Denunciar relato
Benito se sentó frente a la gran pantalla de su hogar. Mientras bebía su té mentolado iban desfilando las fotos de sus viajes. Paisajes, edificios, arboles, parques, estanques, olas rugientes, chozas exóticas, ruinas, selvas, muelles, interiores de hoteles y restaurantes, comidas espectaculares, dromedarios, pingüinos...
Y con Sandra, con Sandra, con Sandra y Eloy, otra vez Sandra, ahora con Sandra y él...
Todo pasado; todo pasó. Tiempo huido y tiempo que ahora se iba de nuevo. ¿Qué quedó en el espíritu de Benito cuando pausó el mando a distancia...? Un poso oscuro, como el de la taza vacía en su regazo.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales