"Primera vez con su voz"

"Primera vez con su voz"

La primera vez que la escuché, no la vi.
Solo su voz, suave y profunda, rozando mi oído, como si supiera exactamente lo que deseaba escuchar.

—Cierra los ojos —me dijo.
No dudé. No porque fuera sumisa, sino porque su voz tenía algo que me guiaba sin esfuerzo.

La habitación estaba impregnada con un aroma cálido y suave. El aire estaba cargado, pero no era solo calor lo que sentía.

—¿Sientes el deseo? —me preguntó.
Su voz era como una caricia que me envolvía.

Me vendó los ojos con una cinta de seda, y el mundo exterior desapareció. Solo existía ella, su presencia.

—Confía en mí. —La suavidad de sus palabras me hizo temblar, no de miedo, sino de algo más profundo.

Sus caricias fueron delicadas al principio, como si probara cada rincón de mi piel, como si intentara conocerme de nuevo, de una manera que no podía entender.

El susurro de su voz era lo único que guiaba mis pensamientos, mis sensaciones. En cada palabra, en cada pausa, sentía que algo profundo se despertaba dentro de mí.

No tocó mi cuerpo de manera directa, pero su cercanía me hizo sentir su presencia en cada rincón de mi ser. El tiempo se detuvo mientras me sumergía en el deseo, sin ver, pero sabiendo que cada gesto suyo estaba dejando una huella en mi alma.

Cuando finalmente me quitó la venda, no necesité preguntar su nombre. Porque sabía que, a partir de ese momento, siempre estaría presente en mi mente, incluso cuando no pudiera verla.

—No necesito que me veas —dijo suavemente—. Solo necesito que me sientas.

Gracias por leer, mis lunáticas. Este fue mi primer susurro para ustedes. ¿Les gustaría conocer más sobre “ella”? ¿Qué harían si solo pudieran sentir y no ver? Las leo...

Con deseo,
Danik