Denunciar relato
En un rincón de un parque, de dos ciudades distintas, dos sombras danzaban al compás del sol. A pesar de la distancia, eran inseparables, unidas por un lazo invisible.
A donde iba una, la otra la seguía, reflejando sus risas y sus penas. Un día, la luz se ocultó y las sombras, temerosas, se aferraron más fuerte.
En la oscuridad, comprendieron que su unión era su fuerza; sin luz, eran más que sombras, eran compañeras eternas.
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