Paco. Pasó ante una tienda
a última hora del día
Vio que vendían monas
de las que hacen compañía.
Sin pensárselo dos veces
Compro la mona tan mona.
Pensó le vendría bien
Sin contar con la patrona.
Nada más llegar a casa
ya le dijo la mujer
Hoy me duele la cabeza
No tienes nada que hacer.
Se acostó con la mona
que no dejaba de jugar.
Le dejó tan satisfecho
que la invito almorzar.
Se la llevó al trabajo
La mona siempre animando.
Él la mar de contento
Llego a su casa cantando.
La mujer sola en casa
sin tener nada que hacer.
Solo viendo cotilleo
y la cena sin hacer.
Él cogió a la mona
para enseñarla a guisar.
La tenía de ayudante
que aprendiera a cocinar.
¡Marido que leches haces!
Que me tienes hasta el moño.
Vente rápido a la cama
cumple con el matrimonio.
Entérate qué está mona
es alegre y juguetona
No le duele la cabeza.
Una monada de mona.
Cuando esta puñetera mona
haya aprendido a guisar,
Te puedes ir con tu madre
Que te enseñe a cocinar
La mona aprendió a guisar
y sabe hacer un cocido.
Trata al hombre mejor
Que esa mujer al marido.
No se puede comparar
la mujer con la mona.
Espero que lo entendáis.
Todo esto es pura broma.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales