LA MESA DEL COMEDOR
Por SusanSoul
Enviado el 07/11/2025, clasificado en Adultos / eróticos
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Soy Susan Soul Crossdresser o Travesti de Closet y si bien tengo escritos varios cuentos de los múltiples encuentros con mi amigo Rodrigo (Ro) hay uno de los tantos que merece un capítulo particular y como solo lo he contado muy mínimamente en el relato de “MI AMIGO RO” aquí paso a redactarlo con lujos de detalles.
Es así como que en uno de los encuentros en su casa el me recibió y me hizo pasar a la habitación donde me monte de modo muy seductora, él había dejado sobre la cama dos muñequeras de cuero con unos ganchos de fijación, yo no entendía bien para que servirían, pero igual conociendo que siempre hacíamos cosas nuevas me pareció genial usarlas. Aproveche también a colocarme un consolador propio para la situación que se ubicó muy dentro de mi cola.
Por lo tanto, me monte con un conjunto de corset negro con portaligas y medias red del mismo color y las botas bucaneras que eran la pasión de Ro.
Una vez lista lo llame y lo extraño es que ingresó a la habitación ya desnudo, con su miembro muy duro y calzando un par de zapatillas, mi duda fue que había estado haciendo en el momento que yo me estaba montando. Igual ni le pregunté y fui rápidamente a brindarle mi especialidad que era tomar su trozo de carne con mi boca y comenzar a succionar.
Mi trabajo fue relativamente mínimo ya que su verga estaba muy dura por eso fue suave el contacto y solo me limite a jugar con mi lengua y cada tanto lo hundía muy profundo en mi garganta. Ya había logrado una excitación en él, por eso hizo que me levantara, tomó de mi mano y como una niña me pidió que lo acompañara al comedor de su casa.
Antes de pasar la puerta de acceso observe que había luz negra, y al entrar estaba la gran mesa rectangular del comedor con un gran acolchado blanco reluciente por esa luz, en uno de los márgenes había dos sillas con los respaldos hacia afuera, y del extremo contrario dos mosquetones atados. El muy guacho había preparado hasta el más mínimo detalle y yo comencé a imaginarme lo que vendría.
Hizo que me pusiera de rodillas con una pierna en cada silla y me inclinara hacia adelante quedando recostada sobre la mesa con mis brazos hacia adelante, por suerte dicha mesa era muy robusta y prácticamente mi cuerpo quedó flotando sobre ella, él se ubicó en el margen donde estaban mis brazos, tomo una de mis muñequeras de cuero y la fijo con un mosquetón, luego la otra, quede con mi cola arrodillada al borde de la mesa y con mis brazos sujetos por delante totalmente inmóvil, él se seguía tocando ya que por lo visto no quería menguar su excitación.
Luego se puso detrás mío, entre mis piernas, ubicado entre las dos sillas, en esa situación me di cuenta que mi cola estaba a la altura de su verga, o sea que el se había dejado sus zapatillas para lograr esa altura optima, tenía todo preparado, además con mi lencería negra sobre el acolchado blanco, reflejado con la luz negra, me sentía como flotando sobre una nube.
En ese momento me corrió la tanga, y fue sacando el consolador que tenía metido, para presentar la cabeza de su miembro en el agujero de mi cola y desde arriba comenzó a tirar lubricante que al estar frio lo sentí, una vez lubricado se tiró hacia adelante y la cabeza de su pija empezó a abrir mi esfínter, a lo primero dolió, pero una vez que paso la parte más gruesa entro todo, sin poder moverme solo recibía sus movimientos que eran lentos.
Me tenía totalmente penetrada y sentía como que al tomar aire tiraba su cintura hacia atrás, sin que la cabeza de su pija se escapara de mi cola, así luego se tiraba hacia adelante y exhalaba ese aire para repetir la operación.
Él había comenzado con esos movimientos lentos para luego ir subiendo su velocidad, era un acto reflejo más velocidad. más excitación. hasta que su respiración ya era un motor que iba acrecentando su ritmo hasta que se tiró hacia adelante, exhalo todo su aire y casi sin aliento comenzó a gemir, cabe decir que estaba largando toda su leche en mi interior.
Era una violación perfecta donde yo solo la recibí sin poder moverme, y luego de correrse dentro mío salió de mis entrañas dio vuelta la mesa, soltó mis manos me puso de costado y metió su miembro todavía duro en mi boca, todavía tenía restos de su leche la cual pude saborear, sabía que ese hombre no era de acabar solo una vez y ahí mi experiencia me decía que podía logar más por eso le brindé todo el poder de mi boca.
Acostumbrada a que siempre luego de terminar en mi cola lo hacía acabar en mi boca, cuando ya tenía su miembro duro le dije que llenara mi boca, cosa que se negó y me dijo “amor quiero tenerte nuevamente y que te lleves mi esperma dentro tuyo, tendrás para varios días…” por lo tanto deje que el actuara, me tomo de mis manos y me hizo sentar al borde de la mesa, hizo que levantara mis piernas y puse mis tacos aguja sobre las sillas e hizo que me tire hacia atrás recostándome boca arriba, ahí se ubicó nuevamente entre las dos sillas e hizo que subiera mis botas sobre sus hombros, nuevamente estaba entregada, así que puso la cabeza de su miembro en mi esfínter y lentamente fue abriendo su camino, como siempre una vez que ese trozo de carne más grueso entro mi ano se cerró en el tronco.
Se fue moviendo entrando y saliendo sin que esa cabeza se escapara dentro mío, tomo el pomo de lubricante y me pidió que tocara mi sexo al cual le tiro bastante de ese líquido, era muy suave pasar mis manos por ahí ya que con el lubricante se transformaba en algo muy sensual.
En un momento tome la iniciativa, puse mis piernas rígidas y las abrí, tire mis testículos hacia arriba y de ese modo quede expuesta a su mirada, sabía que todo machito con eso se calienta mucho más ya que el sexo entra por los ojos.
Ante esto él se tiró más adelante y me la metió hasta el fondo, ante eso baje un poco mis piernas y a nivel de su cintura las cerré sobre su espalda de ese modo lo deje inmóvil me estaba clavando sin que pudiera salir de esa posición y al verme penetrada empecé a gritar de placer y es allí donde comencé a tirar mi leche, puse mis manos tome parte de ese jugo y me lo metí en mi boca, quien ante esto puede sentirse inmune así que comenzó también a gemir y sentí su leche caliente que nuevamente me lleno. Esta vez sus dos acabadas llenaban mi interior y seguro que tendría leche para varios días.
Susan Soul
Crossdresser
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