Encuentro... Una de mis últimas fantasías contigo
Por Phoenix
Enviado el 18/09/2025, clasificado en Adultos / eróticos
81 visitas
Caminando por una de las principales calles de mi ciudad, te veo a lo lejos, quería caminar por ahí, porque sabía que podía encontrarme contigo, hice como que aún no te veía, hasta que estuvimos cerca, me acerco a ti, me hago la distraída y chocamos "sin querer" nos miramos para pedirnos disculpas y veo la sorpresa en tus ojos, nos saludamos de beso y noto la tensión entre los dos. Te sonríes al mirarme y me preguntas que hago por esos lados, te respondí que me iba a tomar un café para pasar el rato y te ofreces a acompañarme, feliz te digo que si, no puedo evitar sonreír y ponerme roja...
Nos sentamos en el interior de una cafetería y conversamos temas triviales, hasta que me preguntas si estoy saliendo con alguien, no es algo común en ti que preguntes esto, ya que siempre mantenemos las conversaciones con otros temas, pero aprovecho la oportunidad y te digo que estoy sola hace tiempo, y te pregunto si tu estas solo, a lo que contestas qué también. Nuestras miradas no pueden ocultar el deseo que nos tenemos, no hacen falta palabras para decirnos que queremos estar solos y dar rienda suelta a la pasión que tenemos, me tocas la pierna bajo la mesa y hay una electricidad única, te respondo con una caricia cerca de tu entrepierna, me arriesgo, pero ya no pierdo nada.
Pedimos la cuenta y salimos del café, no hace falta que me lo digas, te sigo mientras hablamos de pinturas, dibujos y acuarelas.
Llegamos a un edificio antiguo, pero muy bonito, nos subimos al ascensor, era muy antiguo y lento, no tenía cámara.... Estábamos solos, no nos aguantamos y nos dimos un beso apasionado jugoso, las lenguas se fundían en una, me tomaste de la cintura y te rodee con las piernas, te sentía tan cerca mío, me pegaste la espalda al ascensor, me apretabas y podía sentir tu erección, ya quería sentirlo sin nuestra ropa entremedio. Llegamos al piso ruborizados y ardiendo de ganas de desnudarnos.
Abriste la puerta de tu departamento y al entrar nos besamos nuevamente, era una delicia sentir tu lengua tus besos, tus mordidas, gemía de placer y solo con tus besos.
Te sentaste en el sofá y yo me senté encima tuyo mientras te besaba, me movía encima tuyo, tú me tomabas de las caderas y las apretaba contra las tuyas, sentía a través de la ropa como crecía tu pene, estaba muy mojada y caliente, quería sentirte dentro mío, pero me aguante un poco más... te comencé a sacar la camisa, tus tatuajes te hacen ver tan sexy que te besé los hombros brazos, pectorales, abdomen hasta llegar a tu pantalón que solo interrumpía, lo desabroché y bajé el cierre, tu bóxer estaba a punto de explotar, tu pene estaba tontamente erecto, duro, mojado....Exquisito... lo liberé, te baje el bóxer y comencé a pasarle la lengua a lo largo, me lo metí a la, boca poco a poco mientras te miraba, a los ojos, veía como brillaban de lujuria, placer y deseo, lo seguí chupando metiéndomelo con esfuerzo, completo a la boca, es grande, pero ver como disfrutabas lo hacía más rico... Estaba tan mojada y caliente que quería disfrutar me senté encima tuyo y me lo metí despacio hasta el fondo me agarrabas de la espalda y mientras tanto chupabas mis tetas y pezones, no podía aguantar los gemidos de placer al sentir tu pene entrando en mi vagina, como me lo metías hasta el fondo dejando presionado, un placer único, me comencé mover encima tuyo rozabas mi punto g, clítoris todo, estaba vuelta loca de placer, de sentirte dentro mío, me hiciste sentir un orgasmo delicioso, a pesar del orgasmo seguí moviéndome, estabas a punto de llenarme de semen, empecé a moverme más rápido y a meterlo bien hasta el fondo, me apretabas las caderas, con esa manos grandes y fuertes, me empezaste a guiar en el ritmo hasta que sentí como latía tu pene y como salía el semen y me llenaba de calor, gemimos de placer ambos, estábamos sudados, me apoye encima tuyo, nos miramos con deseo a los ojos, nos besamos como si fuera la última vez nuestras lenguas jugaban y se tocaban, me apretabas con fuerza y tu pene seguía dentro mío duro y rico, listo para otra vez..... Pero ya no sería en el sillón si no que en tu cama y esa es otra historia.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales