Un encuentro inesperado (2)
Por Gonzalo41
Enviado el 05/08/2025, clasificado en Adultos / eróticos
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Apenas subimos al ascensor, quiere liberarse del top, advirtiéndole de las cámaras del edificio, nada le importó y sus tetitas libres estaban disponibles para mi disfrute y placer, unos segundos, las puertas del ascensor dan vía libre hacía mi hogar, desesperadamente y dificultósamente ingreso la clave y logró abrir la puerta, a empujones estamos sobre el sofá comiéndonos a besos, mis pantalones a la altura de los tobillos son realmente un peligro, pero poco me importa, sin darnos respiro lamo su cuello y oídos comenzando a bajar hasta sus tetitas redonditas y sabrosas, como hambriento de sexo los muerdo, chupo, apretando y golpeando sus pezoncitos con suavidad y un poco más, midiendo su reacción, que deja ver sin duda que es de su entero gusto, mi erección quería revertar el pantalón, la calentura estaba al cien por ciento, me empuja y se separa hacia atrás, dejándose caer al suelo de rodillas, ofreciéndome su mirada, sus labios envolvieron mi verga no aliviando su dureza, sino al contrario, su lengua la recorrió en toda su extensión, besando con pasión la punta hinchada de placer, delicadamente lamía mis testículos y poco más abajo, ya punto de correrme, lo advierto a viva voz y sin darse por enterada, aumenta el ritmo de la mamada, recibiendo la leche fresca y tibia, dentro de su boca, cara, cabello, senos, dos o tres chorro de semen tibio, sin duda delicioso y de todo su gusto, por cuanto con su lengua limpio todo lo que pudo y lamió mis dedos con todo lo que yo limpié, la tomé por debajo de sus axilas ayudándola a incorporarse, nos acomodamos en el sofá, nos abrazamos, relajamos, casi desfalleciente.
Un breve descanso, pido permiso para incorporarme para ofrecer algo de beber, un porrito u otra cosa que nos estimula más aún, también aprovecho de bajar ese jeans que resguarda un culo que quiero hacerlo mío, lo que quieras, responde, al regresar con todo lo ofrecido y despojado de toda vestimenta, me esperan en las mismas condiciones, dirijo mi vista a su conchita depilada adornada con un pequeño triángulo de vellos, la cosa más rica. Saboreamos la bebida, el porro y otros y mis labios con hambre de sexo bajaron hasta su conchita comenzando a lamer y tomar con mis labios sus labios, casi de inmediato reacciona con un cambio en su respiración, un jadeo rítmico aumenta su volumen, transformándose en un gemido de evidente placer, cada vez que mi lengua rozaba sus labios rozaba su botoncito de placer, su espalda se comenzaba a arquear, más de un año sin tener sexo, las ganas retenidas salieron a flote, mis dedos ya jugaban dentro de su zorrita, mi lengua intercaba su accionar dando delicados toques a ese culito, algún dedo era más intruso e intentaba adentrarse por esos rumbos, no hubo oposición y poco tardó en llegar a un rico orgasmo con una corrida fenomenal, su zorrita se llenó de sus jugos íntimos, devolviendo lo hecho por ella, bebiendo, disfrutando, lamiendo y besando su zorrita, como me gusta, empapé mi mano con sus sabores para darlos a su dueña, la que agradeció lamiendo mis dedos con evidente excitación y gozo. Sin perder el ritmo y aprovechando el efecto de las azulitas, la invité al dormitorio, la alzé en mis brazos depositándola sobre mi cama para nuestra comodidad y lujuria, sin pedirlo se acomodó boca abajo, separando sus muslos, ofreciendo su sexo, acepté esa invitación, no sin antes pedir autorización para guardar este momento en video, no queria, ofreciéndole hacerlo con su celular, lo veríamos, lo borraría o haría lo que le pareciera pertinente, eso le dió sentido, aceptó, acomodé su teléfono adecuadamente, dirijo mi mirada y mi ser sobre su persona, mi verga endurecida a más no poder acaricia su vagina lubricada, dando golpecitos, frotando con el glande sus labios y su botoncito del placer, amagando entrar sin concretar mis intenciones, me burlo haciendo una broma, la cual no gusto, molesta, algo seria, me pide que la penetre altiro y obediente comencé a follarla entrando y saliendo de su conchita a lo perrito, nuestros cuerpos quedaron pegados el uno al otro, sólo mi cintura y pelvis se movían rítmicamente, adentro y afuera, despacio, rápido, duro y delicado, penetrándola sin cesar, lo gozaba expresando el placer, resoplando, gimiendo, pidiendo más y más, con un rápido movimiento la acomodo de espalda al borde de la cama, yo de pie para evitar un calambre que sentía venir, tomé con firmeza su cintura, de un sólo golpe mi verga penetró entera en su conchita, que rico, rico, dame, dame, decía, con violencia controlada, le daba a un ritmo endemoniado, bajé la intensidad, me pidío cambiar de posición para estar arriba, solita adoptó su propio ritmo, cabalgándome como la mejor Valkiria, agarró mis muñecas sobre mi cabeza inmovilizándome, continuando su sube y baja, estoy por correrme y rapidamente me desmonta, me pajea un par de veces, acabando en su cara, cabellos, senos, aprete mi pene guardando semen para su disfrute, meto mi verga en su boca, todo lo que quedaba por dar lo deposito en su garganta, un breve atoro sin permitir que se separe de mi cuerpo hasta bajar mi erección mientras, mientras tragaba mis jugos, su lengua acariciaba y lamía mi pene, dejándolo flácido con deseos de otro round, tan excitante o más que el que acababa de finalizar, era una mujer muy caliente en la cama, excelente partner de sexo, de esas mujeres que les puedes sacar varios orgasmos en una noche de pasión, la claridad del amanecer empezaba a invadir nuestro espacio y el sueño nos venció. Al despertar ella duerme plácidamente con cuidado y lentamente me levanto a preparar un desayuno que yo llamo de campeones, busco mi bandeja regalona y dibujo nuestro desayuno, el cual dejo al centro de la mesa del café, desayunando algo mientras espero el despertar de mi inesperada nueva amiga. Me retiré a la sala para planear que hacer durante ese día y a la noche, busqué panoramas en internet organizando un par de opciones que ojalá fueran de su agrado, la posibilidad de quedarse en casa era la tercera alternativa, divagaba en lo podría ser el resto del día cuando escuche movimientos y el agua del baño correr, me dirigí a mi habitación a saber de mi invitada, buenos días, ¿como amaneció?, como hace tiempo no lo hacía, respondió, eso era lo que esperaba y quería escuchar, invitándola a la sala para disfrutar del desayuno que les comenté, altiro voy, no tardo un par de minutos, haciendo su entrada irradiando lujuria y deseosa de placer, ataviada sólo de una pequeñísima tanga que no dejaba absolutamente nada a la imaginación, tomamos nuestro desayuno y ella lo complementó con unas copas de espumante, por mi parte un buen café de grano era lo habitual, charla e impresiones de la noche anterior concordando en lo bien que lo pasamos, nos besamos recordándole que mis intenciones eran satisfacer todos sus deseos, uno de ellos era tener sexo anal y disfrutarlo, tomé su mano, nos dirigimos al dormitorio, preparé la ducha, el reloj marcaba recién las 8:12.
Nos espera un gran día.
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