FERROCARRIL INTERFRONTERIZO (dos)

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          FERROCARRIL INTERFRONTERIZO

                  Nueva Rodhesia —dos—

 

Judith fue junto a Valéntin y se arrodilló frente a él, iniciado los prolegómenos sexuales. Poco después, ambos se entrelazaron y terminaron con una intensa cópula. Valéntin conocía perfectamente los protocolos del sexo de pago, sin embargo le extrañó ver cómo la mujer, terminada la sesión pactada permaneció en la cama, abrazada a él, respirando suavemente, como si entrase en la primera fase del sueño. Él la observó atentamente y sin, saber la razón, la besó en la frente. Casi fue un beso de ternura. Judith con los ojos entrecerrados penetró en las pupilas de Kriepps y una linea curva se dibujó en los labios gruesos y oscuros de la chica. Sin mediar palabra, él la acarició desde el cuello a los hombros de fina piel oscura, bajó por los senos, llegó al sexo y trazó círculos concéntricos entre los pliegues cerrados, acariciando el bulto endurecido, después inició su entrega oral a la mujer.

Kriepps llevaba dos semanas en Nueva Rodhesia y su trabajo en el laboratorio no le aportaba ningún interés creativo; se había dejado dominar por las labores mecánicas rutinarias, como la mayor parte del personal venido en la expedición terrestre, mujeres y hombres. Las instalaciones y la masa de robots que realizaban las tareas esenciales y penosas no presentaban incidencias destacables. Valéntin había establecido un mínimo de relación con las y los compañeros de la gran sala 13G, donde llevaba a cabo su trabajo de control de las labores de uno de los conglomerados económicos. Habitualmente almorzaba con Úrsula, que ejercía la labor de verificación de su trabajo. Úrsula le gustaba como mujer, pero los gustos de ella no eran heterosexuales, así que se mantenía en una relación simplemente amistosa con ella. Por lo demás, lo único de este tiempo que en su interior reconocía tener valor fue su encuentro con Judith; aun habiendo sido una cita en la que medió el pago de sus servicios. Valéntin había pensado mucho en aquella mujer, en cuya mirada encontró algo más..., indefinible. Concluyó en volver a establecer una cita con ella en los próximos días; se podía permitir el gasto. Sólo la decisión hizo aparecer el deseo físico en él. Entonces.... se produjo el estallido.
Un estruendo seguido de una gran masa de humo llenó la sala; una columna horizontal de fuego segó la sala. Cientos de fragmentos de objetos irreconocibles saltaban de un lado a otro; crujidos y un fuerte olor a polímeros fundidos
 Después el techo cupular se desplomó y el oxígeno comenzó a fugarse hacia la atmósfera tóxica, mientras el aire interior se mezclaba con amoniaco y el sulfato de hierro.
Mientras Kriepps perdía el conocimiento, cientos de androides aparecieron corriendo desde el exterior, en medio de un huracán de agua a presión, y miles de robots de los más diversos tipos y tamaños comenzaron a elevarse a toda velocidad hacia las alturas como arañas.
En el despacho general de Minerocorp8 Jonathan Kellmann vio aparecer en su pantalla del escritorio un rectángulo amarillo con la imagen de una rosa negra en el ángulo izquierdo.


                 (Capítulo 1 de la saga REBELIÓN)


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