El gusto por los pitos chicos 2

El segundo pito chico fue el de una pareja que contactamos por Internet, hace muchos años. No tenían experiencia en intercambios, pero sí habían hecho un par de tríos con unos amigos de él. Nos conocimos en un restaurante y después de platicar un rato sentimos que sería muy agradable iniciarlos en los intercambios de pareja. Ellos estaban nerviosos, especialmente porque les dijimos que nosotros sólo intercambiábamos si todos estábamos en el mismo cuarto o cama.

La esposa era una chaparrita, delgada, pero de buenas tetas. De cabello castaño, muy largo y piel clara. Se notaba que tenía buen cuerpo, y de facciones muy agradables... pero no sabía cómo reaccionaría o qué sentiría cuando mi mujer se cogiera a su marido... y que él la tuviera desnuda y la tocara y chupara y le metiera la verga. Sus dos tríos habían sido de ella con el amigo y el marido... y al inicio también se puso nerviosa, más que nada porque no sabía cómo reaccionaría su marido cuando el otro se la cogiera... pero que al final todo fue muy bien y que ella decidió gozar la experiencia cuando vio que su esposo estaba muy excitado viendo como el amigo se la cogía. Pero que ella en esos dos tríos se quedó con ganas de que el esposo interactuara también con ella... y que incluso le hicieran una doble penetración... cosa que nosotros le dijimos que le cumpliríamos esa fantasía. Él también era chaparro, pero como mi esposa es bajita de estatura no le importó. Algo regordete, pero agradable. Y no supimos cómo tenía la verga sino hasta que mi esposa lo desnudó... y saltó de su calzoncillo un pito pequeño... delgado, recto, moreno claro y rodeado de muchos pelos...huevos apretados y oscuros y peludos. Goteando precum por el prepucio.

Nos pidieron que fuéramos a su casa a coger porque así se sentirían más cómodos. Y al llegar, empezamos a tocarnos y besarnos y meternos mano. Ella me tocaba y estaba como loca sintiendo el bulto de mi verga, que sin ser enorme sí se pone muy dura... y como la tengo cabezona y un poco gruesa, la sentía perfectamente bajo mi pantalón. Lo que yo no sabía es que como la verga de su marido era chica, las de los amigos con los que hicieron los tríos le habían encantado. Y ahora quería más verga... "normal".

El marido estaba como loco tocando a mi mujer... mucho más llena que su esposa. Con tetas el doble de tamaño, de gordas y de duras... y jugaba con los pezones parados de mi esposa, sobre la tela de la blusa. Y empezó a desnudarla... y le quitaba la ropa y tocaba y olía cada parte del cuerpo que quedaba desnudo. La esposa me besaba, suspiraba, gemía, me llenaba de saliva la boca y la lengua y me pedía que le llenara la boca con mi saliva. Y sus manos me tocaban... el pecho, las nalgas, las piernas. Y cuando me quitó la camisa, le encantó mi pecho peludo... y es que su marido era lampiño... cosa que en ese momento no le importó tanto a mi mujer. El esposo le quitó el brasier a mi mujer y parecía que se quería comer sus tetas y pezones y chupaba y se las llenaba de saliva... y su esposa también miraba lo que su marido le hacía a mi esposa... y no se molestó para nada. Al contrario, noté que se ponía más caliente y me tocaba con más pasión.

Yo desnudé a la esposa y le chupé todo el cuerpo. Tenía las tetas de tamaño mediano y sus pezones eran café claro... y no tan grandes como los de mi mujer, pero sí estaban durísimos. Y se los mamé y mordí. Y cuando le quité el calzón pude admirar su panocha... con pelo, pero recortado. Pelo casi negro a pesar que era castaña natural. Y se veían perfectamente sus labios vaginales... mientras que los de mi esposa están escondidos en la selva negra que tiene entre las piernas. Y así parados, bajé y me hinqué a chuparle el coño... mordí sus labios vaginales (no tan grandes y salidos como los de mi mujer) y encontré su clítoris, rosado y como un pequeño botón. Tenía la panocha muy mojada y su olor era delicioso, casi tan fuerte como el de mi mujer. Después de un orgasmo con mi lengua y dedos, me terminó de desnudar... y al ver mi verga se puso a tocarla como que si fuera una ciega... y a olerla y pasarla por su cara... y a sacar la lengua y chuparla...y terminó tratando de metérsela hasta el fondo... casi lo hace, pero terminó chupando sólo el glande.

A nuestro lado ya mi esposa y su marido estaban desnudos y tirados en un sofá de la sala... mamándose en un delicioso 69. Yo de reojo pude ver la verga pequeña de él cuando mi mujer lo pajeaba y jugaba con su pija... pero al chuparlo toda la verga le entraba fácilmente a mi mujer en la boca... yo sabía que eso le encantaba a mi mujer. Mi esposa subía y bajaba la cabeza en la pija chica y él suspiraba (no se entendía qué decía porque él tenía enterrada su cabeza entre el coño de mi esposa... y la movía de lado a lado y seguro le metía y sacaba la lengua) y en pocos minutos él se vino en la boca de mi mujer... que siguió chupando y dejando que el semen le entrara en la boca y en la garganta. Después nos dijo que era la primera vez que se venía dentro de la boca de una mujer... que su esposa siempre se la chupaba pero que él sacaba la verga y se venía afuera... Pero la mujer dijo que esa noche, quería probar que yo me viniera dentro de su boca... y más tarde me la mamó delicioso y yo le eché mi semen en la boca y a ella le encantó. Y nos dijo que seguro que de ese momento en adelante seguiría mamando vergas y tomándose el semen.

Mi esposa dejó que el marido se recuperara, pero continuó con sus caricias... y a los pocos minutos la verga de él empezó a reaccionar... pero más que nada viendo todo lo que yo le hacía a su esposa... cómo la chupaba, cómo la olía y principalmente el tamaño de mi verga... que era tres pulgadas más larga que la de él... más gruesa y más cabezona... y torcida a la izquierda. La de él era recta, delgada y el glande era pequeño... lo que sí tenía delicioso, era un prepucio largo mientras que yo la tengo circuncidada... y eso sería nuevo para la esposa. Los amigos que se la cogieron tampoco tenían las vergas circuncidadas.

Y cuando le metí la verga a la esposa, el marido no se aguantó y con la verguita bien parada, se la metió a mi mujer. Y mientras cogíamos, ella miraba a su esposo y él a ella. Estaban gozando la experiencia de un intercambio. Él se vino dentro de mi mujer antes que yo dentro de la de él...