LAS ESTRUCTURAS PSÍQUICAS AUTORITARIAS

LAS ESTRUCTURAS PSÍQUICAS AUTORITARIAS



Sin duda, Wilhelm Reich, cuyo conjunto de ideas y plasmación en su praxis no se pueden compartir plenamente, tenía razón cuando decía que sin modificación del pensamiento de los individuos de una colectividad, no resulta viable un cambio en las condiciones sociales para una felicidad sexual.

Su crítica a la base económica de la sociedad contemporánea de su época es incuestionablemente aplicable a la nuestra. Los problemas no han sido resueltos y todos los avances en materia sexual, que sólo se han conseguido con duras luchas de ideas, a menudo con grandes sufrimientos de género hasta llegar al derramamiento de sangre, están continuamente bajo la amenaza de involución. Se ha de concluir que de ninguna manera bastan los cambios legales para que se produzcan cambios sociales permanentes. Las ideas son fruto de las condiciones materiales de vida, no a la inversa.

La crítica de Reich al autoritarismo que domina nuestra vida social se centró en la crítica de las estructuras psíquicas (una parte de la superestructura ideológica) que rigen nuestro comportamiento en materia de relaciones sexuales. Aun con ciertas lagunas y desenfoques, que la hicieron incompleta y por ende le condujeron a una visión en algunas particularidades inconsecuente, esa crítica está plenamente vigente y merece ser recuperada.

Para Reich el autoritarismo y la represión en materia sexual es la respuesta de un modo jerarquizado de relaciones que se concreta en un modelo de lazos que llamamos familia nuclear moderna, que corresponde a un modo de relaciones de producción.

Como muy bien argumenta Reich, las sociedades autoritarias tienden a reprimir la sexualidad como una forma de controlar a los individuos. Esta represión genera neurosis y limita la libertad personal. Reich sostiene que la liberación sexual es fundamental para la salud mental y la emancipación social, ya que permite a las personas expresar su verdadera naturaleza y desarrollar relaciones más auténticas y saludables. Así, la lucha contra la represión sexual se convierte en un acto de resistencia contra el autoritarismo.