LA MAGIA DEL MANANTIAL

LA MAGIA DEL MANANTIAL

Aún guarda en su memoria aquellas primeras cartas escritas cuando surgió la magia más dulce, la que les envolvía con finos trazos negros que contenían todos los colores del reflejo del sol en la nieve; era como recibir un pedazo de su aliento cuando se respondían con las palabras que a él y a ella les surgían sin pensar, porque eran palabras que nacían de él, el Manantial de los deseos, y desnudaban sus sentimientos para que los ojos del otro brillaran siempre de emoción.

El manantial aún conserva el recuerdo de los te amo que flotaban en el aire, de velas encendidas, aceites aromáticos, y pétalos de rosa esparcidos por las sábanas antes de que ellos dejaran caer sus ropas para vestirse de caricias.

Pero el destino quiso que el «siempre estaré» dejara de ser un día el «para siempre», y el manantial entristeció de nostalgia sabiendo que con ellos fue la última vez que la magia surgió de sus aguas, que ya nadie acudiría a su orilla buscando inspiración.

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