Soma ó alucinación o el rebaño lobotomizado

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Creo que me he equivocado de categoría. Quizás esto encaja mejor en el apartado dedicado al terror, al espanto, a la pesadilla. Pero bueno, también puede verse como una reflexión, aunque cueste leerla y solo pensar en ello pueda revolver estómagos o como poco provocar un dolor de cabeza persistente. Empecemos pues y, si por mi fuese, terminemos antes de comenzar.

"Estas líneas están dirigidas a la gente que nunca las leerá. Sí, lo sé, soy un necio consciente de su necedad. Un escritor que mancha de tinta invisible la nada. Una voz que predica en el desierto. Un quejica, un llorón, un protestón de manicomio.

 

Sí, lo que escribo no tiene sentido, ustedes que me leen lo saben, lo saben porque leen y en el leer han descubierto una manera de hacer crítica. Pero yo no escribo para ustedes, ni para la nada, ni para los que van camino de vivir de las respuestas de máquinas en las que confían ciegamente. No, yo realmente escribo para mi mismo, para que mi atormentada mente calle de una vez.

 

Enciendo la televisión, sintonizo el telediario y me encuentro en un mundo de contradicción, en una clase para adoctrinar imbéciles. Al principio creí que eran cuentos, relatos, fábulas guiados con el propósito de educar. Mentiras de filósofos que escondían enseñanzas. Luego, desengañado por la falta de lógica más elemental. Busque palabras, quizás, al menos, esos encantadores de serpientes baratos eran capaces de jugar con las palabras y crear magia, como en los libros, como en la poesía.

 

Me equivoqué, ahí no había nada. No se trataba de informar, más bien de lo contrario. Tampoco se trataba de transmitir emociones, no se buscaba estar triste o contento, no, aquello no era más que un intento de crear un "soma" virtual. Pronto me dí cuenta que hasta esa meta no tenía sentido. Me dí cuenta de que solo existía una conclusión ante tanta idiotez grupal. 

Y en aquel momento sentí miedo de verdad, miedo ante un futuro oscuro que ya era presente, miedo al imaginar a grupos de personas sin capacidad de pensar aplaudiendo como focas a literalmente cualquier cosa que dijesen. Miedo a ser dirigidos, miedo al daltonismo de las masas, miedo a convivir con la hipocresía, la mentira, miedo a abrazar, sin crítica, a la cultura de la muerte.

¿Dónde está el individuo? ¿Dónde quedaron las opiniones y las tertulias? ¿Quién enterró la libertad? ¿Qué malvado ser nos ha inducido a cambiar sentimientos por realidades? ¿Quién quiere que vivamos en la alucinación eterna?"


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