Me han dicho que...

He recibido varios comentarios de diferentes lectores de este sitio, en los que me "acusan" de inventar todo lo que escribo, que sólo es parte de mi imaginación para excitarme y excitar a los que me leen. Y sí, me encanta escribir de mis experiencias sexuales y de las de mi esposa, y de nosotros como pareja. Pero aseguro que nunca he mentido ni imaginado nada de lo que escribo. Todo ha sucedido de la forma como lo describo. Lástima que no puedo darles pruebas -que las tengo- de que todo es verdad. Miles de fotos y un par de cientos de videos que hemos coleccionado con mi esposa en los 20 años que llevamos casados y siendo swingers. Y por supuesto que me excita mucho recordar y escribir de esos recuerdos... y por supuesto que después de escribir me pajeo o cogemos con mi mujer, pero lo que más nos excita es saber que de alguna forma otras personas sabrán de la espectacular vida sexual que hemos tenido. Es casi igual a cuando enseñamos las fotos de mi mujer desnuda o cogiendo con otras personas... o de las orgías y tríos e intercambios que hemos hecho y que la muestran a ella y a mí, cogiendo con nuestros amigos. 

Algunos lectores hasta me han pedido que para probar que lo que escribo es verdad, les comparta esas fotos y videos y que así, entonces sí me creerán. A mí me da risa, porque estoy seguro que no les importa sí escribo la verdad o no... lo que quieren son nuestras fotos y a nosotros no nos importa si nos creen o no. Lo que nos gusta es escribir nuestros recuerdos. Pero esas pruebas nunca las compartiré con extraños. Sólo nuestros conocidos y a quienes les tenemos total confianza de confidencialidad, las enseñamos, las tienen o las pueden ver. Y si no me creen, pues lo siento mucho... por ustedes. A nosotros nos seguirá gustando mucho escribir y compartir nuestras historias con quienes nos otorguen el gusto de leernos. 

Y es que entendemos perfectamente la incredulidad. Tener una pareja, una relación, un matrimonio como el nuestro, no sólo es muy difícil sino prácticamente imposible. Y sabemos que un altísimo porcentaje de los autores y lectores de este tipo de sitios, lo hacen para tener placer y pajearse... porque lo más seguro es que no pueden tener ese tipo de vida y de experiencias... ni en lo individual ni como pareja. Sabemos de los tabúes, dogmas, reglas y creencias sociales y religiosas que "prohíben" todo lo que nosotros hacemos... y que así no sólo tienen control sobre las mentes de las personas sino que las vuelven esclavos de criterios impuestos en la edad de bronce. 

Pero hay varias razones que nos han permitido a mi esposa y a mí tener ese matrimonio maravilloso que hemos conservado por 20 años.

1) Los dos somos ateos. Y nuestras mentes y conciencias son libres de ataduras esclavizantes diseñadas para terminar con el pensamiento crítico, la libertad de pensar y de creer. 

2) Nuestra relación está basada en la confianza total, en la comunicación asertiva, honesta, transparente... y en la verdad. Esto nos ha permitido conocernos íntimamente como personas y saber lo que ambos somos, queremos, pensamos, deseamos, necesitamos, etc. No existen secretos entre nosotros. Nos contamos todo. Nos decimos todo. TODO. Quizá funciona porque ambos somos psicólogos especializados y con maestrías en sexualidad humana y en codependencia. Y sabemos el daño tremendo, las frustraciones, el dolor y todas las consecuencias negativas de reprimir deseos sexuales naturales y propios del ser humano. Reconocemos qué somos, qué deseamos, necesitamos, etc. como individuos y como pareja; y estamos muy seguros de nuestra sexualidad y la explotamos al máximo. Siempre sin causar daño a nadie, en forma voluntaria, consensual... y haciéndonos responsables de nuestras decisiones y gustos. Además tenemos un profundo conocimiento y entendimiento de la biología relacionada con la sexualidad. Y aunque no aprobamos todo, no nos asustamos por nada.

3) Conocimos en los EEUU, desde hace muchos años, lo que es la verdadera vida swinger. Y NO es lo que la mayoría cree. NO es coger con cualquiera. NO es promiscuidad. NO es dejar que se cojan a mi pareja con tal de yo coger con otras personas. NO es sólo satisfacerse uno y la otra persona no. 

Ser swinger es poder practicar los deseos, fetiches y fantasías individuales... y como pareja. Tanto de uno como del otro. Siempre en pareja. Sin ocultar, sin mentir, sin manipular, sin forzar o presionar, mucho menos chantajear para coger con alguien más. Es gozar por el sexo que uno tiene y también gozar por el que está teniendo la pareja con otra persona. En mi caso yo amo más que mi mujer tenga mucho placer con otro hombre o mujer, que yo buscar satisfacerme o tener un orgasmo. Y si ella está satisfecha, yo lo estoy también. Ser swinger no es sólo coger, es un estilo de vida... que determina las relaciones con otras personas, ya sean sexuales o de amistad o compañerismo, cuidando siempre de no perder el amor y lo que eso implica, con la propia pareja. 

Ser swinger es tener REGLAS y obedecerlas a toda costa. Reglas como que siempre es voluntario, consensuado, transparente. Que NO es NO. Que la seguridad de todos, la higiene y la confidencialidad son prioritarias y no hay excusa para no cumplir con los parámetros establecidos como pareja. Ser swinger no necesariamente es ir a "sitios" de intercambios... como clubes o spas. Es mejor crear un círculo de personas conocidas y de confianza, que coger con desconocidos y en donde la higiene y la seguridad y confidencialidad es de dudoso compromiso. Generalmente allí van personas que no tienen con quién coger o porque es extremadamente fácil encontrar con quien coger... pero exponiéndose innecesariamente. Van los hombres (quizá con putas o "amigas") que sus esposas no quieren hacerlo o no saben de los deseos de su marido o no se atreven a decirlos. O las parejas principiantes y que generalmente tienen problemas matrimoniales, no de índole sexual, pero que creen que con sexo "diferente" encontrarán soluciones... y casi siempre es todo lo contrario. Los swingers de verdad tenemos paciencia para encontrar a las personas adecuadas y el momento. Nunca forzamos nada... y preferimos "detectar" a personas afines en nuestros gustos sexuales, pero más que nada en personalidad, carácter, inteligencia emocional, madurez... y educación. No nos importa el físico, aunque sí tenemos preferencias de gustos de acuerdo a nuestros fetiches y deseos. Por ejemplo, mi esposa y yo somos 100% bi y no nos gusta tener sexo con heteros. Nos gustan las mujeres con mucho pelo y que no se rasuran ni el pubis ni las axilas. Nos encantan los olores sexuales (no de suciedad o falta de higiene, sino que sean sexuales). Nos encanta que mi mujer se exhiba y que otros la miren desnuda y cogiendo. Nos encanta el porno y hablar de sexo y lo que nos gusta, incluso con palabras soeces. 

Así que sí, entendemos por qué me acusan de escribir mentiras o sólo fantasías.

Entonces después de esta aclaración, continuaré contando de nuestra vida sexual.