Primera vez con una trans 3

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Nos fuimos con Marcela al lago y mi esposa y ella hablaban más que yo. Interactuaban como verdaderas amigas y el viaje fue muy placentero y el tiempo pasó rápido. En el hotel yo ya había reservado una mini suite con dos habitaciones... así estaríamos juntos y no en cuartos separados. Como era media mañana y hacía mucho calor decidimos ir a la piscina del hotel. Marcela entró en su habitación para ponerse el traje de baño y nosotros en la nuestra. Ya mi esposa y yo estábamos calientes, ansiosos por ver por primera vez el cuerpo de nuestra nueva amiga... no estaría desnuda pero sí en traje de baño y esperábamos que sus atributos se marcaran bastante.

Mi esposa y yo salimos primero (ella tenía los pezones muy parados y por supuesto que ni el brasier ni el calzón del bikini ocultaban sus pechos, pelos saliendo por la entrepierna y marcando los labios de su vagina... y bajo sus brazos se notaban los pelos largos de sus axilas. Y yo ya tenía la verga un poco dura... aunque colocada hacia abajo... pero hacía un bulto grande en mi traje de baño). Marcela salió del cuarto y quedamos admirados por su belleza. Era una mujer muy atractiva, pequeña, delgada y también usaba un bikini en el que se marcaban sus pezoncitos un poco duros... seguro eran pezones más de hombre que de mujer, pero se veían deliciosos. Y en el calzón del bikini en realidad no se notaba que hubiera una verga... seguro se la escondía muy bien entre las piernas. Piel deliciosa, tersa, se veía muy suave y sus piernas eran perfectamente torneadas y femeninas... incluso sus pies eran los de una jovencita... no había nada masculino en su cuerpo. Nadie se hubiera dado cuenta que era trans a menos que lo supiera. Mi esposa y yo le echamos flores y piropos y le dijimos que tenía un cuerpo precioso y que era de toda una mujer... ella sonrió tímidamente y nos agradeció y nos dijo que nosotros también lucíamos muy bien.

Al llegar a la alberca platicamos bastante rato de cosas triviales, del paisaje, del hotel, del clima... y de repente mi esposa le dijo que qué hacía para que no se le notara la verga en el bikini... Marcela soltó una carcajada y mirando directamente a los ojos a mi esposa le dijo que había aprendido como "esconderla" entre sus piernas... y que además ayudaba que no la tenía muy grande (después comprobamos que le medía 5 pulgadas,,, delgada pero cabezona... con un largo prepucio... muy morena... recta y sabía y olía delicioso. Y sus huevos eran pequeños. Por supuesto que estaba rasurada de la verga y los huevos y del culo... pero usaba un pequeño parche de pelos en el pubis... negros y gruesos... deliciosos).

En un momento Marcela tomó la batuta de la conversación y empezó a hacer comentarios del cuerpo de mi esposa... y esta casi que modelaba para mostrar a Marcela lo que pudo de su cuerpo. Marcela le hacía preguntas y mi esposa más que responderle le enseñaba... subió sus brazos para mostrar sus axilas peludas... cuando Marcela le dijo de los pezones tan marcados, mi esposa sin ver si alguien más lo podía notar, se bajó primero una copa del brasier y le mostró un pecho gordo, suave, firme, y el pezón enorme, oscuro y muy duro... y mi esposa le dijo que así y más duros se le ponían los pezones cuando estaba excitada... y después mostró el otro pecho, pero sin subir el brasier del primero; de tal forma que por unos minutos mi esposa estaba mostrando sus pechos desnudos a quien pudiera verlos... pero el show era especialmente dirigido a Marcela, la que comentó que ella así quisiera tener los pechos... grandes, gordos y con pezones enormes. Entonces mi esposa le dijo que los enseñara... Marcel se reía con pena, pero mi esposa le insistió... le dijo que hiciera como ella lo hizo, que se bajara las copas del brasier y que así los podríamos apreciar mejor... por supuesto que yo no me perdía detalle de lo que ellas estaban diciendo y haciendo.

Marcela con muchos nervios y timidez se sacó un pecho del brasier... pequeño... con un pezón de hombre, pero duro, lleno de textura y muy oscuro, casi negro... y se notaba que estaba paradito. Los comentarios de mi esposa y los míos fueron más piropos a sus pechos y pezones. Entonces Marcela con un poco más de soltura se sacó el otro pecho y se colocó de forma que nosotros los pudiéramos ver muy bien... aunque tenía algo de nervios y a cada momento miraba con pena de que alguien más pudiera estarla observando. Y con un movimiento rápido se subió el brasier y ocultó esos pechitos... que ya nos habían hecho agua la boca y que pronto queríamos estar tocando, acariciando, oliendo y chupando. Y yo no pude evitar que la verga se me pusiera más dura... y casi que era incómodo porque la tenía para abajo y no se podía parar bien... de manera que haciendo movimientos que no llamaran la atención me la fui poniendo para arriba y muy pronto se notaba toda la silueta de mi verga en el traje de baño... ahora apuntando el glande para arriba.

Después de ver los pechos de mi esposa y enseñar los de ella, Marcela parecía más suelta y atrevida... y yo me di cuenta que en su entrepierna ya se podía notar "algo" duro... había un bulto que antes no estaba. Era evidencia clara de que se estaba excitando con lo que hacíamos. Entonces sin esperar más preguntas de Marcela, mi esposa abrió sus piernas y se pudo ver que había una gran cantidad de pelo saliendo por los lados del calzón del bikini... mi esposa le dijo a Marcela que viera sus pelos y lo mucho que nos gustaban a ella y a mí... y se los jaló con sus manos... y al oír un como suspiro de Marcela, mi esposa con una mano se levantó un lado del calzón y se pudo ver perfectamente todo el pelo que cubría sus labios vaginales, su pubis... y hasta el camino de pelos que seguro bajaba por en medio de sus nalgas y llegaba a su culo. Marcela no decía nada... así que mi esposa soltó la parte del bikini que se había levantado y con sus dos manos bajó un poco todo el calzón y dejó a la vista su enorme arbusto... el camino de pelos negros que baja de su ombligo, llega a su pubis y forma una alfombra... y se mete hasta casi tapar sus labios vaginales y la entrada a su paraíso sexual. Marcela miraba incrédula... y ella dijo que no tenía tanto pelo... porque se rasuraba las entrepiernas y parte del pubis, dejando sólo un pequeño parche de pelos recortados... lo dijo pero no nos lo enseñó... entonces mi mujer le dijo que nos mostrara... y Marcela algo reticente se bajó un poco el calzón y pudimos ver sus pelitos y que no cubrían nada de su pubis... así que seguro tendría la verga rasurada...

Continuará…


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