EXPERIENCIA EN BERLIN
Por Monteñero
Enviado el 18/09/2025, clasificado en Adultos / eróticos
72 visitas
Aproximadamente en el año 2003, viajé a Berlín con mi mujer (llamémosle W) ella una espectacular mujer de unos 35 años, alta, rubia y con cuerpazo. Yo, edad similar, un metro noventa, no tan guapo, con un look bastante moderno y bien costeado. Aterrizamos en Berlín sobre las 17h, minutos después estábamos en un Mercedes que nos había enviado el hotel. no escatimábamos.
Ya teníamos reserva en uno de los restaurantes de moda del momento, haciendo algo de tiempo hasta la hora de la reserva. Antes de salir en un momento en el que estábamos W y yo en el baño, W con una toalla, se empezó a caldear el ambiente terminando W apoyada con las manos en la encimera de los lavabos y la toalla ligeramente levantada recibiendo mi rabo por detrás entrando y saliendo de su vagina muy despacio y muy profundo. Después de corrernos, ella me propuso que me sentase en la encimera de los lavabos y empezó a lamer todo el jugo de ambos que tenía desde los huevos hasta la punta de mi pene, lamiéndolo como si fuese un helado que le gustara muchísimo, en unos minutos me corrí de nuevo en su boca y las ultimas gotas en su cuello... después de esto tuvimos que ducharnos otra vez.
Era la hora de salir y terminábamos de arreglarnos para nuestra noche, entre halagos por el vestuario y algún que otro roce y manoseo, W me bajó los pantalones y me mamó hasta que llamaron de recepción diciendo que nuestro taxi estaba en la puerta. Excitado y medio empalmado me vi bajando en el ascensor besándonos y con la mano de W en mi paquete.
La cena fue divertida y sin mucho más, botella de vino y unos tequilas... Allí nos recomendaron un club en la plata 20 de un edificio, que por lo visto estaba muy muy de moda y que el mismo metre del restaurante no reservó una pequeña mesa y no apuntó en la lista de la entrada. No estoy seguro, pero serían sobre las 23:30h cuando nos dejó el taxista en la puerta del edificio y esperando al ascensor coincidimos con otra pareja que iban al mismo club, de más o menos nuestra edad y los dos guapísimos y super cool, no hubo nada más que un hola y alguna mirada chequeándonos los unos a los otros como hacen los perros, pero sin olernos los culos...
Entramos en el club que tenía un diseño muy Berlines...barra negra, tapizados oscuros no demasiada luz, camareros/as super guapos, musicón, etc. Pedí una botella de Moet y otra de José Cuervo (ya durante los postres tomé un poco de md y W fue al baño y tomó una raya) después de un par de tragos no fuimos a una especie de pista de baile que había entre columnas, altavoces y alguna mesa baja con sofás. Allí bailábamos, íbamos y veníamos a nuestra mesa a beber, W al baño a empolvarse la nariz e interactuamos con otros. Como un par de horas después y encontrándome bailando solo en esa pequeña pista con no mucha gente, noté como mi mano tropezaba con otra y cundo me giré, era la chica del ascensor que miraba al lado opuesto que yo y que bailaba con un grupo de unas cinco personas. Unos segundos después nuestras manos se encontraron otra vez... y otra, hasta que cruzamos nuestros dedos meñiques durante unos segundos como si estuviésemos abrazados (en ese momento me subió el md convirtiendo ese momento en un estado de excitación como pocas veces he tenido en mi vida...solo con los dedos en contacto) durante unos cuarenta minutos no contínuos por la situación de incognito.... nos rozamos tocamos y jugueteamos con un ardor y riesgo a que nos pillaran brutal y sin mediar palabra. Hubo un momento en el que ella se reclinó para coger algo de la mesa en la que estaban junto a la pista, mi mano se acercó a la altura de sus muslos...después su culo y casi como si estuviésemos solos le pasé mi mano desde la parte de arriba de su trasero, recorriendo toda la raja hasta llegar a su clítoris y masajeárselo...casi me corro (creo que le escuché gemir o eso es lo que me pareció) fue un momento increíblemente sexi, caliente, excitante y morboso...UFF. Algo pasó y ella se fue a la barra con otra chica y yo aproveche para tomar dos chupitos del tequila que teníamos en nuestra mesa. (en todo este tiempo W hablaba con otras dos chicas y con el Dj de alguna manera cada uno estábamos a nuestra bola) Al ver que esta chica se volvía a la pista y aprovechando que ya estaba el local bastante lleno, me acerqué por detrás la cogí de la parte más alta del muslo y le puse mi paquete en sus lumbares. Ella metió la mano entre los dos y me acarició todo mi miembro durante unos muy buenos segundos. Sin pensarlo mucho y de manera espontánea, me acerqué a su oreja y le dije que me iba al baño y que quería besarla en la puerta que estaba fuera del alcance visual de nuestras parejas y acompañantes. Llegué a la puerta de los baños y cuando me estaba lavando las manos en los lavabos que había fuera de los baños, la vi reflejada en el espejo, como se acercaba y se recostaba en la pared, justo detrás de una maquina expendedora de golosinas. Después de secarme las manos sin parar de mirarnos fijamente, me acerque a la máquina y saqué dos latas de golosinas, una se la di a ella y la otra la abrí metiéndole un osito en la boca y a continuación pasándole la lengua por sus labios....Nos enganchamos como monos y estuvimos besándonos y rozándonos durante cinco o diez minutos (que suerte que nadie nos vio...que locos) todo esto sin hablar y con mi mano metida por dentro de los leggins viajando desde su cintura...pasando por todo su culo y llegando a introducir hasta dos dedos en su coño chorreando. Pasados esos minutos, saqué la mano chupé mis dedos chorreando y continuó ella lamiéndolos como poseída. De repente algo me iluminó, la miré y le dije, voy a entrar en el baño a masturbarme y me gustaría que tu hicieras lo mismo en el de chicas. Ella asintió con la cabeza, nos dividimos y creo que fue una de las más intensas corridas de mi vida... gemí, sudé y grité (los efectos del éxtasis me ayudarían mucho) cuando salí fui hasta mi mesa a beber otro chupito y cuando me acercaba a la pista de nuevo, vi como ella llegaba, hablaba con su pareja y se marchaba con su grupo de amigos... en un momento se giró y se olió la mano mirándome fijamente. A continuación, se marchó y no nos volvimos a ver. (en casi 25 años de matrimonio solo he sido infiel en esta ocasión y otra en Ámsterdam también con ayuda de las drogas, con dos años entre ellas) Esa noche cundo llegamos al hotel tuvimos un par de horas de muy buen sexo hasta que nos dormimos rendidos.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales