Recuerdo de mi Juventud Mi hermana Parte 1

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Esta historia es real y me fue confiada por uno de mis pacientes en mis sesiones de psicólogo, la cual he redactado y voy a tratar de relatarla con lujo de detalles, motivado por tantas historias, que me he encontrado en mi carrera,   que se practica mucho más de lo que se supone, y que pocas veces se difunde, por los mismos prejuicios de nuestra sociedad, que la reprime, dedicándose únicamente a intentar ocultarla que difundirla, sin probar ni animarse a dar un paso mas.

Para darle mayor realismo voy a  plasmarla en primera persona manteniendo las mismas palabras que me fueron contadas.

“Hola mi nombre es Ismael y desde hace varios años tengo una afición, que como muchas otras, comenzó como una coincidencia y que con el paso del tiempo se convirtió en gusto, en un tiempo me sentí incomodo y fuera de lugar, pero aún así y sabiendo que no soy el único, las satisfacciones han sido en mucho mayores.

Desde pequeño me intereso todo lo relacionado con el incesto, y me da mucho morbo saber que tienes en tu propia casa, sin salir de ahí, en el seno familiar, las personas que pueden satisfacerse mutuamente, sin prisas, sin temores infundados y con toda la confianza que solamente puedes encontrar en tu propia familia. Sé que puede sonar muy escandaloso y fuera de lugar para muchas personas el tener relaciones carnales con miembros de su propia familia, sin embargo, a través de la historia las relaciones incestuosas siempre han existido y con ellas ese gran tabú que se fue creando de lo prohibido y profano de la relación.

Sin embargo ninguno de nosotros estuviera aquí si esta práctica nunca se hubiera dado, aun así, tampoco trato de justificarla, pero cuando existe la confianza, el entendimiento y más que nada la comprensión; tanto física como sentimental de cada uno de los participantes, sean hermanos, padres, hijos, etc., puedes convertirla en un gusto, un deseo y una complicidad absoluta sin salir de tu propia casa.

Siempre he pensado que puedes conseguir todo lo que te propones, pero nunca me imagine que fuera el principal interesado en tratar de conseguir los favores de mí queridísima y única hermana, principal protagonista de esta historia.

Mi familia consta de cuatro personas; mis padres, mi hermana y yo, mi padre una persona muy trabajadora y responsable y mi madre una mujer muy guapa, atractiva e igualmente trabajadora y no digamos responsable, mi hermana que salió a ella, estaba en plena adolescencia y yo con tenia dos años mas; ella acababa de pasar a tercero de secundaria y yo empezaba la preparatoria, siempre nos llevamos bien y siempre tratábamos de ayudarnos mutuamente, dos clásicos hermanos, como existen miles en todo el mundo.

La familia tenia, como hasta hoy, una empresa familiar heredada por mi abuelo, papa de mi papa, y que con el trabajo y la dedicación de nuestros padres habían hecho crecer y nos dejaba para vivir cómodamente.

Con el paso del tiempo decidieron dejar de invertir un poco en el negocio y hacerle algunas modificaciones a nuestra pequeña casa, la necesidad era de construir un segundo nivel, donde tendríamos nuestras habitaciones mi hermana y yo, hasta ese entonces mi hermana seguía durmiendo en la habitación de mis padres, donde por la edad y el espacio empezaba a ser difícil la privacidad, tanto de ella como la de mis padres.

Por mi lado ya tenia desde unos años atrás una habitación en el segundo nivel de la casa, pequeña y confortable pero provisional, ya que por ser el hermano mayor y al ir creciendo mi intimidad  era mas, podríamos decir, urgente y mi madre decidió tomar la decisión y muy amablemente me corrió de su habitación, ya que a un principio y de mas pequeños dormíamos todos en la misma, aunque grande pero en una misma habitación.

Susana, como se llama mi hermana, para ese entonces y hasta estas fechas delgada y de piel blanca, muy desarrollada para su edad, bonita, pelo lacio, castaño claro y siempre lo lleva corto, mas o menos hasta los hombros, sus ojos grandes color café claro y una boca con labios medio gruesos, nariz chata y lo que llama mucho la atención, es que tiene la barbilla partida, herencia de mi padre, ya que yo la tengo igual, mide 1.70 mts. de piernas y muslos gruesos pero torneados, que se juntan con una cadera un poco ancha, herencia de mi madre, tías y abuelas, pero como es medio alta lo tiene todo bien acomodado, sus pechos firmes y redondos, de buen tamaño, podríamos decir grandes, nada caídos, que yo hasta ese momento no conocía y que realmente no me interesaba conocer, muy hogareña, era la que tenia siempre ordenada la casa, nuestra ropa, todo en general; estudiosa y salía con un grupo de amigas de siempre y no le había conocido ningún novio.

Yo, delgado, moreno de 1.78 mts., con el pelo negro igual que mis ojos, normal de facciones y normal también en todo lo demás, uno de mis pasatiempos favoritos era conseguir revistas porno y jalármela en mi cuarto como muchos chicos de esa edad.

De sexo solo sabia por alguno que otro encuentro con amiguitas, pláticas entre amigos, etc. nada fuera de lo común. Nuestros padres nos dejaron entrar solos a esto del sexo y lo único que recuerdo fue el escándalo que armo mi madre cuando mi hermana empezó a reglar, que por cierto fue por esas fechas cuando decidieron hacerme una habitación aparte... quien lo iba a suponer.

Ella siempre ha sido muy ordenada, tanto en sus cosas como en su físico, algo que recuerdo que siempre me gusto y que siempre le comentaba, eran sus pies; en lo personal y lo sigo haciendo hasta ahora, a todas las mujeres antes de verles cualquier cosa, si es posible, les veo los pies y ella tiene unos pies muy bonitos, blancos, delgados y con unos dedos largos y parejitos, que van desde el dedo gordo, haciéndose más pequeños hasta llegar al mas chiquito, muy finos, siempre los ha traído muy cuidados y sigue siendo un placer verla descalza por la casa y cuando se pone zapatos que dejan ver sus pies completos, me los paso alabándoselos.

En algunas ocasiones al estar haciendo las tareas comunes del hogar se ponía de lo mas cómoda, descalza y con shorts cortitos, el conjunto de sus piernas y sus pies descalzos es realmente impresionante, alguna blusa que le llegaba hasta el ombligo, algunas veces ajustadas, sin brasier, lo notaba porque sus senos  rebotaban sin ningún aprisionamiento quedando libres solo por la misma blusa, en ocasiones le lograba ver los puntitos erectos de sus pezones rodeado por la aureola de estos, que también tenia unos pequeños puntitos, era increíble y como tiene unas tetas grandes, mas de una vez y por la confianza que teníamos se agachaba y lograba ver, por unos instantes, sus volcanes en erupción, blancos y con sus pezones paraditos y sus grandes aureolas rositas cuando se daba cuenta que me acercaba se levantaba cuando por el escote que llevan y se agachan, se cuidan de no dejar ver nada.

 

Continuara ……..


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