Un encuentro inesperado (2)

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Apenas subir al ascensor quiere liberarse del top, advirtiéndole de las cámaras, que nada le importaron, desesperadamente y con dificultad logró abrir la puerta y a empujones estamos sobre el sofá comiéndonos a besos, el top ya no está y mis pantalones a la altura de los tobillos son realmente un peligro, pero poco me importa, sin darnos respiro lamo su cuello y oídos comenzando a bajar hasta sus tetitas redonditas y sabrosas, como hambriento de sexo los muerdo, chupo, apretando y golpeando sus pezoncitos con suavidad y un poco más, midiendo su reacción, que deja ver sin duda que es de su entero gusto, mi erección era más grande que de costumbre, la calentura estaba al cien por ciento, mientras me pajeaba sin parar, me separa dejando caer al suelo, arrodillándose y ofreciéndome su mirada, sus labios envolvieron mi verga no aliviando su dureza, sino al contrario, su lengua la recorrió de en toda su extensión, besando con pasión la punta hinchada de placer, antes de correrme lo advierto a viva voz, sin darse por enterada aumenta el ritmo recibiendo dentro de su boca, cara, cabello, senos, dos o tres chorro de semen tibio y al parecer delicioso por cuanto con su lengua limpio todo lo que pudo y lamió mis dedos con todo lo que yo limpié, la tomé por debajo de sus axilas ayudándola a incorporarse, nos acomodamos en el sofá abrazados, relajados, casi desfalleciente. Un breve descanso, pido permiso para incorporarme y bajar ese jeans que resguarda un culo que quiero hacerlo mío, ofrezco una bebida, un porro u otra cosita, lo que quieras responde al regresar con todo lo ofrecido y despojado de toda vestimenta, me esperan en las mismas condiciones, dirijo mi vista a su conchita depilada adornada con un pequeño triángulo de vellos, la cosa más rica. Saboreamos la bebida, el porro y otros y mis labios con hambre de sexo bajaron hasta su conchita comenzando a lamer y tomar con mis labios sus labios vaginales, comenzó a gemir, cada vez que mi lengua pasaba por la entrada de su vagina llegando a su clítoris, su espalda se retorcía comenzando a exteriorizar su placer, el tiempo y las ganas retenidas salieron a flote, mis dedos ya jugaban dentro de su zorrita, mi lengua ya daba delicados toques al hoyito pequeño y algún dedo era más intruso e intentaba adentrarse por esos rumbos, no hubo oposición y poco tardó en llegar a un rico orgasmo con una corrida fenomenal, su zorrita se llenó de sus jugos íntimos bebiéndolos, disfrutándolos como me gusta, empapé mi mano con sus sabores para darlos a su dueña, la que agradeció lamiendo mis dedos con evidente excitación y gozo. Sin perder el ritmo y aprovechando el efecto de las azulitas, la tomé en mis brazos depositando su cuerpo deseoso en mi cama para nuestra comodidad y lujuria, se acomodó de espalda, separando sus muslos, ofreciendo su sexo, acepté esa invitación, no sin antes pedir autorización para guardar este momento en video, no queria, ofreciéndole hacerlo con su celular lo veríamos, lo borraría o haría lo que le pareciera pertinente, eso le dió sentido y acomodé su teléfono adecuadamente, dirijo mi mirada y ser sobre su persona,  co el mio, mi verga endurecida a más no poder acaricia su vagina lubricada, dando golpecitos, frotando con el glande sus labios y su botoncito del placer, amagando entrar sin concretar mis intenciones, me burlo haciendo una broma, la cual no gusto, molesta, algo seria, me pide que la penetre altiro y obediente comencé a follarla entrando y saliendo de su conchita, me abrazó y nuestros cuerpos quedaron pegados el uno al otro, sólo mi cintura y pelvis se movían rítmicamente, adentro y afuera, despacio, rápido, duro y delicado, penetrándola sin cesar, lo gozaba expresando el placer, resoplando, gimiendo, pidiendo más y más, con un rápido movimiento la dejo en posición de perrito al borde de la cama, yo de pie para evitar un calambre que sentía venir, tomé con firmeza su cintura, de un sólo golpe mi verga penetró entera en su conchita, que rico, rico, dame, dame, decía, mientras con dureza le daba a un ritmo endemoniado, bajé la intensidad, solté sus nalgas y solita adoptó su propio ritmo casi más brutal que mi actuación, agarré su cabello sujetándola firmemente, mientras mis dedos ya invadían su culito, antes de acabar recordé lo que dijo de vuelta a casa, quería que acabaran en su cara y beber todo la leche tibia que pudiera, aprete mi pene sacándolo de esa vagina inundada de jugos, se quiere lechita dese vuelta, apenas giro, un par de jaladas teniendo una explosión de semen que cayó por todos lados, aprieto nuevamente sus labios están expectantes y a mi alcance, meto mi verga en su boca, todo lo que quedaba por dar lo deposito en su garganta, un breve atoro sin permitir que separe mi cuerp hasta bajar mi erección mientras su lengua acariciaba y lamía mi pene, dejándolo flácido con deseos de otro round, tan excitante o más que el que acababa de finalizar, era una mujer muy caliente en la cama, excelente partner de sexo, de esas mujeres que les puedes sacar varios orgasmos en una noche de pasión, la claridad del amanecer empezaba a invadir nuestro espacio y el sueño nos venció. Al despertar ella duerme plácidamente con cuidado y lentamente me levanto a preparar un desayuno que yo llamo de campeones, busco mi bandeja regalona y dibujo nuestro desayuno, el cual dejo al centro de la mesa del café, desayunando algo mientras espero el despertar de mi inesperada nueva amiga. Me retiré a la sala para planear que hacer durante ese día y a la noche, busqué panoramas en internet organizando un par de opciones que ojalá fueran de su agrado, la posibilidad de quedarse en casa era la tercera alternativa.

 

 


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