Empezó como un juego

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Fuimos primero compañeros de trabajo, después amigos y terminamos siendo amantes, con un interés en común, disfrutarnos y darnos placer.

Aún recuerdo como empezó todo, salimos de una capacitación con sede en otra ciudad, coincidentemente estábamos hospedados en el mismo hotel.

Al salir la primera tarde de paseo, justo pasamos dónde se llevaba a cabo la inauguración de una tienda sexshop, como promoción decía: "parejitas" se les dará un obsequio (tómbola de premios) por responder una encuesta, nosotros, que esa tarde no teníamos nada más que hacer, decidimos pasar y porque no, ganar un premio.

Después de responder juntos, tomamos de la dichosa tómbola un boleto y nuestra sorpresa fue obtener como regalo un juguete sexual y lubricantes con sabor, para hacer efectivo el premio el único requisito era "un beso apasionado" (algo vouyeristas las empleadas).

No esperábamos esa solicitud, sin embargo, no estábamos dispuestos a perder, así que accedimos, el beso fue tan convincente que no dudaron en entregarnos nuestros premios.

Después de ahí, nos dirigimos a buscar un restaurante para cenar, cabe mencionar que esa experiencia fue sin duda tema de conversación durante la estadía en el lugar elegido.

En modo de broma dijimos "habrá que probar nuestros premios", claro, antes de volver a nuestros lugares de residencia.

Al regresar al hotel, después de la ceba, en modo broma ambos expresamos "¿en tu habitación o la mía?".

Consideramos que seguía siendo broma, llegué al nivel donde se encontraba mi habitación, me despedí con un abrazo y beso (de amigos) y un "linda noche, descansa".

Él, continuó hacia su habitación, solo confirmó vía Whatsapp, "llegue a mi cuarto, lamentablemente sólo, me hubiera gustado que me invitaras a quedarme contigo o que vinieras aquí".

Mi única respuesta fue un "jajajaja, pues si gustas, me estoy preparando para bañarme y descansar, pretendo probar el regalito que nos ganamos".

Empezamos una serie de mensajes en torno al placer en el sexo, al uso de juguetes, etc., incluso, hablamos sobre lo que nos gustaría hacer si es que estuviéramos juntos, me metí a la regadera, pasando unos minutos escuché que tocaban la puerta, revisé el teléfono y leo el mensaje: "estoy afuera, ¿me invitas a ducharme?".

Solo me puse la toalla y le abrí la puerta, de inmediato me regresé a la regadera y le dije "aquí te espero", no tardó en quitarse la ropa y entrar, empezamos a jugar, tocarnos, besarnos, ahí mismo, el lleva sus manos a mi trasero para pegar nuestros cuerpos, esto permite sentir su erección, estaba más que listo para mí.

Me voltea y empieza a jugar con su verga, primero pegándole a mis nalgas y después buscando entrar en cualquier orificio, mientras me besaba, bajaba por el cuello, también besaba y daba pequeños mordiscos en mis hombros, con esto logró mi excitación al máximo.

Me hizo suya deliciosamente, me ponía más y más caliente escuchar como rebotaba su cadera con mi trasero, también cuando me pegaba a la pared, estando de frente a él, tomaba mi pierna, la levantaba para ayudar a entrar su verga en mi vagina que ya estaba más que lista, lubricada y ansiosa por llenarse de sus fluidos, de todo el semen que saliera de esta entrega.

Una vez que ambos terminamos mientras teníamos el sexo más placentero, sí, ahí dentro de la ducha, nos fuimos hacia la cama, buscamos los lubricantes de sabor y también los térmicos, les dimos uso y él, abrió el juguete, un vibrador de excelente tamaño y grosor, empezó a estimularme, lo introdujo mientras jugaba con mis pechos, le dio un ritmo delicioso al meterlo y sacarlo, me puso al borde del placer y le pedí me hiciera suya, con su verga y no el juguete, o que lo hiciera con ambos.

Hicimos muchas posiciones, prácticamente recorrimos cada parte de la cama y la habitación, ambos nos dimos sexo oral delicioso, después él me coloca para meter nuevamente el juguete y él con su verga dura, ambos dentro de mi hasta explotar y mojarlos completamente.

Al final, quedamos tumbados en la cama, nos reímos diciendo "tenemos una muy buena amistad, ¿no te parece?", ahora somos más íntimos.

Estuvimos cuatro días en ese hotel por aquella capacitación y está sobrado decirles que pasamos esos mismos días visitándonos por las noches.

Sin duda, una muy buena experiencia, hasta el momento, seguimos viéndonos ocasionalmente una noche por mes.


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