Primera vez con una trans 5
Por AlexMx666
Enviado el 16/07/2025, clasificado en Adultos / eróticos
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Cuando Marcela, mi esposa y yo llegamos al cuarto, entraron primero ellas. Y ya todos adentro mi esposa se dio la vuelta y se puso frente a Marcela (después Marcela nos contó que creyó que mi esposa se la iba a coger... y que a ella eso no le hubiera importado... así de excitada estaba. Pensaba que, si sus encuentros anteriores con el gay y el viejo habían sido tan decepcionantes, quizá coger con una mujer era mejor... así que se dejaría hacer lo que fuera y lo que mi esposa quisiera hacerle) y se desnudó... quedando sus pechos grandes y de pezones enormes prácticamente apoyados en los de Marcela. Mi esposa se inclinó y besó suavemente en los labios a la jovencita... no era un beso de pasión sino de amor. Y le dijo... quiero que mi esposo te haga el amor... no que te folle, sino que verdaderamente te haga el amor... lo mereces... mereces conocer lo que es que un hombre te haga el amor... y no hay nadie mejor que mi esposo. Marcela abrió los ojos y no parecía creer lo que mi mujer le decía. Había sido muy clara en que yo le haría el amor... y terminó sonriendo suave y pícaramente y dijo un "gracias" que casi no se escuchó.
Mi mujer, desnuda, retrocedió a la cama y se dispuso a disfrutar el show que le daríamos. Ella me conoce perfectamente y sabía que, si alguien podía complacer a Marcela en su "primera" vez, sería yo. Mi mujer sabe perfectamente y de primera mano cómo lo hago... además de haberme visto con muchas mujeres (y hombres) cogiendo. Sabe que nunca me apresuro. Que me tomo mi tiempo... mucho, para poner hirviendo a la otra persona, ya sea hombre o mujer. Que me dedico a desvestir lentamente, a acariciar, tocar, besar, oler y lamer TODO el cuerpo... de arriba abajo y de adelante a atrás; mientras digo cosas que "alimentan" el morbo o el sentido de "hacer el amor" y no sólo de coger. Que en realidad me follo el cerebro, la imaginación, la mente de las otras personas... y que no es sólo sexo sino realmente complacer a la otra persona; y que busco la satisfacción de los otros antes que la mía. Que igual de placentero es para mí oler, tocar, acariciar, mamar, chupar, lamer todo el cuerpo, que al final meterla en una concha o en un culo. Que para mí eyacular es sólo el final de un capítulo, pero todo lo demás son las páginas, y que las leo y releo, despacio, muy despacio. Y que yo pienso en penetrar a alguien sólo después que ya ha tenido, por lo menos, dos o tres orgasmos... con mis dedos o mi lengua. Y que cuando meto mi verga en una panocha o en un culo, trato de provocar por lo menos unos dos orgasmos más en la otra persona, antes que yo tener el mío. Además, al penetrar varío el ritmo, la fuerza y la cadencia de las metidas de verga... y cambio entre panochas y culos... o la boca. Y que ya sea que este chupando o metiendo la verga, me encanta pajear a la otra persona... y si tiene orgasmos con mis dedos en su clítoris o en su culo, mejor para todos. Y mi esposa sabe que adoro mamar... panochas o culos o vergas... que puedo pasar literalmente horas mamando. Y que, si en alguna vez no puedo meter mi verga, no me importa. Obtengo tanto placer mamando y tocando y oliendo como metiendo la verga. Ya después me pajearé recordando, o mi mujer me sacará la leche.
Para mí no se trata de sacar mi semen y temblar por unos segundos... sino de todo el proceso... y que la otra persona sepa que la he poseído... verdaderamente poseído... en cuerpo y en mente. Cuando cogemos con mi esposa nuestras sesiones duran entre 2 y 4 horas, mínimo, cada vez. Y con personas "nuevas" me dedico a ellas por el tiempo que sea necesario para que tengan la mayor cantidad de orgasmos que yo pueda darles... con mi lengua, con mis dedos o con mi verga... y que la mayoría de mujeres, después de venirse mucho, todavía me piden que les vuelva a mamar la panocha... y lo hago con gusto hasta que se vuelven a venir en mi cara y yo me trago sus jugos y quedo apestoso de la cara y de mis manos, a olor de su crica.
Y así lo hice con Marcela. Muy despacio y dispuesto a que siendo yo su primer hombre nunca me olvidara. Me la cogí por un poco más de dos horas (en ese tiempo mi mujer se pajeó y tuvo como 4 orgasmos con sus dedos). Le chupé todo el cuerpo y cuando le mamé la verga casi se muere de placer... pero no la hice acabar... quería que estuviera muy caliente para el momento en que le metiera la verga en el culo. Por supuesto que ella también me mamó y me tocó todo el cuerpo y reía de placer sintiendo el mucho pelo que tengo en todos lados. Y como yo le mamé el culo, ella también me lo chupó. Y después de dilatarle el ano con mis dedos y llenarla de lubricante y saliva, le metí poco a poco la verga entre el culo... cuidando de que no le doliera o molestara... y que también recordara cada segundo del momento en que mi verga la penetró hasta el fondo de su recto. Era un culito negro, depilado. arrugado, apretado y pequeño... pero mi verga resbaló muy bien y poco a poco, hasta que los pelos de mi pubis tocaron sus nalgas y ella los sintió... y gritaba que sí, que ahora era una verdadera mujer... que estaba siendo cogida por un verdadero hombre... que era delicioso... que adoraba lo que hacíamos... y yo acerqué mi cara a la de ella (la puse en cuatro para meterle mejor la verga) y nos empezamos a besar... con pasión, pero también con amor... de los dos. No estábamos cogiendo, hacíamos el amor. Yo bajé una mano a su verga, esperando que estuviera aguada como le sucede a la mayoría de hombres a quienes les meten algo en el culo, y mi sorpresa es que su verguita estaba durísima y chorreando precum... así que la empecé a pajear, con el mismo ritmo en que le metía la verga en el culo... y de repente ella gritó que se iba a venir... y yo empecé a coordinar mi orgasmo con el de ella... y cuando ella tembló y sentí que su verga palpitaba y empezaba a tirar chorros de semen... yo dejé ir el mío dentro de su recto... y se lo dije... y ella gritó que sentía mi semen entrar en sus intestinos... caliente... una gran cantidad... y su verga no dejaba de sacar semen (que después yo cogería de la cama y me lo chuparía y sabía delicioso) y mi verga también seguía palpitando dentro de su recto. Y para terminar me quedé acostado encima de Marcela con mi verga dentro de su culo... y nos seguimos besando.
Continuará…
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