Dos contra mi sola

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Era un día lluvioso, y siempre he sido una chica que la lluvia le genera un tipo de deseo sexual o estar con alguien, vivo sola y en mi casa hay un jardín que siempre tuve fantasías de hacerlo en un día lluvioso al aire libre, así pues; le escribí a un amigo llamado Adrián y le comenté que tenía ganas de tomar algo que llegara a la casa, hemos sido amigos de mucho tiempo y de algún modo él me había gustado y yo sentía lo mismo de él, al rato llegó con Diego otro amigo en común, yo estaba muy hot y llevaba un babydoll de tela transparente y mis tetas y mi trasero  se podían aprecias casi bien, vi que ellos se sorprendieron al verme vestida así, pero pasaron adelante y normal.

  Nos fuimos para el jardín de la casa, ahí se sentía la brisa de la lluvia y comenzamos a tomar, ellos llevaban vino tinto y yo tenía vodka en casa, estábamos contando historias y riéndonos, hasta que el alcohol comenzó a calentarme más, y por lo que  miraba a ellos también, hasta que Adrián se le salió decirme “nunca te había visto vestida así, te ves preciosa” me acerqué a él y lo abracé, mis tetas pegaron con tu pecho y me susurró “pude sentir eso” y le contesté  “tócalas si quieres”, sin ninguna pausa el comenzó a tocármelas y a besarme de una manera súper apasionada como si me desease de mucho tiempo, le dije que me Las chupara y mordiera y él lo hacía de una manera deliciosa.    Diego se puso incómodo y sugirió irse, pero le dije que se quedará, me acerqué y lo besé también, nos fuimos calentando de más los tres, desabrocharon sus pantalones y pude ver sus penes erectos y deliciosos, siempre había querido dos hombres contra mi sola, Diego me dijo “quiero que te la tragues toda” me puse de rodillas y comencé a chupársela a darle mordiscos y besarle y pasar mi lengua por la puntita de su verga, luego siguió Adrián, tenía una verga gruesa y venosa y apenas me cabía en la boca, me levanto del suelo y me beso como loco, mi cuello, mi boca y de una me arranco el babydoll, mientras Diego me tocaba y me daba nalgadas.

Quiero cogerte dijo Diego, me puso contra una pared, y sin pensarlo mucho me enterró su verga, solté un gemido y fue acelerando sus movimientos mientras me jalaba del cabello, me ahorcaba y me daba nalgadas, su penetración era cada vez rica y le decía “que rico me coges, me encanta tu verga” me llevo a un sofá, se sentó, y yo me subí encima de él, agarraba como loco mis tetas y me las mordía, en eso se acerca Adrián y me dijo “¿quieres que te Lo meta por atrás?” Yo nunca había experimentado sexo anal, pero gustosa le dije que sí, mientras Diego me cogía rico, Adrián me lubricaba con su saliva mi ano, y luego lo metió de poquito en poquito, era enorme su verga y me dolía demasiado pero lo estaba disfrutando, de pronto la metió por completo y comenzó a acelerar y a jalarme el cabello, me decía: “que rica estás, siempre había querido cogerte, tus tetas están sabrosas, etc. mientras Diego me cogía por mi vagina, estaba teniendo doble penetración y gemía más y más fuerte, le dije a Adrián que me echara su lechita en mi ano y Diego en mi vagina, fueron acelerando más y más, entre nalgadas y ahorcándome, cuando sentí algo calientito en mi ano, y luego sentí cómo Diego terminaba en mi vagina ufff, lo estaba disfrutando demasiado.

Diego después de que terminó todavía tenía su pene erecto, y me dijo ahora te quiero coger por atrás, me levanto del sofá y me inclino de espalda contra una mesa, y comenzó a metérmela, con movimientos circulares, me daba nalgadas y me metía los dedos en la boca, estuvimos así un rato, hasta me puso de rodillas y me echó su lechita en mi cara.    Adrián se fue y yo me quedé con Diego, ya era la noche y nos fuimos a acostar, otra vez nos calentamos yo tenía puesto un hilo, me lo hizo a un lado y comenzó a penetrarme rico de lado otra vez por mi vagina, luego me puso en cuatro y me dijo “te quiero coger ese culo” mis nalgas estaban levantadas y me lo enterró de una, y ahí me echó su lechita, nos acostamos y tuvo su verga un rato en mi vagina mientras nos dormíamos.

Al día siguiente él se fue. Él y yo nos seguimos viendo de vez en cuando.


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