Formas sutiles de decir adiós.

Por
Enviado el , clasificado en Humor
89 visitas

Marcar como relato favorito

Lo primero que me dijo- sin que la duda ofendiera- era que yo no era un loco, sino un tipo subversivo. Primera aclaración-pensé. Esto va bien; promete- seguí hilando mentalmente. Luego, viró un tanto la conversación, y estuvimos hablando de banalidades. Al final, de la velada me declaró su amor.

 

 -Cojonundo- esta vez se me escapó.

 

 Estaba claro, me quería. Mi blindaje contra la soledad estaba definido. También pensé, “hurra”, pero me lo callé, en espera de que la chica se explicara enteramente. Y entonces vino la segunda parte de todo aquello. Ya sabía yo que tenía que haber una pega.

  • Lo que ocurre es que no me caes bien. Conclusión: que me quería, pero que le resultaba antipático.
  • Y entonces qué hacemos- tras un breve silencio, pregunté
  • “Tú te vas a tu casa y yo a la mía, y aquí no ha pasado nada”- continuó.

 

 

“Tampoco estaba mal”, fui rumiando por el camino hasta mi casa. Luego, a punto de entrar en el portal, aquello me empezó a cuadrar.    “Un momento, me acaban de estafar, con suavidad, pero, claramente, de estafar”- concluí cuando le apreté al botón de ascensor.

 

Acto seguido, reaccioné, y eché mano a la cartera que siempre guardo en el bolsillo derecho de atrás del pantalón. El bulto seguía allí, con lo que entré en la casa, con una mezcla de tristeza y de satisfacción.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Cursos online gratuitos de escritura y redacción

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed