El señor de la guerra Trump, rey de los psicópatas, probablemente recibirá el Nobel de la Paz a propuesta de su mejor alumno, el otro psicópata genocida Netanyahu.
Toda europa lo celebrará. Habrán acabado con el terrorismo de Hamás. Pero también habrán acabado con todo, con los hospitales y los médicos; con las escuelas y los profesores; con todos los periodistas; con todos los edificios; con todo rastro de civilización, eliminando el futuro de dos millones de personas.
La hipócrita civilización occidental, será también responsable cooperadora, en la destrucción de toda la urbanización y la arquitectura de dos millones de personas.
En su inoperancia y dejadez ha dejado que ya no exista ninguna economía ni trabajo ni especialización, es decir: mecánicos, albañiles, sanitarios, oficinista, bares, restaurantes...
Tampoco hay una organización social, ni políticos que gestionen, ni funcionarios, todos han sido eliminados.
Se ha destruido todo tipo de comunicación y conocimiento. El trauma es tan enorme, que los niños ya no juegan. Solo hay terror en sus memorias colectivas. La cultura y tecnología es inexistente. Todo ha desaparecido.
Esto es un MacroGenocidio, admitido por "casi" toda la humanidad. —Incluso hay quien se ríe, como Ayuso y toda su camarilla ¡Qué tóxica es esa mujer!
El estado de Israel lo ha destruido todo, con armas de muchos países de Europa y Norteamérica, y ahora proponen un plan de paz, para seguir limpiando.
España tendría que haber enviado un gran "barco hospital" con toda la flotilla a su alrededor, cargado de medicamentos y médicos voluntarios de todo el mundo. También todos los países del Mediterráneo deberían haber hecho lo mismo. Todavía hay tiempo.
Pero la protesta es cínica e hipócrita y además ahora, aplauden el "plan de paz" de un psicópata.
Veamos:
"Despliega desde su trono en la casa blanca un video de IA, donde se ve una Gaza paradisíaca —para ellos— llena de oro y lujo. Después de haber eliminado a sus habitantes o exiliado, vamos, lo de siempre"
Analizan está matanza desde el punto de vista del poder territorial, político, económico y especulativo.
Pero el mundo le aplaude, y en el summum de la estupidez, seguro que le dan el Nobel de la Paz. Estoy por ver si se presentará a recogerlo con el pin del F–22 Raptor que lleva en la solapa de su traje, al tiempo que levanta el puño diciendo "¡Fight, Fight!".
¡Es delirante!
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