Denunciar relato
Pensativa, observaba la fría mañana tras la ventana cuando el teléfono sonó, sobresaltandome .Contesté sin reconocer el número.
—¿Sí? ¿Quién es?
—Rosa… soy yo. Ya estoy en casa.
Era la voz de mi hermano Javier, ingresado en la UCI desde hacía un mes, debatiéndose entre la vida y la muerte .Me alegró mucho oír que se había recuperado, y que le habían dado el alta.Aunque algo en su tono me resultó extraño. Iba a responder cuando la llamada se cortó.
Minutos después sonó de nuevo. Era mi cuñada, rota de dolor:
—Rosa… tu hermano ha fallecido hace media hora.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales