Me cansé de buscarte.
De hablarle a una pared disfrazada de silencio.
De imaginar cómo te sentís, porque vos no tenés el coraje de decirlo.
Me acusás de inventarme películas,
pero ¿cómo no voy a hacerlo si no me das una sola escena real?
¿Querés que adivine? Que no cuestione, que no sienta, que no moleste.
Te faltan ovarios para amar de verdad.
Para bancarte lo que un vínculo necesita: presencia, empatía, entrega.
Y no, no merecés mi amor. Ni mi preocupación. Ni mis desvelos.
Me hiciste lo mismo que te hicieron.
Y yo, ciego de amor o de bronca,
hice lo mismo que hiciste.
Repetimos el daño como un idioma heredado,
sin querer, pero sin evitarlo tampoco.
Y así, como te diste cuenta,
me di cuenta yo también:
no se puede recuperar lo que se rompió entre dos
si sólo uno intenta juntar los pedazos.
Me duele darme cuenta,
pero te amé más en mi cabeza que en la realidad.
Me enamoré de una versión tuya que ya no existe —si es que alguna vez existió.
en el momento que que vamos a romper la distancia
indica la basura que sos. nadie me quita el sabor de la decepción
de haber conocido una basura como vos
Y ya está. No te voy a buscar más.
Porque me cansé de mendigarle amor a alguien que no sabe —o no quiere— darlo.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales