Fui el banquete (2)
Por RELATOR
Enviado el 20/05/2025, clasificado en Adultos / eróticos
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Pronto estaba rodeada de los otros machos, que igual me ofrecían sus trancas, mientras sus mujeres se daban sexo entre ellas. Mientras chupaba con deleite la polla de Oscar, masturbaba a Arturo y a Carlos. Fui turnando mi boca entre esas cuatro vergas. La de Esteban era la más gruesa, casi no me cabe en la boca; la de Arturo era la más larga y delgada; y por ende fue la que me penetró más profundo la garganta. Carlos, la tenía como la de mi esposo, siendo la menos grande, pero igualmente apetecible. Con cada mamada me excitaba más hasta sentir como mis fluidos corrían por mis piernas.
Esteban, fui el primero en correrse, desparramando su semen sobre mis gafas, mi nariz y mi boca. Siguieron Carlos, que meneando su polla vertió su leche sobre mi frente y mi cabello. Arturo, quitándome los anteojos llenó mi rostro con su semen, y finalmente, Oscar descargó su abundante semen abriéndome la boca y haciendo que lo tragara. Mi blusa también quedó manchada del esperma de los cuatro caballeros. Oscar, del jarrón de las mujeres, sacó el nombre de Elena, quien, separándose de Lady, se acercó a mí y literalmente limpió mi rostro con su lengua. Chupó cada gota de semen sobre mí, hasta introducir su lengua en mi boca, convirtiéndose en un beso que devolví gustosa.
Oscar, me ordenó que regresara a la cocina hasta que me volviera a llamar. Las 4 mujeres se acomodaron en forma de cruz en la mesa en el centro de la sala, quedando juntas sus cabezas con las piernas hacia afuera, de forma que cada hombre empezó a follar a su mujer, mientras todas gemían de placer. Regresé a la cocina completamente arrecha, para encontrarme a Pedro que se follaba a Lucía recostada sobre el mesón. Estaba en su furioso vaivén, y sacándola de su vulva, me la ofreció, y no me negué a mamar la quinta polla de la noche. Esta era la más grande de todas, realmente un portento de polla. Lamí su tronco con lujuria, y chupaba su glande. Lucía mientras me quitaba la blusa y el sostén, dejando mis tetas a su antojo, que acurrucada mordía mis pezones lo que me excitaba más. Pedro mugía y queriendo sentir su descarga dentro mío, lo acomodé sobre una silla y me senté sobre el, introduciendo toda su polla en mi coño, me llenaba completamente y empecé un sube y baja frenético hasta que sentí que un chorro me llenó toda. Simultáneamente también sentí correrme en medio de un orgasmo. Por segunda vez en la noche, una mujer, esta vez Lucía, me beso apasionadamente compartiendo nuestras lenguas y saliva.
Me acomodé sobre un sillón y abriendo mis piernas Lucía me limpio con su lengua lamiendo todo rastro del semen de Pedro. Al terminar, los tres quedamos exhaustos y continuamos observando lo que ocurría en la sala. Mire mi celular y ya eran las 10:30 de la noche. Las 4 mujeres sobre la mesa habían sido folladas por turnos por los 4 hombres, y estaban descansando en los sofás con sus respectivas parejas. Oscar, la voz cantante, dijo que iban a hacer una doble penetración, por lo que dos de las mujeres, deberían ofrecerse. Silencio. ¿Ninguna? Pregunto de nuevo Oscar. De nuevo silencio. Salí presurosa de la cocina y acercándome dije que yo.
Los hombres me terminaron de desnudar completamente. Mientras Alicia que quería tomarse un Jager, al encontrarse en la cocina a Pedro y Lucía desnudos, los trajo para el salón. Lady se ofreció para ser la segunda mujer. Óscar y Esteban se acomodaron en la mesa boca arriba en sentido contrario con sus piernas colgando y con sus vergas completamente erguidas. Me senté sobre la polla de Oscar, a la vez que Lady era penetrada por Esteban. Al estar muy cerca del borde y al inclinarnos, dejábamos nuestros culos expuestos; y así Arturo se acomodó detrás mío, y Carlos detrás de Lady. Al estar en sentido contrario mi rostro estaba frente al de ella, por lo que estirándose un poco me dio un beso en la boca que respondí con dulzura. Sentí como con la verga de Oscar insertada en mi coño, Arturo me lamia el ano ensalivándolo. Una vez lubricado con saliva puso la punta de su pene y empujó; tuvo dificultad al principio, pero finalmente mi ano cedió permitiendo su ingreso. La verga de Arturo no era muy ancha, pero si larga.
A su vez Carlos penetraba analmente a Lady, quien gimió de dolor. Los 4 machos empezaron a sincronizarse, cuando Oscar entraba, Arturo salía; y así como una máquina estaba siendo perfectamente penetrada con fuerza; recibiendo oleadas de placer; sudaba montones. Lucía se acercó y con su boca llena de champaña me dio de tomar, repitiendo lo mismo con Lady. En medio del jaleo, podía ver como Sofía y Elena, entre ambas estaban mamándole la polla a Pedro; lamiendo juntas dicha tranca y chupando sus pelotas. Mientras Alicia y Lucía se besaban con pasión mientras se tocaban sus partes. Sofía se sentó sobre Pedro metiéndose su pollón, y Arturo queriendo hacer una doble penetración a su mujer se bajó de mí para ir a encularla a ella.
Seguí cabalgando a Oscar que seguí con su verga como una piedra, pero sentía el vacío de la polla de Arturo en mi culo. Viendo a Elena sola la llamé y le susurré al oído. Fue a embadurnar su delgado brazo con aceite, y acercándose a mi trasero, empezó a introducir su mano por mi ano. Dos dedos, luego tres, y luego la mano entera; sincronizada con su marido fue metiéndome cada vez más su brazo hasta que lo tuvo metido hasta el codo; podía sentir como sus dedos palpaban a la altura de mi estómago. No quería que sacara esa mano, sentía mi esfínter completamente dilatado y me gustaba. Alicia y Lucía, viendo la escena se animaron y embadurnaron sus manos y brazos con aceite, se acercaron a la mesa.
Alicia retiró a Carlos que culeaba a su mujer, y la penetró con su mano; mientras que Lucía repetía la operación en el culo de Alicia. Carlos que seguía empalmado, se acercó y me ofreció su polla, que cogí y empecé a chupar. Luego fue y se la dio a su mujer hasta acabar descargando en su boca. Y allí estábamos todos follando con furia, en medio de gemidos, gritos y bufidos. Sofía y Arturo, terminaron exhaustos, pero Pedro tenía su mástil como si nada. Le pedí a Elena que cediera su espacio a Pedro; quería sentir su verga en mi culo a lo cual él no se negó. A pesar de lo expandido de mi ano por el brazo de Elena, la polla de Pedro lo amplió más. Oscar seguía clavándome ahora sincronizado con Pedro que con cada empujón quería sacarme de la mesa. Elena, ahora metía su brazo en el culo de Lucía, formando un tren de brazos culeadores. Lady follada por Esteban, y por el brazo de Alicia, ésta por el brazo de Lucía y ésta por el brazo de Elena, terminaron en un órgano simultáneo, y quedaron postradas en los sillones.
Sigue en Fui el banquete (3)
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