Con un chocolate riquísimo

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Llevaba dos años en la universidad, cuando llegó un maestro nuevo a darnos una clase, yo he sido tímida e introvertida, y sin mucho pasado sexual, él era alto de 1.80 aproximadamente, moreno, delgado, siempre lucía limpio, olía delicioso y se vestía formal todo el tiempo, debo admitir que ese hombre me encantaba, en todo sentido, hasta su forma de dar las clases, y en mi mente imaginaba muchas fantasías con él,  pero él era muy profesional en su trabajo, y nunca insinuaba cosas, mucho menos yo.

Meses después hacíamos contacto visual seguido por los pasillos o durante las clases, y notaba algo de coqueteo en sus ojos.

Yo he amado salir con mis amigos a la naturaleza, y quedarnos la noche en una cabaña que era nuestro plan favorito, un día un amigo me invitó, y me dijo que irían otros amigos de nuestros amigos, obviamente fui, y para mi sorpresa andaba el profesor, nos saludamos y compartimos palabras, haciéndome saber que él amaba ese tipo de planes y que casualidad encontramos ahí, normal… el estaba en otra cabaña.

Eran las 4pm cuando mis amigos salieron a comprar bebidas al centro de la ciudad, mientras yo me quedé preparando unos snacks, en nuestra cabaña.

Cuando terminé salí afuera a tomar aire, en una silla de madera mientras leía un libro, En eso aparece el profesor y me pregunta -“¿que lees Señorita?” -“El Conde de MonteCristo” respondí, -“es un buen libro” yo asentí seguido de un -“seguro que si!”, mientras me sugería otros libros, que podrían ser de mi interés.

Mientras lo escuchaba hablar los observa con mucha curiosidad y sentía mucho deseo por el, y a la vez muchos nervios tenerlo tan cerca, observaba sus manos y fantaseaba cómo me podían tocar, yo no decía ni una sola palabra y al parecer a él le gustaba mi forma de simplemente escucharlo hablar de libros e historias, de repente me miró fijamente y me clavó un beso apasionado, yo lo alejé de mí, porque sabía cuáles podrían ser sus intenciones, y yo solo había estado con un hombre, una sola vez y ya habían pasado tres años.

Me pidió disculpas, me sonrojé y me levanté, cuando me dice “siempre me ha encantado tu cintura”, yo estaba que no podía más, solo le seguí el juego, le tomé sus manos y la acerqué a mi cintura, yo mido 1.60 y quedaba súper pequeña frente a él, pero me encantaba, nuevamente se acercó a mis labios y comenzó a besarme, luego el cuello, mis hombros; yo quería más, pero le dije: -“no creo que sea correcto hacer esto” y seguido me responde mientras besaba mi cuello -“¿entonces quieres que pare?” No pude tan siquiera decirle una sola palabra, me siguió besando y nos adentramos a la cabaña.

Con el corazón a mil, le dije que tenía un poco de miedo, porque no tenía mucha experiencia, aunque ya me había informado antes, sobre posiciones y algunos juegos sexuales mediante lecturas o videos porno, me dijo que no Me preocupara que iría lento y nos cuidaríamos.

Estaba sacando un condón, cuando lo detuve y le dije que quería Intentar hacerlo sin condón, me beso como loco, mientras me decía -“pareces una muñequita, me encanta tu cintura, tus nalgas y tu abdomen” yo estaba excitada y con ganas de tenerlo dentro de mi.

Comenzó a quitarme la ropa mentiras me tocaba y besaba, llevaba un vestido pegado al cuerpo, quedé solo en ropa interior, llevaba un hilo, me miro de pies a cabeza, y me lamia cada parte de mi cuerpo, mis tetas, mis nalgas, mi cuello, mis muslos, mientras me decía -“que rica estás”.

Comencé a quitarle la ropa, y llevó mi mano hasta su verga, era enorme, gruesa, larga y estaba súper dura, “quiero meterte mi verga en tu vagina” me dijo mientras lo masturbaba.

Me puso de espalda y me apoyó contra la cama, yo estaba súper mojada, puso sus dedos en la entrada de mi vagina y me dijo “que mojadita estás, quiero cogerte” de repente sentí sus labios recorriendo mi vagina y mis nalgas, luego las separaba para lamerme el culo, así estuvo un rato y yo mientras jadeaba le dije que quería sentir su verga dentro de mí, se paró y mientras tocaba mis nalgas fue metiendo su enorme pene en mi vagina lentamente, era cuidadoso, segundos después me la metió completa, y solté un gemido de placer y dolor al mismo tiempo, sentía como mi primera vez verdadera. Fue acelerando mientras me nalgueaba, metía sus dedos en mi boca, y me jalaba del cabello.

Yo disfrutaba y le decía “que rico me coges dame más duro” y el obedecía, sentía que me derretía del placer, me metía sus dedos en la boca, pasaba sus manos por mi cintura, mis tetas y mis nalgas, y con una mezcla de -“que rico cogerte” realmente estaba disfrutando ese chocolate.

Luego me dijo que me subiera a la cama, quería verme en cuatro, sin pensarlo demasiado obedecí, y fue dándome más bruscamente con esa enorme verga, lo escuchaba gemir delicioso, y en eso me dice -¿quieres probar mi verga en tu culo? Yo sin experiencia, pero con muchas ganas le dije que sí…

Sacó su verga de mi vagina, y me metió los dedos, me masturbó un rato y luego con los jugos de mi vagina pasó sus dedos por la entrada de mi culo, mientras con la otra mano me abría las nalgas, “que rico culo” decía, metió su verga otra vez en mi vagina y la tuvo un rato ahí, sin movimiento (la lubricaba para metérmela).

La sacó de mi vagina y sentí la puntita rozar en mi culo, abrió con fuerza mis nalgas y me lamió con sus ricos labios, fue cuidadoso y fue metiéndola suavemente, de repente tenía toda esa verga dura y rica metida en mi culo, me dolía mucho, pero al mismo tiempo sentía demasiado placer, hacía movimientos lentos al inicio, pero luego aceleró y me cogía como loco, mientras me jalaba del cabello.

Yo gemía y gemía del placer, y escucharlo gemir a él, me excitaba más, -¿puedo llenar de lechita en tu culo? Escuché, obviamente entre gemidos le dije que sí, al momento sentí algo caliente dentro de mí y él gimiendo con mucha más fuerza, tuvo su verga un rato en mi culo, luego la sacó y nos tiramos a la cama, exhaustos y sin muchas fuerzas.

-“Que rico fue cogerte, espero podamos repetir” fueron sus palabras mientras me daba besos en la cara, y yo obviamente quería repetir y hacer de todo con ese chocolate, así que quedamos de vernos una segunda vez en otro lugar. Nos bañamos y vestimos mientras aun esperábamos a nuestros amigos.


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