Una mansión que acoge infinidad de orgías (15) (2ª parte)

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Vega mostró gran interés en una pareja tan extravagante como la nuestra y desde que nos vio entrar por la puerta de El Edén no nos perdió la pista. Desde su monitor iba cambiando, unas veces a la habitación 38 y otras veces a la habitación 37, para ver qué hacíamos Sonia y yo con nuestros respectivos amantes.

Mientras me recupero de la gran descarga de esperma que solté sobre las caras de estas dos zorras, me dedico a comerles la almeja. Las chavalas van colocando sobre mi rostro, de forma alterna, sus respectivos chuminos. Se colocan en cuclillas apretando su entrepierna contra mi nariz y boca. Una corrida por chocho me tragué, antes de recuperar la erección de mi picha, por segunda vez.

Una vez mi verga enhiesta, me siento en un sofá y una de las chicas se sienta sobre mí, de espaldas a mí. La otra fulana hace de mamporrera y se dedica a lamer huevos, polla y coño. En ocasiones, desengancha mi polla del chocho de su amiga, para pegarle unas fuertes chupadas. Pretende que la follada dure poco, haciéndome eyacular cuanto antes. Pero yo, cuando eyaculo la primera vez, en el segundo asalto aguanto mucho… y ya en el tercero, puedo estar toda la noche dando fuelle sin parar.

Las chicas se van turnando a la hora de montar en el tiovivo. A veces se colocan dándome la espalda y en otras ocasiones de cara, empitonándome con sus tetas. Me comen los pezones y yo chupeteo los de ellas.

Se colocan a cuatro patas, en paralelo, y yo me las voy zumbando, cambiando de chumino cada quince estocadas. También, al ser tan menudas y delgadas, no me cuesta nada el cabalgarlas de pie, ellas abrazadas a mí como koalas, primero una y después la otra, por supuesto. Tuvieron dos orgasmos más, cada una, en la hora y media de fuelle, en diferentes posturas del Kama Sutra. Me dicen que ya no pueden aguantar más, que les escuece el chocho, y decido correrme. Lo hago sobre sus caras. Se lamen y morrean entre ellas pasándose mi lefa de boca en boca, hasta que se lo tragan todo, a partes iguales.

Suenan unos toques en la puerta, es un botones que nos trae un tentempié. Abro la puerta y el camarero introduce un carro con comida y bebidas en el interior de la alcoba. Observo, que un chico cruza por el pasillo, dirección a la puerta de la habitación donde está mi mujer con sus tres amantes congoleños y golpea en la puerta. Este chico no lleva carro de comidas y bebidas. Le doy al botones una propina, el chico da las gracias y se retira. Antes de irse lo paro y le pregunto:

--¿Quién es ese chico que entró en la habitación de al lado?

--Es Johnny. Es el chico que se dedica, entre otros cometidos, a lamer a las chicas el esperma que sus amantes les dejan repartidos por todo su cuerpo y luego se lo traga. Es un cuckold que muchas hembras contratan, para humillar a un hombre y echar unas risas.

--Muchas gracias por la información –le digo al camarero, dándole un suplemento a mayores a la propina anterior.

Me dispongo a tomar el tentempié con mis dos fulanas asiáticas, cuando suena el teléfono.

--Hola soy Vega, la guarda de seguridad. Vente a la garita de control que me has puesto como una moto. ¡Vaya manera de comer bollos! Estoy deseando que me relamas y sorbas la concha. También, aprovechando que eyaculaste dos veces, quiero que me montes, durante horas. Supongo que aguantarás bien. Y ya de camino, te pongo el video de la habitación 38, para que veas en diferido la salvaje follada de tu mujer con sus tres fulanos.

Acepto la invitación y dejo a mis chicas asiáticas con su merecido aperitivo. Me despido dándoles unos severos morreos.

Mientras llego a la garita donde se ubica Vega, esta hace zapping a la habitación 24. Allí se encuentra un eunuco que se dedica a hacer masajes eróticos de cuerpo entero. El hombre, que se llama Luis, a este tipo de masajes los llama “Reflexología de Cuerpo Entero con Lengua”. Se los practica a mujeres y a hombres por igual. No hace discriminaciones.

Luis tiene 66 años. Su pensión no es muy grande y se saca un sobresueldo lamiendo cuerpos (desde el cuero cabelludo, incluido el cabello, hasta la punta de los pies, incluyendo una pedicura [con sus dientes les corta e iguala las uñas de las manos y de los pies a sus clientas y clientes]).

Sus sesiones duran 3 horas y las chicas y los chicos que asisten a ellas tienen la opción de aceptar un “Special Happy Ending with Tongue”, como remate de sesión. Luis oferta una gama muy variada de masajes eróticos y exóticos. Solo utiliza su lengua, ni manos, ni mucho menos su miembro viril (pues fue castrado para la ocasión [para no tener la tentación de practicar la prostitución como gigoló o como chapero, algo que repugna, por cuestiones morales y religiosas], y no tiene ni testículos ni pene).

En este momento se encuentra con un matrimonio. Tanto la mujer como el hombre están acostados boca abajo sobre unas camillas. Luis tardará unas 6 horas en recorrer con su lengua puntiaguda ambos cuerpos: pelambrera de ella y cráneo rapado de él, frente, ojos, nariz, orejas, mofletes, labios, pómulos, cuello, espalda, brazos, manos, nalgas, pubis (provocándoles a sus clientes unos intensos orgasmos), muslos, pantorrillas y pies. En el coño y en la polla, si sus clientes se lo piden, Luis se puede ayudar de sus manos. Pero si sus clientes no le dicen nada, el Eunuco Lengüetas (como le llaman por la mansión), tendrá que conseguir que sus clientes se corran, utilizando únicamente su lengua (ni labios, ni interior de la boca).

Vega se puso a tono viendo a este guarro dando miles de lenguaradas. El eunuco, para salivar, en ocasiones bebe de un vaso. Este contiene orina de sus clientes.

Por fin llego a la puerta de la garita. Toco tres veces. Me abre la segurata.

Vega me pareció una chica pizpireta. Es muy coqueta y presumida. Pronto descubrí que su apariencia de muñeca con trenzas rubias no tiene nada que ver con su verdadera personalidad. Es un zorrón verbenero de aúpa. Una guarra insaciable.

--Entra y mira a la puta de tu mujer cómo disfruta con sus tres superhombres de ébano, ¡cabrón consentidor! --me suelta Vega, mientras pone en la pantalla de plasma las imágenes del video donde mi chica se lo monta con tres negrazos.


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