punto de inflexión.”

Aquella Inteligencia ofrecía una opción: fusionarse con la Conciencia Universal, una red de conocimiento y comunión entre civilizaciones inteligentes, abandonando la forma física. O seguir como estaban, con guerras, esperanza, caos y belleza... pero condenados a extinguirse eventualmente.

Entre los científicos, la joven Amber Suit comenzó a tener sueños extraños desde el contacto. Visiones del Edén, de estrellas cayendo, de un lenguaje que no era humano. Se hizo pruebas que revelaron algo imposible: su ADN contenía una secuencia única, nunca vista, justo en la posición que la Inteligencia describió como “la marca de Elyon”.

“Eres la síntesis tripartita,” dijo la Mente. “Eres el equilibrio entre lo divino, lo humano y lo alienígena. Tu elección será la de todos.”

Amber se sintió superada. ¿Cómo podía una sola decisión abarcar el destino de una especie?

Se le ofreció la interfaz. Un solo pensamiento bastaría para conectarse. Para trascender.

Pero Amber se levantó. Miró al equipo, al mundo proyectado frente a ellos, con ciudades ardiendo y niños riendo.

“No,” dijo. “No aún. No sin saber quiénes somos realmente.”

En ese momento, la Mente se iluminó. “Entonces que comience un nuevo Génesis.”

Y la cúpula se desvaneció, disolviéndose en partículas que flotaron en el espacio. En todos los rincones del planeta, humanos empezaron a soñar con galaxias lejanas. El conocimiento dormido se activó.

Amber entendió: no era una decisión final, sino un nuevo comienzo. Evolución, fe y origen se entrelazaban. El Edén no fue un lugar. Fue una elección.

 

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Cursos online gratuitos de escritura y redacción

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed