EL RELOJ MARCA LA CULPA. (PARTE III)

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Mi padre pidió que todos los implicados en la desaparición que reunieran en el salón del hotel: el inspector Jones, Hastings, el gerente del hotel, y por supuesto, Edmond, el pianista que fue localizado en una cafetería cercana, intentando huir discretamente. 

Señores, dijo mi padre de pie junto al piano, el misterio ha sido resuelto. Y como siempre, la verdad está en los detalles. 

Se dirigió a Edmond, y le dijo: Usted no es pianista. Al menos no uno profesional. Su vendaje en la mano izquierda era una farsa. Tocaba con torpeza, y la partitura que dejó no era más que una mera distracción. Edmond palideció. La mujer desaparecida, la señorita Clara Cabbage, no fue secuestrada. Ella huyó. Huyó con usted, Edmond, porque descubrió que usted no era quien decía ser. El reloj de bolsillo que dejó caer no era suyo, si no de ella. Usted lo usó como señal, como advertencia. Y dentro de él, la fotografía revelaba su vinculo, y también su miedo. 

Mi padre se acercó al inspector y le entregó los registros del hotel, que amablemente le había dado el gerente. Edmond, usted se registró bajo un nombre falso. Y lo más revelador fue que pagó en efectivo, sin dejar rastro. Pero olvidó algo esencial: el arte de la mentira requiere precisión, y usted dejó demasiadas pistas. 

Edmond intentó hablar, pero mi padre levantó la mano. La señorita Cabbage, se presentó esta mañana en Scotland Yard, tras saber que su nota había sido encontrada. Ha confirmado todo. Usted la siguió hasta Londres, intentando chantajearla por un asunto del pasado que no voy a desvelar. El inspector Jones asintió. Es increíble como a hilado todo, señor...

Poirot, Hércules Poirot, dijo mi padre presentándose a todos, y sonriendo con mas vergüenza que orgullo. No es magia, es orden y método. Y un poco de psicología. 

Mientras Edmond era escoltado fuera del hotel por dos agentes de Scotland Yard, mi padre se sentó junto al piano, tocó una nota y dijo: La música puede ocultar muchas cosas..., pero el corazón humano, cuando tiene miedo, siempre busca una salida. 

FIN


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