Doris, mi nana y amante(2)

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Mi regalito llegaría el jueves 30 temprano, igual que Doris, martes y miércoles me parecieron eternos, estaba nervioso, ansioso y caliente, al fin llegó ese bendito jueves, salimos como todos los días con mi mujer, la dejé donde siempre y me dirigí supuestamente a mi pega, pero fui directo al terminal de buses a buscar mi regalo, al llegar, hice la llamada de rigor, que habíamos acordado, "hola Gonzalo"..., escuche en el celu, ¿dónde está?, pregunté " llegué recién, andén 34", "voy llegando, la llamo en 5 minutos, un beso y corté", mi corazón se salía del pecho, la conocería al fin y esperaba todo lo que me había prometido, estacioné, me acicalé un poco, perfume, cepillo y ha recibir mi regalo, la reconocí de lejos, me esperaba sentada en el andén, se veía mejor que en las fotos, me acerque por detrás, la sorprendí con un hola, la abracé y un beso se merecía, ella puso su mejilla y robé un piquito en la boca, se puso roja, sonrió picarona, me pareció ansiosa y algo asustada, tomé su mochila, un bolso grandote y raudos partimos a nuestro destino, ya en camino mi mano se posó en su rodilla y rápidamente subió a hasta su conchita, nada dijo y al oído pregunté, "está segura, no haré nada que no quieras, te prometo que seré amoroso y delicado, como Doris te contó, ella me ha dado placeres maravillosos y he respondido con la misma moneda, " Si, quiero ser suya y darle mi virginidad, estoy nerviosa, pero feliz",  le conté del jacuzzi, caño, cama KING y 12 horas para nosotros, sólo con estacionarnos y su cara de impresión, lo decía todo, al entrar al departamento, miraba sin creer la situación, no decía nada, al cerrarse la puerta, la abrazé tiernamente, encendí todas las luces y le enseñe toda suite, sus acomodaciones, mis juguetitos, golosinas dulces y saladas, el bebestible con y sin alcohol, sus regalitos y lo principal, frente a mí, una joven virgencita, casi sin experiencia y deseosa de darme su virtud. Puse música y un video de fondo, un cómodo sillon, recibió nuestros cuerpos, conversación para relajarse y conocerla mejor, comenzamos a besarnos, su lenguita sin pedir permiso invadía mi boca, su polerón salió sin resistencia, debajo una polerita de tirantes y sin sostén, dejaban ver unos pezones erectos y tetitas hermosas, libres y juveniles, en ese momento, me confiesa que el sostén se lo sacó en el bus, ¿por qué?, pregunté, "no era bonito, no tengo ropa interior bonita", que importa repliqué, que lo realmente hermoso eres tú, lo maravilloso, es estar contigo, con mi regalo, solita se sacó la polera y con lujuria, dijo, "son suyos",  agradecí y comencé a lamer, besar y acariciar mi presente, esa era Marcelita.

Yo sabía lo de la ropa interior, tenía unos lindos obsequios, lencería de encaje negra, blanquita y un conjunto deportivo, los recibió embelesada, apretándolos contra su pecho, me los pongo, consultó, "como quiera se los voy a sacar en un ratito", eligió el conjunto  blanco que lució orgullosa, seguimos besándonos y acariciándonos, espere unos minutos y la desnudé por completo, seguramente creyó que empezaríamos lo nuestro, acomodándose en la cama, equivocada estaba, un descanso, conversa, una chela, pido permiso para tomar fotos o grabarnos en video, acepto de inmediato, la conversación se dio natural, sobre todo de sexo, que quería hacer, que había hecho, tímida contaba sus experiencias, eran pocas, nada de penetración, manoseos, había chupado vergas, se masturbaba desde hace poco cuando su prima le conto lo nuestro, totalmente inocente e inexperta, entonces, la invito a ducharnos, agua caliente, vapor, la enjaboneé enterita, masaje y besos, estaba excitada y comenzó a amasar mis huevos, dándome su primer mamón, sin darle ninguna instrucción, estuvo bien, acabando en sus tetitas delicadamente, casi culpable pregunta si me había gustado, maliciosamente sonreí y estrujé mi verga, dejando ver una buena cantidad de semen en la punta del glande, super rico respondí, pero le quedó un poquito, tómelo, así lo hizo.

De vuelta en la cama, abro una cerveza, le ofrezco de beber o comer algo, hago un pitito, ella no fuma ni bebe, pero me acepta unos sorbos de mi chela, tomo mi mochila y comienzo a sacar y enseñarle todos los implementos que tengo, las azules infaltables, vibrador, cremitas, lubricantes, una pluma y otras cositas entretenidas, la recuesto y comienzo a besarla y lamerla de pies a cabeza, el objetivo es no parar hasta darle ojalá un buen orgasmo, chupando una zorrita virgen, un delgado mohicano adornaba su cuevita, alabé el detalle, la calentura me invadía, con toda mi sapiencia y experiencia, hice mi trabajo, al rato su gemidos me tienen loco, su conchita mojadita, rico sabor, cero olores, un agrado, lamo y lamo, su botoncito del placer recibe toda mi atención, misión cumplida, arquea su espalda, unos espasmos, gemidos y una sonrisa en su cara,  había sentido un orgasmo antes, pregunté, "no jamás", ¿le gustó? "sí, mucho", sé que me devolverá el favor.

Ahora voy a tomar su virginidad, con la mayor delicadeza, no tengo apuro, un merecido descanso, algo de alimento para reponer energía, conversación para conocernos un poco más, que le había contado Doris de mí, ¿le había gustado mi lengüita?, ¿era lo que esperaba?, ¿quería algo especial?, no sabía que decir, estaba realmente intoxicada de sensaciones en esos momentos, se reía nerviosa y sus respuestas, eran monosílabas, si, no, bueno, ya...... la abrazo, nos dirigimos al jacuzzi, donde descansamos otro momento. Tomo asiento al borde del jacuzzi, ella me sigue, la detengo, pido su atención y confianza, quédese ahí, le pido un heladito, como dicen los cabros ahora, me mira intrigada, no sabe lo que significa, sonrío y pienso, "excelente le enseñaré como me gusta", separó mis piernas, delicadamente hago descansar su cabeza en uno de mis muslos, mi pene ya está erguido, esperando entrar en acción, tómelo, dele un besito, lo que quieras, recién estuvo rico, pero quiero enseñarle como me gusta a mí, una mano sale de agua toma mi pene y a la boca, con suavidad, pero directamente empiezo a dirigirla, use sus labios, lengüita, besé la puntita, obediente, sabe que quiero enseñarle, chupe los coquitos, lámalo de arriba a abajo, míreme, ahora, métalo en su boquita, sin morder, en esos pocos minutos su performance mejoraba a cada momento, me puse a mil, para no asustarla, pregunté si cuando lo había mamado probó la lechecita tibia que salía del pene, un poquito respondió, ahora tráguelo entero, obediente lo hizo unas 3 o 4 veces, se atoró un poco, pero continuó, "quiere probar mi leche" pregunté, a punto de venirme, sin dejar de mamar, asintió, bébalo todo, asintió de nuevo, tomé sus cabellos, tomando el mando, aumenté la velocidad y fuerza de las embestidas, un chorro de leche espesa y tibia terminan en su boquita, sentí su ahogo, retiré mi verga y un segundo chorro más abundante, voló por el aire, pintando su frente, pelo y el piso de la habitación, toma aire, junto con mi pene nuevamente en su boca, lo estrujo y lamió con dulzura limpiándolo por completo, aprende rápido la señorita.


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