Estrenando a Karla y Diego 4
Por AlexMx666
Enviado el 30/09/2025, clasificado en Adultos / eróticos
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Ya todos desnudos, comenzamos las penitencias. A mi esposa y a mí nos encanta este juego. Ir viendo aparecer los cuerpos desnudos... si no los conocemos, saber cómo lucen e imaginar cómo se sienten, huelen o saben. Y si ya los conocemos, entonces anticipar el placer que ya sabemos que nos darán. Ver un cuerpo desnudo nos hace desear sentir su textura, su forma, su tamaño, su olor y su sabor. Pezones, labios vaginales, pelo púbico, clítoris y vergas. Huevos y culos. Piel. Sudor. Precum. Un paraíso para el gusto y el olfato... y no se diga para la vista, el tacto y el oído. Sentir una piel y olerla y chuparla. Un pezón, una nalga, el ano... las axilas y los labios. La lengua y la saliva. No hay nada que no nos guste de un cuerpo desnudo. Y no nos importa el físico, los gozamos todos. Y los cuerpos de Karla y Diego eran deliciosos. Nuevos. Diferentes.
Las penitencias hicieron que todos nos tocáramos en algún momento. Caricias, oler, chupar. Y ya todos habíamos tenido excelentes anticipos al venir en los dos carros... pero ahora, todos juntos, era muy morboso. Así Karla vio a su esposo tocar y lamer la panocha, los pechos, las piernas, las axilas, las nalgas, los pies y el culo... de otra mujer. Y Diego vio cómo una mujer y otro hombre le hacían lo mismo a su mujer. Eran testigos del placer que tenían con otras personas. Y Karla casi gritaba de placer cuando vio que yo le mamaba la verga a su marido... era la primera vez que un hombre le chupaba la pija a Diego... y frente a los ojos de ella y de la esposa del otro. Y Karla se empezó a pajear con un par de dedos, y mi esposa se prendió a sus tetas y se las mamó mientras también le metía mano por todos lados... incluso le tocó el ano a Karla... al mismo tiempo que yo toqué el de Diego. Ambos pegaron un brinco y un gemido de placer. Yo subía y bajaba mi cabeza en la verga de Diego y le tocaba los huevos con una mano y con la otra le sobaba el ano... y lo sentí muy peludo y sudado, casi que su sudor lubricaba los pliegues del ano y pude meter la punta de un dedo. Karla se seguía pajeando y mi mujer chupándole los pezones y lamiendo sus axilas y metiendo un dedo entre el culo de Karla... la que le dijo a Diego que me tocara la verga. Y él inmediatamente estiró su mano y me agarró la pija... y se llenó la mano con mi precum... para mí era un suplicio... pero yo quería venirme por primera vez en la panocha de Karla. Ya después tendríamos tiempo para mamarnos y las otras cosas que nos encantan.
Me separé de la verga de Diego... y él se quedó como deseando que se la chupara más... pero le dije que queríamos que la siguiente vez que sacara su semen fuera dentro de la panocha de mi esposa... y yo venirme dentro de la de Karla. Así que me levanté y puse mi verga frente a la cara de Diego... él abrió los ojos y su esposa se pajeó aún más duro y rápido... y cuando vio que Diego se metía y sacaba mi verga de su boca, tuvo otro orgasmo enorme y gritaba de placer... yo le dije a Diego que era suficiente, que ya después me mamaría más, pero que ahora con su saliva yo ya estaba más que lubricado para meterle la verga a su mujer... y que él podía hacer lo que quisiera con mi esposa. Y sacando mi pija de la boca de Diego fui frente a Karla... y allí en el sillón, le separé las piernas y metí mi cara entre su panocha... el olor era delicioso... estaba empapada de sus jugos... y sabía a gloria. Labios vaginales grandes y salidos y un buen clítoris, del tamaño adecuado para una buena mamada... y me di gusto saboreando y oliendo su coño por unos minutos... y entonces me puse entre sus piernas y ella me agarró la verga y se la quiso meter, pero yo no dejé que entrara de un solo. Primero la sobé sobre sus labios vaginales y su clítoris, como pajeándola con mi pija y cuando ella ya gritaba y me rogaba que se la metiera... lo hice... poco a poco... gozando cada centímetro que entraba.
Un coño empapado, pegajoso y al mismo tiempo mi verga resbalaba muy fácilmente... hasta adentro. La dejé metida al fondo antes de empezar un lento mete y saca... y conforme fui sintiendo que Karla se calentaba más y más, fui acelerando... y dejé que ella tuviera otro orgasmo antes de venirme yo... y cuando su orgasmo estaba a la mitad, grité que ya me estaba viniendo y que le estaba llenando la concha con mi semen... y en ese momento, Karla y yo oímos cómo Diego gemía y mi mujer le decía que sentía su semen caliente llenarle la panocha... y mi esposa empezó a moverse y casi convulsionar con su propio orgasmo.
Ya había sucedido. Diego había llenado de semen a mi esposa. Yo había echado mi semen dentro de la de él. Y todo estando juntos. Ahora Karla tenía la concha llena de semen de otro hombre... algo que nunca había pasado desde que ella se casó con Diego. Y él se había cogido a otra mujer... al lado de la propia... que estaba recién cogida por otro hombre. Delicioso. Y para mi mujer y para mí, habían sido una verga y una panocha nuevas... y semen hasta ese momento desconocido y extraño.
Yo me quedé tirado encima de Karla y los dos tratábamos de recuperar el aliento... pero sentí el gran olor que había en la habitación. Olor a sudor, coños, culos y semen. Era delicioso. Sentí el sudor de Karla, en su frente y labio superior y en sus pechos y en sus axilas... y me puse a besarla, suave pero con mucha lengua... y a acariciarla y decirle lo delicioso que había sido coger con ella. Y nos mirábamos directo a los ojos. Yo estaba seguro que mi esposa estaba haciendo lo mismo con Diego. Nos encanta que después del orgasmo, quienes cogen con nosotros sepan directamente lo mucho que nos agradó y se sientan muy bien... y que si especialmente son primerizos como Karla y Diego, no se arrepientan ni les entren sentimientos de culpabilidad. De reojo vi que mi esposa y Diego se seguían besando y se acariciaban.
Cuando nos separamos, todos nos fuimos con nuestras parejas... yo besé a mi mujer y Karla y Diego también se besaron y acariciaron con amor... todo estaba bien. Entonces hice algo que me encanta... me puse a chupar el semen de Diego de la panocha de mi mujer... y Karla y Diego con los ojos muy abiertos... mi mujer le dijo a Diego que eso era delicioso... que debía probar... y Diego le tocó el coño a Karla y después bajó su cabeza y empezó a chupar su coño... con mi semen.
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