La quietud de los sueños estelares

      La quietud de los sueños estelares 
    

"En la quietud de la noche, las estrellas susurran secretos mientras nuestro viaje en tren comienza. Un suave viento acaricia tu rostro al subir al compartimento. Allí, en el horizonte, un castillo de sueños nos espera", así leía Andrés el correo de Pilar.

El.verano se alargaba más de lo esperado. Muchos comercios en estaban cerrados y la población se había convertido en nómada, escapando de la alienación de la ciudad, de la esclavitud laboral, del nervioso aburrimiento de las nuevas generaciones de futuros reemplazantes de ciudadanos.

Andrés paladeaba las palabras: "noche-estrellas-secretos-susurros-horizonte-sueños-castillo-tren... compartimento. Con un suspiro, Andrés sonrió a la pantalla de plasma y respondió mediante otro correo:

«Asómate a la ventanilla, el viento sigue acariciando el rostro. El viaje no comenzará sin nosotros dos dentro del tren».

Pilar recibió el correo y corrió a asomarse a la ventanilla. Andrés estaba allí, sonriente, con su mochila al hombro. El silbato dio aviso, el convoy estaba a punto de partir. Pilar hizo un gesto para que Andrés se diese prisa en subir. Su corazón estaba repleto de esperanza.