La vi ensartada en otra verga 1

La vi ensartada en otra verga... y me encantó y me marcó para siempre. Fue la primera vez que vi eso... pero no la única ni la última.

Fue con mi segunda novia, y seguro la mujer más caliente que he tenido aparte de mi esposa. Éramos muy jóvenes, pero ya el sexo entre nosotros era intenso. Y desde el principio experimentamos todo lo que podíamos y las fantasías que nos contábamos. Además de pajearnos y coger vaginalmente, a los dos nos encantó el sexo oral y el anal. Tanto yo hacérselo a ella como ella a mí. Y ver porno nos calentaba y nos hacía compartirnos todo lo que pensábamos... y deseábamos. Ella había tenido muy pocas y limitadas experiencias con dos novios antes que yo... yo me había cogido algunas putas... y al amigo y compañero de colegio con el que tuve mi primera experiencia sexual. Así que mi bisexualidad no era ningún problema para mi novia o para mí, al contrario. Era un aliciente a experimentar más y más. Así que muy pronto quisimos probar lo que veíamos en el porno. Tríos... con hombres y mujeres, y también intercambios de pareja... y orgías. Y nos decidimos a hacerlo.

Y sabíamos que hacer que otro hombre se cogiera a mi novia no sería ningún problema. Pero que sería más difícil que aceptara cogérsela frente a mí... y que yo participara... cogiendo con ella... pero también con él. Mi novia y yo no queríamos dejar afuera ninguna de las experiencias que deseábamos... y mi bisexualidad no sólo me calentaba a mí sino también a mi novia. Ella quería verme mamar otra verga, acariciar, oler, chupar el cuerpo de otro hombre. Jugar con sus huevos y con su culo. Y que nos besáramos con mucha saliva... y por supuesto que me metieran la verga entre el culo... y yo al otro... y que nos mamáramos las vergas hasta llenarnos las bocas con nuestro semen. 

Y la forma más fácil de cumplir esa fantasía era con mi amigo-amante de juventud. Con él habíamos cogido por varios meses hasta que los dos empezamos a coger con putas y a tener novia. Pero no habíamos perdido el contacto y cuando platicábamos, los dos nos contábamos nuestras experiencias sexuales, con las putas y con las novias... y generalmente eso nos calentaba y terminábamos cogiendo otra vez. Así que mi amigo ya sabía que yo cogía con mi novia y cómo era y qué hacíamos, y a qué sabía su concha, su culo, su sudor, su orina, su culo, su piel... y eso lo ponía hirviendo. Y yo por supuesto que le contaba todos los detalles para calentarlo más y que el sexo que tuviéramos con él fuera estupendo.

Por supuesto que a mi novia también le contaba de las veces que cogimos antes... y de las cogidas que nos habíamos dado ya siendo novios ella y yo... y que a él le contaba sobre ella... y mi novia se volvía una verdadera puta al saber que mi amigo ya sabía cómo era su cuerpo, cómo lucía desnuda, cómo cogía, cómo gritaba y gemía... y todas las cosas que hacíamos al coger. Así que no hubo que convencer ni a mi amigo ni a mi novia de que hiciéramos un trío. Entonces acordamos ir a un motel y hacer el mejor trío que se pudiera... sería el primero para todos, y por eso queríamos que fuera inolvidable. Y los días que faltaban para ir a coger con él, mi novia no paraba de pedirme que le contara sobre mi amigo, su olor, su sabor, a qué sabía su semen y su orina y su sudor, qué se sentía al tocar su piel, el color de su verga y de sus huevos, el color de su piel y de su culo... de lo dura que se le ponía la verga antes de coger y lo suave y chiquita que le quedaba después de venirse. Quería saber qué hablábamos al coger, si nos acariciábamos, si nos besábamos, si nos olíamos y nos chupábamos. Quería saber qué sentía yo al meterle la verga entre el culo... y qué sentía cuando él me la metía a mí. Qué sentía al mamarle la verga y que me llenara la boca con semen y lo que sentía cuando era él quien me la chupaba. Y mi amigo estaba igual de caliente... y yo le contaba todo de mi novia y de lo excitada que estaba por coger con él... frente a mí. Y que él y yo cogiéramos frente a ella. Así que le pedí a mi novia que usara el mismo calzón por varios días y que se llenara de la peste de su panocha, que incluso se pajeara con el calzón puesto y que lo empapara con sus jugos... y que así, apestoso a coño, se lo llevaría a mi amigo para que él pudiera conocer el olor de su panocha y de su culo... y se pajeara oliendo y chupando su calzón. Y lo mismo le pedí a mi amigo. Un calzoncillo apestoso a su verga, huevos y culo... y que se pajeara con el calzoncillo y llenara la tela con su semen... y que se lo daría a mi novia para que lo oliera, chupara y se sobara la panocha con el calzoncillo hasta venirse pensando en la verga de él.

También le tomé muchas fotos a mi novia, desnuda. En poses sexy pero también como puta de película porno. Con la panocha totalmente abierta. Y sus pequeñas tetas, nalgas planas, piernas flacas y panocha peludísima se veían perfectamente. Y llevé a que revelaran esas fotos y pedí varias copias... sabiendo que seguro el técnico se quedaría con copias para él... y eso me fascinó... y a mi novia también (En ese tiempo no había cámaras digitales). Se ponía como puta caliente pensando en que otro hombre miraría su cuerpo desnudo y seguro se pajearía pensando en que se la estaba cogiendo, oliendo y chupando. Y le llevé las fotos a mi amigo... y me contó que sus pajas habían sido fenomenales. Y a él le daba pena que yo le tomara fotos desnudo... más que nada por miedo a que en donde revelaban los rollos se quedaran con copias... pero lo convencí de que se las tomaría sin mostrar la cara... sino más que nada su verga, huevos, culo, axilas peludas, sus pezones... y con su verga dura y también suave... sacando semen y orinando. Y así lo hicimos y cuando le llevé las fotos a mi novia, se volvió loca (por supuesto que yo también me quedé con copias para mí). Al mismo tiempo que era un suplicio esperar al día en que cogeríamos los tres, era delicioso porque el sexo, con esa adrenalina por la anticipación de lo que sucedería, era fabuloso. Y con mi novia cogimos como locos... y también nos pajeamos mucho, hablando de lo que haríamos y viendo las fotos... de los dos. Pudimos hacer que mi novia se conociera con mi amigo, antes de coger... pero los tres decidimos que sería más excitante que se conocieran hasta el día del trío... y saber que estaban cogiendo prácticamente siendo desconocidos.

Continuará…