Fui el banquete (3)
Por RELATOR
Enviado el 20/05/2025, clasificado en Adultos / eróticos
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Esteban se paró para follarme por la boca, y allí estaba con tres vergas en mis orificios. Me sentía una puta, quería más. Cambiaron de posición, Pedro se hizo abajo, Esteban en mi culo y chupaba la polla de Oscar. Cámbianos de nuevo, Esteban abajo, Oscar en mi culo y la polla de Pedro en mi boca. Cuando los tres acabaron, descargaron sus chorros de semen sobre mi cara y mis tetas. Entre Elena, Sofía y Alicia, se encargaron de limpiarme con sus lenguas. Quería más, y levantándome fui y le mamé la polla a Carlos y a Arturo, hasta que se excitaron de nuevo y con sus vergas erectas, hice de nuevo una doble penetración. Carlos me cargó de frente y me ensartó su polla en el coño, mientras Arturo me la metió por el culo. Entre ambos me levantaban, mientras me taladraban con sus penes. Carlos me chupaba las tetas, mordía mis pezones y yo le metía mi lengua en su boca deseándolo.
Me bajé para cambiar de posición, ahora Carlos me enculaba y Arturo de frente me follaba con su larga herramienta, mientras yo chupaba su lengua y el amasaba mis tetas. Sentía como esas dos vergas entraban hasta su base, lo que me enloquecía. Sintiendo que ya iban a acabar, me bajaron al piso; y abriendo lo más que pude mi boca, alcancé a meterme los dos glandes, que lamía con mi lengua mientras masajeaba sus penes. Nada que acababan. Se acostaron entrelazando sus piernas de forma que sus vergas quedaban una junto a la otra, y me senté encima de ellas. Elena ayudó a que me penetraran. Dolía un poco, pero ambas entraron; ellos estaban quietos y era yo la que me movía sobre sus pollas, hasta que un nuevo orgasmo me hizo explotar.
Me bajé de las vergas que seguían erectas y Lady ocupo mi lugar, que cabalgaba sobre esas pollas bamboleando sus tetas. Esteban y Oscar, imitaron a sus amigos, y follaron doblemente a Elena, que gemía de placer, para terminar, haciéndolo con Alicia y con Sofía. Después de Lady, Lucía ocupó su lugar sobre Carlos y Arturo. Todas recibimos nuestra doble porción de polla en nuestras vaginas. Pedro observaba toda la acción mientras se masturbaba, y trayendo una copa exprimió todo su semen en ella. Oscar viéndolo, le dijo a los otros hombres, que no fueran a acabar en las mujeres, sino que todos descargaran su leche en la copa; y así fue, entre todos ellos llenaron casi dos copas de semen.
Sentaron a todas las mujeres en el piso, y nos fueron pasando las dos copas para que entre las 6 nos acabáramos las dos copas; pero al llegar una a mí, tomé un sorbo prolongado, y me relamí esa mezcla de semen de nuestros machos; pero me incorporé con la copa y se las ofrecí a ellos, diciéndoles que con la copa sellábamos la intimidad de esa noche; así que empezando por Oscar, lo bese en la boca y le obligue a beber, haciéndolo luego con todos, los cuales no se negaron. Mire mi reloj, y eran las 2:34 am, y tenía 8 llamadas perdidas de mi marido. Lucía sirvió de nuevo champaña para todos, ofreciéndonos además fresas.
Fuimos todos al baño principal en el que había una gran tina, en la que nos metimos todas las mujeres, y los hombres desde afuera y rodeando la tina empezaron a orinar, dándonos a todas una gran lluvia dorada. Recibí el chorro en mi boca de Pedro que luego de llenarla me roció la cabeza para luego seguir mojando a las otras. Bañadas con dicho elixir que me sabía a champaña, nos untábamos y nos acariciábamos pasando nuestras manos por tetas, manos y coños. Elena a mi lado, cogiéndome de la cabeza, me beso quedándonos unos minutos entrelazadas con nuestras lenguas, mientras con una mano me introducía su dedo gordo en el coño apretando mi clítoris, a la vez que otros tres me los metía en el ano, que dilatado como estaba la dejaba hacer. Podía sentir sus dedos a ambos lados, lo que me arrechaba sobremanera, consentida además con los apasionados besos que me daba Elena. Así tuve un orgasmo más en esta noche loca. Los hombres se masturbaban mientras nos magreábamos lascivamente unas con otras. Así que después de la lluvia dorada tuvimos lluvia de semen. Embadurnadas como quedamos nos limpiamos unas con otras, entre caricias, risas y besos.
Nos duchamos y nos arreglamos para despedirnos, pues las 4 parejas pernoctarían en la casa. Elena, se despidió con un apasionado beso, diciéndome que había quedado encantada con mi servicio y que me volvería a llamar. Subimos las cosas al carro, y de regreso en Cali, dejamos primero a Lucía, y al llegar a casa, aprovechando la seguridad de los vidrios polarizados, di la penúltima mamada toda vez que Pedro, aún arrecho sacó su verga para despedirse y vaciar su última descarga de semen en mi boca. Entre a la casa a las 5:10 am, en nuestro cuarto mi esposo dormía profundamente. En el baño mientras me desnudaba, me llegó un mensaje de WhatsApp; era Elena, con un gracias y un video. El video era de todo lo que hicimos en la sala. Excitada de nuevo y metiéndome bajo las cobijas, saqué el pene del bóxer de Raúl y me dediqué a dar la última mamada, hasta que él y su verga estuvieron listos para culiarme. Porque quería que me diera por el culo y cerrar así la jornada de trabajo. Fin.
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