Almacén de antigüedades

              Almacén de antigüedades


De mis ojos a mi olfato, las yemas de mis dedos poseídos por tu ser. Absolutamente tuyo, siendo el más completo yo en nuestro viaje, de tu mano de hechicera, camino  bordeando el serpenteante sendero jurásico con los ojos cerrados y nuestros cálidos dedos cruzados.

Bajo la sombra de la totémica salamandra mágica. Acarició la ingenua flor de tus sueños. Diminuto, me encojo en la caja de madera en que con los párpados entornados veo reposar tu mirada viajera cuando creas mundos nuevos, en una ingravidez que llena mis pulmones de aire fresco... el de tu aliento cuando sonríes, con esa mirada tan intensa, portadora de la infinita alegría de tu cuerpo.

Abrazados, bailamos con nuestras sombras fundidas en el reflejo mural de nuestras siluetas enamoradas del amor en nuestro día a día. Inenarrable secreto que tus labios y mis labios sellan en ese nuestro jardín íntimo... para hacerlo eterno 

(A tu vuelta al hogar)