La vecina

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Estaba despertando, era un domingo a eso de las 6 y algo am cuando abrí los ojos vi a mi mujer que se estaba entrando a la ducha

Tenía puesto un tanga rojo sin corpiño,

No dude mucho para seguirle, ella siempre se bañaba con la puerta abierta del baño, solo éramos los dos que vivíamos en la casa, de esa forma era muy normal que siempre hiciéramos eso,

Cuando entre adentro de la ducha, ella ya se estaba quitando el tanga.

Estaba media agachada cuando yo llego por la parte de atrás y le tomo por la cintura, ella se levanta de golpe no había sentido que yo había despertado, sorprendida me dice que le había asustado, yo le doy un beso en el cuello y le digo que hoy quiero terminar dentro de ella

A lo que ella me responde diciendo que hoy no tiene ganas, pero sin importarme bajo mi mano por sus glúteos y llegando a la entrada de su vagina, al tocarla siento que estaba completamente húmeda en ese momento le vuelvo a decir que su deliciosa vagina no dice eso

Ella me responde de una forma cómplice diciendo que de alguna manera intenta resistirse por más que tuviera ganas, en ese momento antes que termine de decir algo me quito el bóxer y apego mi pene a la entrada de su vagina y comienzo a buscar una posición para penetrarla,

No dudo mucho ella a lo que se agachó poniéndose en semi cuatro apoyándose a la pared

De esa forma me lo hizo completamente fácil para que mi pene entrada a su vagina, estaba húmeda por completo, sin ninguna dificultad entro todo adentro, ella solo soltó un largo suspiro y yo comencé a meterle y sacar con una velocidad regulada, se sentía muy relajante de la forma en cómo mi pene resbalara dentro de su vagina,

En cuestión de unos segundos ella comenzó a gemir, eso hacía que yo le metiera con más ganas aumentando mi velocidad del movimiento, ella comenzó a dar pequeños gritos de placer diciéndome que no parara y que la inunde de semen dentro de su vientre, yo todo excitado le dije que talvez la llene por

completo y que quisiera correrme unas dos veces seguidas dentro de esa vagina tan rica y jugosa

En ese momento en medio de los gemidos ella me respondió que eso no va a ser posible, porque había quedado de que yo iría a ayudar a Sara,

Sara era una vecina de tres casas de distancia de la nuestra, tenía un cuerpo piel canela de medidas de 95 60 75, a menos a vista se podía calcular eso, se mantenía en forma en todo momento iba al gimnasio, mantenía firmes los glúteos y pectorales

Yo le respondí de nuevo a mi mujer que yo no sabía nada de que tenía que ir a ayudar a Sara, ella me respondió de una forma de burlona diciendo que se había olvidado pero que ahora ya lo sé, y que mejor que termine rápido para que me valla a alistar porque quedo que yo iría a eso de las 8

Por mi parte no estaba del todo convencido en ir, después de todo era domingo y quería descansar, pero en ese momento sentí que estaba para correrme dentro de la vagina de mi mujer y comencé a bombear con todo, mi movimiento se volvió descontrolable y comencé a sacarla toda y meterle de nuevo con velocidad, por su parte ella comenzó a retorcerse apoyada en la pared y sus gemidos eran muy fuertes y profundos,

Cuando no pude aguantar más y sentí que ya me corría se la metí lo más que pude y comenzó a salir todo el semen dentro de su vientre con cada chisquetazo de semen que salía de mi pene dentro de su vagina ella soltaba un suspiro de placer, era tan excitante ver eso que yo me movía despacio en un meter y sacar de acuerdo a cada salida de semen que hacia

Me sentí completamente conforme con lo que había acabado de pasar, después de todo era muy rara la vez en la que teníamos relaciones sexuales sin condón, la razón era que no queríamos arruinar esa etapa en la que nos encontrábamos con algún embarazo, queríamos tener hijos, pero talvez más después, esa era la razón por la que nos cuidábamos en cada coito que teníamos,

Por esa razón no le reproche nada del porque no me dijo lo de Sara antes, ella se dio la vuelta y me dio varios besos yo respondí de la misma forma y comencé a bajar y chuparlos sus pechos, mientras lo hacía vi como mi semen comenzó a salir de su vagina y a correrse por sus piernas

Ella dijo que por ahora ya era suficiente y que teníamos que ducharnos para no hacerse tarde con las obligaciones de día, abrimos la ducha y comenzamos a jabonarnos, yo comencé a lavarle todo su cuerpo hasta que baje por su vagina y usando el agua hacia movimientos en su clítoris en todo el tiempo que estuvimos en la ducha yo aprovechaba para manosear esa parte de ella, de rato en rato ella soltaba un leve orgasmo que le hacía temblar sus pies

Después de salir de la ducha ella se fue a recostar en la cama diciendo que descansaría un poco más, que se lo merecía y de un rato se levantaría a cocinar algo para esperarme a mí, por mi parte agarre y me cambié de una forma en la que me iría a mover algunas cosas pesadas,

Sara dijo a mi mujer que por favor yo fuera a ayudarle con algunas cosas, pero no dijo cuáles serían.

Salí de la casa y me dirigí a la casa donde vivía Sara, al llegar ahí toqué su puerta, al pasar unos segundos ella salió de adentro para recibirme, cuando ella salió yo me quedé un poco callado al verla, a vista podía notar que usaba un body negro de licra y por la parte de su espalda era todo de encaje,

Solo distinguía eso hasta llegar a la cintura porque era tapado por una pequeña minifalda de tela de encaje, me saludo cordialmente y me invitó a pasar, ella fue por delante y yo cerré la puerta siguiéndole, de la parte trasera la vi

Sus glúteos se podían notar por medio de ese encaje separado, al parecer la parte de abajo del body seguía siendo de encaje y se achicaba al llegar abajo como si fuera un hilo dental, de tal forma que se entraba por medio de sus dos glúteos, en segundos se me vino a la mente mil cosas y que quisiera hacerle y como se la vería completamente desnuda

Al llegar a la sala ella se dio la vuelta y me dijo que me sentará en el sillón, salió unos segundos y volvió con una caja mediana diciendo que solo yo podía ayudarle con ese pequeño problema que tenía…


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