Orgía para el aniversario.

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Mi nombre es Estela (45) soy psicóloga, especialista en terapia de parejas. Llevo más de 20 años atendiendo casos, donde la mayoría de las veces los problemas son de índole sexual. Mi experiencia y datos recabados dicen que en ese lapso de tiempo las realidades cambiaron por completo. Antes, al hombre no le importaba si la mujer llegaba o no al orgasmo; hoy le interesa más que la mujer quede satisfecha y para ello buscan todos los medios a su alcance, desde los juegos sexuales (incluyendo dedos, lengua, consoladores) pasando por fantasías (relatos xxx, películas porno que hace que la imaginación vuele) hasta los intercambios reales, tríos, orgías etc. Por otro lado -la mujer- que en otrora era sumisa y solo satisfacía a su pareja sin poder llegar a un orgasmo siquiera, convirtiéndose muchas veces en frígida...hoy se transformó en una egoísta felina, lujuriosa, insaciable y multiorgásmica, capaz de incluir en su intimidad a uno, dos o tres hombres; a una, dos o tres mujeres; a una, dos o tres parejas; incluso hasta animales... y no estoy exagerando he tenido pacientes donde un perro era parte de la cama matrimonial o que un caballo era la mecha que encendía la pasión en la pareja. Si bien tenemos protocolos para no quedar enfrascada en los problemas de los pacientes, había cosas que mi cerebro iba llevando y lo trasladaba como fantasía a mi vida particular, haciendo partícipe a mi marido; sobre todo las fantasías de tríos Hombre-Mujer-Hombre y notaba que a mi marido lo ponía "al palo" haciendo que nuestras relaciones fueran más firmes y duraderas, he de confesar que un poco me envicié con el uso de consoladores, me volvía loca cuando Javier (mi esposo 45) usaba su lengua junto a ese juguete realístico de unos 20 centímetros de color negro o cuando con el mismo me hacía una doble penetración vaginal. Jamás hablamos de llevar a la realidad esa fantasía, pero creo que en nuestro subconsciente la película iba tomando forma. Un 14 de septiembre para mi cumple mi esposo me regaló un día en un Spa femenino -completo- desayuno, almuerzo y merienda con sesiones de masajes, tratamientos faciales, corporales, manicura, pedicura etc. Lo realicé tres días después... el lugar se encontraba alejado de la ciudad en medio de la naturaleza y fue realmente encantador... quedé un poco sorprendida cuando unas de la chicas al realizarme masajes corporales se acercaba bastante a mis zonas erógenas; sus dedos acariciaban mi ingle a escasos centímetro de mi vulva y rozando los pliegues externos o labios mayores, al igual que cuando masajeaba mis glúteos su dedo mayor siempre frotaba mi ano y mis pezones eran toqueteados suavemente con sus dedos índice y pulgar (siempre en un ámbito de respeto, preguntándome si me molestaba) ; la verdad que era fascinante.  Al final de la jornada Javi me pasó a buscar. Estaba anocheciendo y mientras viajamos de regreso a casa me llenó de elogios exaltando el brillo angelical de mi rostro, algunas palabras tiernas y otras subidas de tono, como "estás para partirte en dos" "pero primero saborear cada centímetro de tu cuerpo"... mi cuerpo comenzó excitarse (ya venía medio acalorada), mis pezones se endurecieron y mi esposo sabía que ese era el grito de guerra... ambos somos calentones y sabíamos que no llegábamos a casa. Al ingreso de la ciudad están todos los telos y sin mediar palabra entramos al primero. Una vez adentro comenzamos a desvestirnos presurosos e hicimos el amor más rápido de lo normal, ni tiempo a encender el plasma, en 15 minutos ya estábamos pidiendo un refresco por medio de una tablet ubicada en la mesa de luz, también se podían comprar otras cosas como dildos. cremas, viagra etc. Solicitamos un consolador que nos llamó la atención era gigante (de unos 80 cms) con dos cabezas en cada punta usados generalmente por lesbianas; nos estábamos riendo con la compra cuando comenzamos a escuchar en la habitación del lado gemidos un poco exagerados... agudizamos los oídos y pudimos apreciar que había más de dos personas (una mujer y dos o tres hombres), nos trasladamos desde la cama hasta la orilla de la pared para escuchar mejor. La voz femenina era clara, concisa y bastante zafada ...decía "quiero chupar dos pijas juntas" o "quiero las dos en mi vagina"; las voces masculinas eran tipo interjecciones como "ooohh" "uuuhh" "aaahh"... pero había un tercer sujeto que después comprendimos era el esposo y dirigía los acontecimientos diciendo qué debía hacer cada uno, cómo debían actuar... por ejemplo "vos Dante acostate boca arriba... introducila a toda y dejala quieta... y vos Ricky encremá toda tu pija y posá solo la cabeza en el culo de mi amada mujer"... Y a su esposa le hablaba con suavidad, románticamente, pero de manera lujuriosa y gruesos epítetos, mientras la besaba le decía: "éste es mejor regalo de aniversario que te merecés mi putita hermosa"... "es la fantasía que tanto soñamos y no nos animábamos"... " sé que podés con estas dos enormes verga y con más también"... No menos grosera era la esposa contestando: "esas dos pijas... más la tuya... y si hubiera más, también. El tema es que nosotros nos excitamos de tal manera (mucho más que una película porno), como nunca nos había pasado. Cada dialogo obsceno que escuchábamos, inconscientemente también lo hacíamos ... Cuando la mujer pedía chupar dos pijas, mi esposo acercaba la suya y el dildo. Cuando la mujer imploraba por una doble penetración, Javier me penetraba con su pija y el consolador. Cuando el marido de la mujer le hablaba obscenamente, mi marido tomaba mi rostro y me besaba como haciendo suyas esas palabras. Ver ese rostro de mi esposo...mezcla de amor, lujuria, pasión y su verga dura como nunca (ni en su juventud la había visto tan dura, tan caliente, tanto tiempo...cogíamos desaforadamente; hasta desfallecer. Era la primera vez que nos dormimos unidos por los sexos. Nos despertamos como a las dos horas, nos duchamos y regresamos a casa, ya bastante entrada la noche; en el camino casi no hablamos, aún estábamos aturdidos por la fajina. Solo una pregunta un poco temerosa de Javi (al llegar a casa) rompió el hielo: "¿Estuvo bien lo que hicimos?" -sin pensarlo respondí- "No solo que estuvo bien, sino que hay repetirlo"...Me dio un beso en la boca muy profundo y romántico con un "te amo" incluido. Lo que hizo que nos excitáramos nuevamente y cogimos durante horas, repitiendo las escenas anteriores con epítetos mucho más zafados...llegamos a sentir dolor en nuestros órganos de tanto coger, pero no podíamos parar. Mi marido me trataba de la misma manera que el esposo trataba a su mujer en el telo...por primera vez me dijo "puta" ... "vos también sería capaz de secar varias pijas a la vez"; yo no respondí, pero el brillo de mis ojos lo decían todo; en mi mente se dibujaron cuatro o cinco vergas gigantes apuntándome y me quedé dormida por más de 10 horas seguidas...pero en mis sueños se repetía con crece lo vivido. A partir de allí, comenzamos a hablar del tema: ¿Seríamos capaces de hacer realidad semejante fantasía?...


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