El gusto por los pitos chicos 3

Y él siguió metiendo y sacando su verguita de la panocha de mi mujer...y después todos pudimos ver que realmente la llenó de semen... ríos escurrían por los labios vaginales de mi esposa y en dirección a sus muslos y culo. Un semen espeso, blanco y muy oloroso... y cuando yo me metí entre las piernas de mi mujer a mamarlo, la pareja no podía creerlo... pero eso lo cuento más adelante.

Como yo me tardé bastante más que él y venirme me di cuenta que el marido no dejaba de vernos y casi que se "olvidó" de mi esposa. Así que mi mujer le dijo que se levantara, que se acercara a donde nosotros cogíamos y que se gozara ver a su esposa con otro hombre... gozando y sintiendo otra verga en su panocha... y que sintiera el olor delicioso y los ruidos que ella y yo hacíamos. Él se levantó y fue a vernos, muy cerca... su esposa se retorcía en el sillón en donde estábamos cogiendo. Y yo seguía apretándole las tetas y jalando sus pezones y bajando mi cabeza se los mordía mientras metía y sacaba mi verga de su panocha... el ruido a líquidos y a piel "aplaudiendo" al chocar.

Sus pechos se movían y ella gemía y gritaba (después nos contaron que en ninguno de los dos tríos que hicieron habían gozado tanto... que los amigos casi que sólo le habían metido la verga a la esposa y no le hicieron mucho más... se vinieron, se vistieron y se fueron... que lo único que les gustó fue que a ella le salía el semen de la panocha y olía delicioso... a mujer caliente y semen).

El marido nos veía, pero parecía que no se atrevería a tocarla a ella... ni a mí. Así que mi esposa le dijo que acariciara a su mujer todo lo que quisiera y donde quisiera... que para ella y para él sería delicioso. Y él empezó a magrear los pechos de su mujer, a tocar su abdomen y casi que a llegar a sus pelos púbicos... parecía que tenía ganas de meter sus manos y tocar su panocha... en la que entraba y salía mi verga. Mi mujer le dijo que lo hiciera... que sintiera lo delicioso que se siente tocar una panocha a la que le meten una verga... que se llenara los dedos con su líquido y se lo diera a oler a su esposa y después los oliera él. Poco a poco lo hizo y yo sentí su mano entre nuestros cuerpos y jugar con sus pelos púbicos... y por supuesto con los míos porque estaban completamente mezclados. Al final sentí su mano tocar sus labios vaginales e incluso meter un poco su dedo en la vagina... entre la piel de ella y mi verga... y así sintió por primera vez, aunque fuera un poco, mi verga... la verga de otro hombre. Y cuando él vio que ella se empezaba a venir, la besó y le chupó la lengua y la boca... mi cara estaba muy cerca de la de ellos y sentí claramente el olor de sus salivas, pero no quise besarlos yo también... sabíamos que ni él ni ella eran bi... o por lo menos nunca habían tenido contacto sexual con otro hombre o mujer. Así que ella se vino... y yo también empecé a llenarla de semen... y cuando saqué mi verga y me acosté a un lado, el marido se puso a ver muy de cerca el coño abierto y rojo y empapado de su mujer y cómo mi semen empezaba a salir... y el olor a semen se sintió muy bien.

Él tenía la verga parada otra vez... y le dije que le metiera la verga su mujer, que sintiera lo delicioso que es meter la verga en una panocha recién cogida y llena de semen... y él sin dudarlo lo hizo... y estaba tan caliente que se vino por tercera vez en la noche. Cuando se separaron quisieron ir a lavarse y nosotros les pedimos que no lo hicieran... que queríamos sentir su olor y su sabor... a sudor, a sexo, a panocha, a verga, a vagina y a verga. Y se sentían raros, pero nos complacieron con eso.

Mi esposa y yo queríamos más sexo... y allí fue cuando le mamé el coño a mi mujer y chupé el semen que él le había metido. Mi esposa les decía lo delicioso que era eso... y que deberían probarlo... le dijo al marido que le chupara el coño a su mujer... y él con un poco de vergüenza (después nos dijo que sentía vergüenza ante su mujer, no fuera a creer que era homosexual). Él le chupaba la panocha a su mujer... y mi esposa se levantó y sin pedirles permiso se puso a mamar las tetas de ella y aunque se asombró no dijo nada ni impidió que mi esposa la mamara y la tocara. Las manos de mi mujer hacían maravillas en el cuerpo de la otra... así que mi mujer le dijo al marido que mientras mamaba la panocha de su esposa, llena de mi semen... se dejara llevar... y empezó a tocar su verguita... y las manos de mi esposa pronto fueron reemplazadas por las mías... después nos dijo que no se dio cuenta que era yo quien lo pajeaba, pero que le gustó mucho. Y cuando él ya tenía la verga parada otra vez (era la cuarta de la noche) yo me coloqué para mamársela... él sólo gimió y mi esposa le puso una mano en la cabeza, como acariciándolo... pero era para que él no dejara de mamar a su esposa y que no pidiera que yo no lo mamara a él.

En un momento él dejó de mamar a su esposa y levantó su cabeza para besarla... en ese instante mi esposa aprovechó y se metió entre las piernas de ella y le empezó a mamar el coño... y así ella fue mamada por primera vez por una mujer... y él, mamado por un hombre. La esposa terminó con un orgasmo enorme gracias a la lengua de mi mujer... pero yo no quise que él terminara en mi boca... aunque lo deseaba... quería que esa primera vez él se cogiera a mi mujer por el culo... nunca lo había hecho... ni siquiera a su esposa... mi mujer y yo queríamos que esa noche estuviera llena de "primeras" veces para ellos y que se quedaran "enganchados" con esta vida. Así que mientras mi mujer mamaba a la de él, solté de mi boca su verga y le dije que se la metiera en el culo a mi esposa... que a ella le encantaba... y que adoraba las vergas como las de él.

Él se colocó atrás de mi mujer y le dije que le llenara el ano con saliva... y yo seguía pajeándolo, así que dirigí su verguita hacia el hoyo café de mi esposa... él empujó... y no necesitó mucha presión para entrar... hasta adentro. Y al poco rato llenó el culo de mi mujer con su semen. Y yo volví a meterle mi verga a su esposa, entre el coño...

Continuará…