Eva

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
780 visitas

Marcar como relato favorito

Entramos en el dormitorio y nos unimos en un beso. Su cuerpo, envuelto en un vestido de lunares, desencadena la inevitable reacción al pegarse al mío. Ella nota la hinchazón y se aprieta todavía más contra mí. Nuestras lenguas bailan juntas.

Su mano encuentra mi bulto. Lo acaricia por fuera del pantalón y luego se mete dentro. La mano vuelve a salir, rodea mi cintura y tira de mí. Da unos pasos hacia atrás y la sigo bien pegado a su cuerpo, absorbiendo su calor electrizante.

Se sienta en el borde de la cama y me detiene de pie frente a ella. Me desabrocha el pantalón y tira de él hacia abajo. Me la agarra y comienza a sacudirla de atrás hacia adelante, primero con una sola mano, luego con las dos. Sus ojos se clavan en los míos, sus pequeñas manos se mueven rítmicamente, su melena pelirroja se balancea. Mi respiración se acelera.

Ella sabe lo que está a punto de ocurrir y con una mano se baja la parte de arriba del vestido mientras sigue masturbándome. Sus pechos afloran, redondos y carnosos, erguidos y erectos.

La mano desertora regresa a mi pene y se une a la otra mano. Me desafía con la mirada. El movimiento se acelera y me oigo jadear. Clavo la mirada en sus ojos grandes y negros, en su melena pelirroja y asimétrica, en sus manos pequeñas y frescas.

Un oleaje de placer me inunda. Ella se da cuenta de que el momento ha llegado y se inclina hacia adelante. Sigue estimulándome.

«Más rápido», pienso, y ella acelera aún más como si acabara de leerme la mente. Sus pechos rosados se pegan a mis muslos, noto los pezones endurecidos. Cierro los ojos y siento que la ola está a punto de precipitarse, romper y arrojarse sobre ella.

Abro los ojos. Ella no se aparta. Veo cómo recibe las descargas sobre el cuello, el pecho y los punzantes senos. Veo el semen resbalando por su piel. Me deleito contemplando los regueros y las gotas de esperma blanca. Y luego me aprieto contra su cuerpo.

Nos separamos. Ella va al cuarto de baño y se limpia. Regresa envuelta de nuevo en el vestido de lunares. Yo me visto también. Nos tumbamos en la cama y se hace un ovillo en mis brazos. Le pregunto su nombre.

—Eva —dice.

—Eva —repito.

_______________________________________

¡Gracias por leerme! Espero te haya gustado. Si te apetece disfrutar de este y otros muchos relatos inéditos en formato ebook, los tienes recopilados en mi libro Cuentos para orgasmar. Disponible en Amazon y Kindle Unlimited.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Cursos online gratuitos de escritura y redacción

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed