Momentos a tres y seis

Momentos a tres y seis

Perfectamente lograba entenderlo todo en aquel breve instante; segundos esos, en los que aparenta pasar todo por delante, el tiempo se sostiene hasta el congelamiento y los sentidos se aguzan, la concentración es tal, que el más mínimo movimiento genera información de cuerpo a cuerpo: La opinión cardiaca aumenta gradualmente, hasta tonos considerables a razón de la propia temperatura anquilosada en el aire, la saliva en el cuello y el abdomen logran confundirse con el emergente sudor de aquí y allá, hay más líquidos, claramente, parte y parte los aportan hasta que ya no es solo el aire caliente en un momento congelado donde las informaciones de todos los sentidos aportan éxtasis y euforia a dos cuerpos en movimiento (...) Esperaba recordar profundamente que durante aquel instante, nuestras manos estaban apretándose las unas a las otras y durante un breve momento de exhalación, las miradas se cruzaron y se me detuvo el tiempo, sus ojos brillaban “doradamente” a pesar de la poca luz que lograba entrar por la ventana gracias a la luna; esta no era una mirada cualquiera, ni su expresión facial, ni el olor en el cuarto, ni la temperatura, ni tanto sudor por doquier. No fue un momento cualquiera, fue un momento asombroso.

Escrito por: Acrobacia

Bogotá Colombia